My First & Last (Parte 1)

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—Uff, sí que está fresca la noche —habló la mujer una vez el auto emprendió el camino de nuevo a donde sea que se dirigieran—. Pero cuéntenme, ¿qué hacían ustedes allí afuera?, es algo que no me termino de explicar.

Nadie contestó y no fue a causa de ser mal educados o de tenerle miedo a las dos personas en los asientos del frente, sino que la batería de cada uno de sus cuerpecitos había decaído en cuanto tocaron los suaves, cómodos y cálidos asientos del auto, pues todo el cansancio y el poco alimento del día acabó con las pocas energías de respaldo utilizadas para mantenerse aunque sea de pie, y ahora que ya no era requerrida esa acción se permitieron dormir un poco para restaurar siquiera el diez por ciento y poder afrontar lo que sea que les deparara el futuro cercano; sin embargo, Mark era el único que no estaba dormido, sí, estaba exhausto a más no poder, pero no terminaba de asumir tantas cosas sucedidas y por suceder, así que no se podía dar el lujo de bajar la guardia aunque sea durante el camino, y no tenía ni las más mínimas ganas de pronunciar palabra y mucho menos de mantener conversación por compromiso, y el cabello de Jisung le cubría parte de la cara, lo que le daba la oportunidad de pasar por desapercibido, y así esa mujer creería que estaba dormido al igual que los demás.

—Míralos, cayeron dormidos como unos bebés —los miró por el espejo retrovisor.

—¿Deberíamos llamar a la policía?, el que estuvieran en ese lugar no puede significar nada bueno —al fin el hombre había hablado sobre los niños, y la mujer ya se lo esperaba, lo amaba pero siempre era tan desconfiado de la gente, incluso de unos indefensos pequeños.

—No hablemos de ello en estos momentos, debemos dejarlos descansar lo que queda de la noche, ya mañana con calma solucionaremos lo que tengamos que solucionar —suspiró con pesar, él tenía razón, no sería un tema sencillo, pero en cuanto los divisó allí en el medio de la nada, asustados y perdidos, se prometió a sí misma que los ayudaría fuera como fuera.

Mark no seguía el hilo de la conversación, escuchaba sus voces ahogadas, sin poder percibir lo que sea que estuvieran diciendo, además no era como que en esos momentos le importara aquello; estaba más ocupado poniendo en paz su interior al mirar cómo con cada segundo que pasaba dejaban atrás todo lo que conocía hasta el momento, y se dedicaba a aspirar el suave aroma del esponjoso y liso cabello de ese niño que lograba sacarle cientos de sonrisas, que lograba sacarlo de quicio cuando se lo proponía, y que lograba tranquilizarlo hasta en los momentos más hostiles. En algún momento, cuando las señales de transito aumentaban y el bosque era dejado atrás a medida de como avanzaban, Mark finalmente cayó rendido sin darse cuenta.

 En algún momento, cuando las señales de transito aumentaban y el bosque era dejado atrás a medida de como avanzaban, Mark finalmente cayó rendido sin darse cuenta

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—Miel, por favor.

—Y tú, Jisung, ¿miel o cajeta?

—¿Se puede ambas?

Se levantó de un brinco al escuchar vagamente esas voces no tan lejos de donde estaba, haciendo que un par de cobijas que yacían sobre su cuerpo salieran volando hacia algún lugar del suelo; una habitación un tanto grande con nada más que colchas despavoridas por el suelo, y el travieso olor de algo delicioso colándose por entre la puerta junto a la luz de un soleado día inundaron sus sentidos mañaneros. Las voces se seguían escuchando ahogadas por las paredes y la corta distancia que los separaban. Recordó lo de anoche: el portal, ellos escapando, el bosque, y finalmente, viajando en el coche de un par de desconocidos. La aguda voz de Chenle era inconfundible, y fueron esos sonidos de delfín los que le hicieron recobrar el sentido y así pudo hacer que la orden de su cerebro llegara a sus extremidades y pudiera dirigirse a donde provenía aquella charla. Al abrir la puerta se topó con otra de frente cruzando el pasillo, y al girar a la izquierda pudo ver fácilmente a sus amigos en el comedor de aquel departamento, sólo tuvo que caminar unos cuantos pasos para acercarse ahí.

Come into my Dream [Mark & Jisung]Where stories live. Discover now