21 Noches a tu lado [EDITANDO]

10: Paseo

Andrew me tiene preocupado, sigo pensando que algo debió haber pasado para hablarme tantas veces, pero siento que también ocurrió otra cosa para que no me contestara ninguna llamada. Desde hace varios días siento que algo pasa con él, ya no hablamos como antes y veces siento que me evita. ¿Habré hecho algo malo? No lo sé, solo espero que sea una buena razón para su cambio de humor.

— ¡Max, al fin te encuentro! — Y ahí está la razón por la cual estoy aquí parado en un árbol, en este gran parque. El hombre de 35 años y gran empresario Connor Stone. Hombre que por alguna razón siente algo por mí y digo que por alguna razón porque aun no entiendo que vio en mí, un chico que solo trabaja en el hotel de sus padres y tan solo tiene 22 años, no me considero un santo virginal porque no es así, he tenido parejas, sexo y demás cosas, tampoco soy interesante y mucho menos un adonis. Lo único que sobresale de mí son mis fáciles expresiones, mis sentimientos claros como el agua y mis lágrimas fáciles de aparecer. No sé qué diablos vio en mí.

— Hola. — Lo saludo con una gran sonrisa.

— ¿Por qué te fuiste así? Quería darte la sorpresa mientras veníamos en tu carro. — Una camisa de manga corta color turquesa, unos pescadores color hueso y unos zapatos casuales cafés, todo un sugar daddy a mi vista, todo en él muestra que es el hombre que cualquiera quisiera tener en su cama. — ¿En qué piensas? —

— No en nada, solo que... — Sonrió mientras veo como los ojos azules de Connor brillan ante la luz del sol al igual que su castaña cabellera. No puedo evitarlo, este hombre me tiene loco, será mejor disfrutar de esto mientras dure. — Tengo sed, jajaja. — Comienzo a reír nervioso.

— ¿Tienes esperando mucho? — Sonríe, mientras mete sus manos a sus bolsillos.

— No, solo que el sol está muy fuerte. — Comento mientras bajo un poco la mirada avergonzado.

Decidimos caminar un poco Douglas Family Preserve se caracteriza por estar a la orilla del mar y ser un pequeño bosque con gran cantidad de árboles, me agrada mucho venir aquí para pensar cuando algo se me atraviesa algo complicado con el hotel. Pero ahora venir con Connor, a su lado es completamente distinto a estar en el hotel de mis padres. Las palabras de Stephan invaden mi mente por un momento, quien diría que lo que vi como un hombre bastante engreído fuera en el fondo solo alguien que quería ser escuchado y encontrar el amor.

— Nunca debes de jugar un libro por su portada. — Susurro mientras el empresario solo se me queda viendo extrañado.

— ¿Por qué dices eso? — Nos detenemos en un momento, en medio de muchos árboles.

— Porque a pesar de que ambos hemos dicho que sentimos algo por el otro, y que estemos tratando de iniciar algo en el fondo ambos sabemos que... Realmente somos unos perfectos desconocidos. — Mi pecho me duele al decir esas palabras, mientras me doy cuenta de que mi cara está expresando tristeza.

— Tienes razón. Realmente solo se lo básico de ti. —

— Igual yo, solo sé que eres empresario, trabajas con mi tío, soltero codiciado en Nueva York, que tienes dos medios hermanos. — "Los cuales no conozco ni me acuerdo de sus nombres" Pienso un poco divertido. — Y que tienes 35 años. Y nada más. —

— En verdad toda esta relación es muy extraña comenzamos todo mal jajaja. — Sonreía divertido.

— Si, je sabes... me gustaría conocer más de ti. — Sonreí y miré a sus ojos azules, ambos nos quedamos viendo unos momentos.