1: La primera noche (1ra Parte)

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— ¡Volveré por ti el día 29! ¡¿Entendiste?! — Se escuchó la voz alegre para después sonar la puerta del auto ser cerrada.

— Espera... ¿Qué? — El taxi salió a toda prisa dejándome parado en un lugar concurrido en el centro de la ciudad de Santa Barbará, California. Miré como se iba alejando, me quedé sorprendido y rápidamente saqué mi celular y marqué a la persona que me abandonó. Empezó a sonar y casi enseguida mi supuesto amigo habló. — ¿Qué sucede? Connor. —

— ¿¡Qué diablos significa todo esto, Damien!? ¡Explícate ahora mismo! — Mi furia era evidente y mi sentir se escuchaba de mi grave voz, mientras al otro lado de la línea, escuché la risa de Damien a todo volumen.

— Lo siento, en verdad lo siento. — Reía entre palabras. — Pero es necesario dejarte aquí. Todos decidimos eso...—

— ¿Quiénes son todos? Por favor, ve directo al grano. — Me calmé un poco, masajeé mi entre cejo, ya empezaba a captar todo este estúpido plan de dejarme aquí en esta ciudad al otro lado del país.

— Los empleados de Hunters, los empleados de tus restaurantes, tus amigos como yo y por supuesto tu madre. — Abrí mis ojos de sorpresa con eso último.

— ¡¿Mi madre también?! No puede ser... Esto no puede estar pasándome. — Empecé a hablar en un tono de desánimo y depresivo. — Tengo tantas cosas que hacer en Nueva York. —

— Por supuesto, pero por estos días estarás de vacaciones en esta hermosa ciudad. — Damien parecía muy feliz con este descabellado plan de mierda, pero se le olvidaba algo. 

— Y ni intentes volver con tu dinero... Tomé tu billetera en el avión, te saqué todas tus tarjetas, billetes y solo te dejé con solo 250 dólares. — Su risa victoriosa me dio a entender que lo que decía era verdad.

— ¡¿Que?! ¡Maldito! — Mis bolsillos estaban vacíos y en mi maleta había 5 billetes de 50 dólares. Su risa se intensificó a cada segundo, cosa que me molestó y solamente pude gruñir en mi impotencia de tomar un avión a mi hogar en la ciudad de New York.

— No te preocupes mi mejor amigo, no te dejaré en la calle. Tomar un taxi y ve al Hotel "The Wayfarer" hice una reservación para ti con todos los gastos pagados para estos 22 días incluidos comidas. Te estaré enviando un poco de dinero cada semana con los dueños del hotel que son casualmente mi prima y su esposo... — Un silencio momentáneo de repente apareció y me puso nervioso. — ¡Recorcholis! Me tengo que ir, nos vemos, bye. —

— Espera... — El sonido de terminada la llamada me dejó mudo mientras vi impresionado el celular... Estaba en Santa Barbará, solo, abandonado como cuando cruelmente abandonan a un perro, solo me tiraron del auto y se fueron ¿Y ahora...? — Eres un hijo de puta Damien. — Dije en voz baja mientras alcé mi brazo para tomar un taxi hacia el hotel que me reservaron. La ciudad tiene un poco de estilo español en su arquitectura era un lugar bastante cálido después de todo era el mes de abril, todo el calor de primavera se sentía en el aire por lo que decidí desanudar mi corbata y zafarme dos botones de mi camisa ya que estaba vestido con un traje formal.

Al llegar a ese hotel noté que era pequeño, totalmente de color blanco está al lado de la carretera y a unas cuadras del mar. Más que hotel, parecía Motel. — ¿A dónde diablos me mandaste Damien Hunter? — Entré al lugar y era muy bonito a pesar de ser pequeño y de su fachada, llegué con la recepcionista, me miró completamente embobada... Ok. Sé que mi cabello castaño bien peinado, mi cuerpo trabajado, mi voz grave y mis ojos azul celestes me hacen parecer una estrella de Hollywood, pero cada vez que pasa esto. "Desearía ser feo" Pensé al mirar a aquella chica. — Buenas tardes, tengo una reservación con ustedes. Mi nombre es Connor Stone. —

21 Noches a tu lado  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora