Capítulo 35

3.4K 297 46
                                    

Siempre lo supieron, aquellas dos personas no les dejaron irse ese mismo día, era el tercer día en el cual la pasaban en aquella casa, para su suerte o desgracia como le llamaban, habían llevado ropa de más. Por supuesto que sabían que tanto la señora Mikoto como el señor Fugaku no les dejarían ir tan facilmente.

- Naruto - le llamo Mikoto.

- ¿Si? - le respondió.

- ¿Me ayudarias a hacer unas galletas? - pregunto con alegría.

- Por supuesto - contestó el rubio entusiasmado.

- Bien - hablo mientras ayudaba al rubio a ponerse de pie - vamos, estoy segura que te encantaran - le dijo alegre la mujer.

- Señora Mikoto - le hablo el rubio - si sabe que no se hacer galletas - dijo mientras se rascaba la parte de atrás de su cabeza.

- No te preocupes Naruto - Mikoto le acaricio las mejillas - yo te enseñaré a hacerlas - Mikoto se fue directo a la cocina seguida por el rubio y la pelinegra se puso un delantal y le dio uno al rubio - bien, empecemos - Mikoto tomo un libro de recetas y empezó a ojear sus hojas hasta que se topó con la receta adecuada.

El tiempo pasó más que rápido para aquellos dos, entre galleta y galleta y una buena platica la cual tenian. Hablando de lo bien que la estaba pasando, o de lo bien que sabian dichas galletas.

- Bien terminamos - dijo el rubio contento de haber ayudado a la pelinegra a hacer las galletas las cuales tenian chispas de chocolate.

- Gracias por ayudarme Naruto - le dijo Mikoto feliz.

- No Mikoto - le dijo el rubio - gracias a usted por enseñarme y tenerme paciencia - el rubio empezo a reírse contagiando a la pelinegra.

- Y a todo esto ¿Como se llamara mi nieto? - pregunto curiosa la pelinegra.

- No lo hemos pensado - dijo el rubio pensativo, en algo tenía razón, no había pensado en un buen nombre para su hija o hijo, ya casi tenía siete meses y aún no pensaba un buen nombre para ese bebé.

- ¿Y ya sabes que va a hacer? - volvio a preguntar Mikoto interesada.

- No - le confesó el rubio - le dije a Sasuke que no quería saber hasta que el bebé naciera, digamos que será nuestra sorpresa - sus ojos tenian cierto brillo al momento de hablar de Sasuke y eso Mikoto lo notaba perfectamente.

- Ya veo - fue lo último que dijo.

La tarde se hizo presente y con ella los dos pelinegro llegaron, Sasuke al entrar lo primero que hizo fue a abrazar a su amado rubio y después darle un tierno y cálido beso en los labios, mientras que Fugaku fue a donde su esposa y le abrazo para después imitar la acción del pelinegro menor, besar a su esposa en los labios.

Una vez ambos besaron y abrazaron a sus parejas de separaron, Sasuke por su parte saludo a la pelinegra con un beso en la mejilla y Fugaku sólo saludo de mano a Naruto.

- ¿Como te encuentras hoy Naruto? - hablo Fugaku mirando al rubio atentamente.

- Estoy muy bien, gracias por preocuparse señor - le respondió Naruto amablemente.

Mientras tanto con el pelirrojo todo iba mal o al menos eso es lo que pensaba Gaara ya que se encontraba algo molesto.

- Es que sólo me dijo un par de horas y mira ya tiene más de dos días que no regresan - dijo Gaara enojado y nervioso.

- Tranquilo, tal vez algo ocurrió para que ellos no regresaran - trato de tranquilizarle Sai.

- Si eso es cierto - suspiro el pelirrojo - al menos me hubieran avisado, no que, estoy aquí como un tonto preocupandome por ese par de idiotas - Gaara de dejo caer en el sofá y se recosto tratando de regular su respiración.

La Traición [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora