Martes 25-07-17

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En mi vida, casi nunca pasa algo extraordinario, este día no es la excepción. Me desperté hacia las ocho y cuarenta y todo comenzó nuevamente. Es un círculo vicioso. Quisiera saber si tu escribes algo para mi, o si escribiste algo y me lo dejaste por chat. Quiero saber si piensas en mí como yo en ti. En fin.

Como a las doce llego el novio de mi hermana, y deje la puerta abierta. Tenía puestos los auriculares; Sonaba The Call de la segunda película de Narnia y aun así escuche un sonoro beso de saludo, me dio un poco de asco y cerré la puerta. La rutina de mí día a día cambio un poquito ayer cuando finalizó Masterchef Junior Colombia y no tengo nada que hacer, cuando son las 12:24 con 28 segundos. Anoche me acosté tarde luego de finalizado el primer día de competencia en So you think you can dance, limpié mi cuarto como todas las noches y trate de ver las luces de los no tan lejanos edificios por la ventana. Tengo dos días sin leer algo que no sea la Biblia. En mi estantería hay algunos libros de Paulo Coelho que me prestaron y no sé porque ya no me siento tan motivado a leerlos. Bajo la misma estrella me mira tentándome a leerlo una vez más, pero tengo que resistir, mi felicidad no debe depender de ese libro. Pero es ese libro lo que me da ganas de vivir en este mundo de muerte. Y no sé porque las personas deciden vivir su muerte de la peor manera, cuando pueden pasar su tiempo tratando de conocer a su autor favorito, como hace Hazel de Bajo la misma estrella. Me da miedo leer otro libro, no se con que me pueda encontrar, no sé qué cosa distinta me hará sentir, no quiero que otro libro me quite el irónico sentido de la vida que Bajo la misma estrella me ha obsequiado.

Ayer recibí una breve reprensión por lanzar la puerta de golpe y me amenazaron con quitarla, pero cada vez que pasa, me dicen lo mismo y nunca hacen nada. Un día de estos romperé esa puerta en dos y la quitare yo antes, aunque dará lo mismo porque ya estará rota. No entiendo ¿es que acaso nunca fueron adolescentes?, ¿nunca sintieron las inesfumables ganas de golpear algo? Aunque si es algo exagerado, ¿no pueden creer que fue el viento quien empujo la puerta? Cuéntame si alguna vez te paso... no me importa que me dejen sin puerta, no tengo nada que esconder y no hago nada que necesite la censura que una puerta ofrece.

Hasta ahora no tengo nada mas, son las 12:58 con 17 segundos. Me queda medio día completo para sumar más miserias a la lista.


17:33 con 39 segundos.

El novio de mi hermana ya se fue. Me duele terriblemente la cabeza y temo que mi cerebro explote. Le prometí a Dios que no le diría a nadie sobre mi explosión cerebral futura, debo controlarme. Si sufro un accidente cerebro vascular puedes hablar de mi dolor de cabeza, te lo agradecería mucho, talvez ayude. Se supone que esto sería una novela llena de ficción sobre las miserias de mi vida; una vida que tu ya conoces, pero que te sería difícil de reconocer. Esto más bien parece un diario. No quiero que sea un diario.

Tú Sabes QuienWhere stories live. Discover now