21 Noches a tu lado [EDITANDO]

Capítulo 17: Encuentro.

— ¿Dónde estás? — Pregunta Stephane apresurado. Y en eso me quedé en silencio. Pensando en la respuesta. ¿Decirle donde me encontraba? ¿O simplemente negarme después de lo que había ocurrido?

— L-Lo siento... — Dije y enseguida corté la llamada. No podía decirle, aunque Connor se la esté pasando mal o bien, no puede saber dónde me encuentro ni él ni Stephane, me alejé de todo para poder cambiar y para olvidarme de todos este revoltijo de sentimientos a Connor... Pero ahora... Estaba el problema con William.

Todo esto se me estaba yendo de las manos, todo con los hermanos Stone era caos y simplemente quiero escapar y vivir normalmente mi nueva vida. Miro al cielo y simplemente pienso en todo lo que había pasado en el último mes y medio... Muchas cosas...

— Las 21 noches que nos prometimos en un principio se jamás se cumplieron... Realmente llegué a creer que si todo funcionaba tal vez... Si Connor me hubiera pedido irme con él después de las 21 noches... Yo hubiera aceptado... Je, aunque esa situación era más una fantasía mía.

Seguí mirando al cielo y de repente recibo otra llamada, reviso temeroso que sea un número desconocido porque podría ser de nuevo Stephane o peor aún... Pero para mí buena suerte se trataba de Sara, por lo que contesté de inmediato. — ¿Que sucede Sara?

— Deja de huir tigre porque tu león ha venido a comerte otra vez...

—... ¿Eh?... — Dije extrañado.

— Tu director de películas está aquí en tu oficina y te está esperando...

— ¡¿Que?! ¡Voy para allá! — Di un grito de susto para salir disparado de nuevo a la oficina. ¿William se encontraba en la oficina? ¿Por qué? ¿Cómo supo donde trabajaba? ¿Qué quería? Mis días se vuelven cada vez peor... Seguía corriendo a toda velocidad hasta que pude visualizar el edificio de Montesco, sin avisar entre directo al elevador apretando el botón con el número 3 que era el piso donde se encontraba mi oficina junto con los de la elite. Mis nervios estaban hechos punta mientras veía pasar el contador para después escuchar la campana que me avisaba que había llegado a mi piso. Al salir del elevador vi como los de la elite se encontraban esperándome a la salida. Di los primeros pasos y 3 de los 4 me rodearon empezando a decirme cosas pero no los escuchaba atento estaba petrificado y solo alancé a oír unas frases.

— Tienes que decirme lo que pasé ahí adentro... Me la debes niño. — Decía Kate.

— ¡No queremos nada de sexo en la oficina! Aunque claro podemos hacer una excepción novato. — Me guiña el ojo Dylan quien sonríe de una forma picara.

— Tigre atácalo a zarpazos, es todo tuyo... — Dijo Sara quien me dio un beso en la mejilla.

Unos metros antes de mi oficina, mis pies no pudieron dar un paso más. Quería huir, no volver a ver nadie, esconderme bajo una piedra, que me comiera el mar... Una infinidad de posibilidades de desaparecer en ese momento atravesaron mi mente cuando de repente, siento una mano en mi hombro, veo como Anthony está detrás de mí y me sonríe.

— Tranquilo Max... Solo tienes hablar con él. Aclaren todo y te aseguro que solo será un recuerdo de un desliz cualquiera...

— Pero... Y si viene a reclamarme o a decirme que le dijo a esa persona. — Dije casi a punto de llorar. No quería que mi nueva vida se fuera al caño. Me gustaba estar con aquí con ellos.

— Eso no lo sabrás hasta que hables con él. Y esta charla entre ustedes dos es inevitable, debiste haberlo previsto antes de haberse comido la dona y el plátano. — Una pequeña risa salió del hombre mayor. — Lo que quiero decir de una forma un poco más cruel es... Como hombre hazte responsable de tus actos y no huyas como cobarde que si no, siempre serás eso... Un cobarde y una molestia para todos... — Esas palabras me llegaron, serio Anthony me miraba y simplemente tragué saliva al ver esa mirada afilada sobre mí. Di media vuelta y aun temblando entre a mi propia oficina.