Walking in the Wind.

Duodécimo.

"Quizás estoy demasiado ocupado siendo tuyo, como para enamorarme de alguien nuevo." –Do i Wanna Know?, Arctic Monkeys.

Harry despierta asustado.

Está solo en una habitación cubierta de colores claros y mantas felpudas, y todo está perfectamente arreglado. Hay maletas abiertas sobre el suelo, ropa desprendida del interior como si fueran trozos de tela explotando, y él solo está tan asustado de estar solo allí, desorientado y con una presión en el pecho.

Tarda unos segundos en recordar, el hecho de que, en realidad, está en Alemania y hay una ventisca, y está Clifford, y solo falta Louis, ¿Louis? Louis, quién no está en su cama.

Harry se sienta en la cama, las mantas acolchonadas cayendo sobre su cintura mientras mira por la habitación. El sol gris se cuela por la habitación e ilumina todo a su alrededor, la tormenta de la noche anterior siendo un suave recuerdo de nubes grises y negras cubriendo el cielo.

Hay una nota sobre la almohada, a su lado.

"Hora del desayuno, rizado. No quería despertarte, te veías cansado y lindo durmiendo. Estoy obligado a desayunar con el equipo en el comedor del hotel.
¡Te veré abajo! Lxx (:"

Él suelta un gemido cuando se lanza hacia la cama otra vez, con sus ojos cerrados y sus brazos extendidos hacia los lados, la nota cayendo lánguidamente de sus dedos. Es un esfuerzo levantarse de la suave cama del hotel. Lava sus dientes con un nuevo cepillo e intenta arreglar sus rizos deshechos sobre su cabeza, sin encontrar una forma de tenerlo bajo control por lo que solo busca alrededor.

Al salir de su casa, no había mucha ropa que pudiera llevarse sin ser descubierto en el intento, por lo que la única que había usado (un suéter, una casaca, una remera y una camiseta, y unos jeans negros ajustados) permanecen hecho un ovillo sobre la mochila. Harry se había cambiado de atuendo durante el viaje, sintiéndose rancio y sucio luego de viajar horas en avión y otro puñado en autobús, y la ropa prestada estaba perfectamente acomodada a los pies de la cama. Es por eso que Harry pasa sobre su mochila cubierta de ropa sucia y aseo personal, y se hunde en la maleta de Louis en busca de algo que le cupiera.

Encuentra una camiseta azul que se apega a su cuerpo como una segunda piel, porque Louis es compacto y Harry solo encuentra adorable en la manera que simplemente él usa cosas de gran tamaño para simular su pequeñez. Harry todavía se siente un poco mareado, por la noche anterior, cuando piensa en las curvas desnudas de Louis cubiertas de gotas por la ducha caliente.

Roba, también, una sudadera azul de Adidas y un gorrito enredado entre medias, que cubre sus rizos, y se coloca los pantalones de Zayn, limpios, solo porque sentía que ya invadía el espacio de Louis lo suficiente como para robarle un atuendo completo. Desiste con las zapatillas, solo yendo por la colorida elección de Niall y, probablemente se ve como la mierda, con una sudadera color azul y zapatillas verdes brillantes, pero él se sentía libre y podría usar bolsa como atuendo que no habría nadie allí para decirle que lucía mal.

Harry está sonriendo, saltando sobre sus talones cuando baja por el ascensor hacia el comedor y es que, realmente, no puede creer todavía, el hecho de que esté a kilómetros de casa y que no le afecte, el hecho de que Gemma no gritará del otro lado de su puerta con la esperanza de que se salve de las palizas por llegar tarde al desayuno. Harry se siente fresco de saber que Louis solo se burlaría de él por no haber bajado y quedarse en las mantas, pero luego pediría algo con tal de que se alimente. Harry se sentía tan cómodo, tan feliz, y cuando hunde su nariz en el cuello de su sudadera, respirando el aroma de que todo Louis es, se da cuenta de que también se siente seguro.