Mi Protector. {Matt Bomer}

Capítulo 1.

Lunes, hoy empieza otro día de escuela, como siempre al inicio de semana, hoy me he levantado temprano para evitar los gritos de mi padre, según el director hoy es un día muy importante, llegaran dos compañeros nuevos de intercambio, pero ¿Qué me importa?, nadie me habla, ni siquiera tengo amigos, así que eso no importa, y también anuncio que llegaría un empresario, dueño de casi todo Nueva York que nos entregara hoy las becas y apoyará a la universidad económicamente, me imagino a un anciano de unos 60 años, y lo peor, es que perderemos clases, me costó mucho para obtener esta beca  y estar en esta universidad, es la más cara y la más prestigiada.

Ahora son las 5am, entro a la universidad a las 7, así que tengo una hora y media para estar lista, solo tengo que escoger mi ropa, y debe de ser algo  que me cubra todo, unos jeans, una blusa larga, unos tenis blancos, la verdad yo acostumbraba a vestirme de vestidos y faldas, pero después de mi cumpleaños cambie, ahora tomare una ducha con agua caliente, así es como adoraba la ducha en las mañanas.

Son las 6, solo tengo media hora para prepararme el desayuno y salir rumbo hacia la universidad, solo me prepararé unos huevos, con bacon y un jugo de naranja. Después de desayunar salí hacia otro día más de escuela, sin antes dejarle el desayuno preparado a mi papá.

Todo en el camino iba tranquilo hasta que un loco con un lamborghini negro casi me atropella por conducir como loco, lo que provocó que por la reacción cayera al piso, el loco conductor se detuvo, ¡Oh no, oh no! Viene hacia acá, es muy guapo, viste de traje y tiene unos lindos ojos azules, pero ¡Lodovica en que piensas! Ya ni en Italia te pasaba esto, maldigo el día en que Peter me trajo a Nueva York.

-Hola- esa voz tan varonil me sacó de mis pensamientos- ¿Estas bien?- me pregunto extendiendo su mano para ayudar a levantarme

-Hola, mmm… si gracias- dije tomando su mano.

Sus manos son tan suaves y esa electricidad que sentí al tocarlo, ¡Guau!, ya Lodo ¡cálmate!

-Perdón iba tarde- me dijo tratando de excusarse

-Sí, yo creo que a la próxima eres más puntual ¿no?- le dije bruscamente- ¡casi me matas!- le grite y su rostro se puso tenso

Oh, oh, creo que se enojó, pero no me importa.

-Lo siento, ¿Puedo llevarte?- me pregunto como si lo estuvieran obligando

-No, gracias, tengo pies gracias a que casi no me los quitas atropellándome, así que puedo llegar sola- le dije con enojo.

Creo que hoy no será mi día, me gire para ver al hombre, pero solo vi cuando su subió a su auto y se fue, ¡WOW! Sí que conducía rápido, ahora solo me dirijo a mi universidad, en donde todos los chicos llegan en sus autos último modelo o en sus motos nuevas, y yo, pues yo llegó a pie.

Cuando entro a la universidad una chica que iba corriendo choca contra mí haciendo que caigamos, sabía que este día no sería uno bueno, por lo que va en esta media hora he tenido dos caídas, una porque casi me atropellan y la otra porque chocaron contra mí.

-Lo siento mucho- me dijo la chica con acento italiano

¡Es italiana!, por fin conozco otra de Italia.

-No te preocupes- le dije sonriendo pero aun seguíamos en el suelo- ¿Eres italiana verdad?

Pero, ¿Qué pregunta era esa? Claro que lo era.

-Sí, así es- me dijo asintiendo- por lo que veo en tu acento tú también- me dijo dándome una cálida sonrisa

-Sí, jajaja, pero, ¿eres una de los dos chicos de intercambio?- le pregunte ya que no sabía si lo era o no