Capitulo 36.

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Hola, perdón (x1000) sé que me he tardado en subir capitulo, pero me habían dejado escribir un dialogo en mi clase de literatura y además teníamos que actuarla y me tarde demasiado. Pero aquí está el capítulo y ahora si prometo que subiré los martes y sábados. Love y'all lots.

 

Lodovica's POV

 

Yo lloraba y muchísimo, no quería que me tocara. No quería que me hiciera l mismo que mi padre. No quería revivir esos momentos.

— No llores hermosa. — me dio un beso en la mejilla. — si no quieres hacerlo hoy, podrá ser el día que tú quieras. — se alejó de mí.

El me daba demasiado asco. Solo quería irme lejos de este lugar y estar con Matt. Quería que Daniel se alejada. Ahora me daba muchísimo miedo.

— Mi padre solía abusar de mí. — murmuré y su cara se tornó a una de vergüenza. — El solía violarme cada vez que se le daba la gana.

— Yo... Perdóname. No sabía lo de tu padre. — susurró y trató de acercarse a mí pero rápidamente me alejé.

— Iré a buscar algo de cobijas extra para que descanses. — se retiró de ahí.

En cuanto salió del cuarto se escuchó un grito: — ¡Daniel! — era Rebekah.

— ¡Ayuda! — grité traté de abrir la puerta del cuarto, pero alguien la abrió desde afuera. — Rebekah, ayúdame. — le suplique y ella me miró confundida.

— ¿Por qué estás aquí? — me preguntó examinándome. — Tu hermano me secuestro. — ella no lo podía creer.

— Dijo que iría por cobijas o algo así. — le dije y ella asintió.

— Debe estar en el cobertizo y tardara como 10 minutos en lo que las encuentra. — ella tomó mi mano. — Daniel está completamente loco.

— Sácame de aquí. — le pedí. — Eso haré. — se fijó que no estuviera cerca, me jalo apresurada a la puerta principal.

— Correrás lo más rápido que puedas hacia mi carro. — ella tomó las llaves del auto de su hermano y las aventó detrás del sofá. Jaló bruscamente mi mano y corrimos hacia su auto. — Trata de ir a la parte del copiloto mientras yo le voy a la del piloto, cuando quite el seguro sonará y se dará cuenta de que nos fuimos. — corrí apresuradamente y ella quito el seguro.

Vi que Daniel salió del cobertizo y al vernos correr al auto corrió apresuradamente hacía nosotras. Logre abrir la puerta al mismo tiempo que Rebekah y entramos al auto.

— Arranca. — le pedí con lágrimas en los ojos y ella arrancó el auto haciendo que nos alejáramos. - ¿por qué no trajiste las llaves de tu hermano en vez de lanzarlas? — pregunté y ella se golpeó la frente con la palma de la mano.

— En ese momento no pensé. — se excusó. — me dio su celular. — llama a Matt y dile que vamos hacia Londres.

— Gracias. — tomé el celular y marque a mi amor.

— ¿Rebekah? — se escuchaba confundido.

— Matt. — hablé y solté un sollozo.

— ¡Lodovica! ¿Estás bien? ¿Dónde estás? — se escuchaba alterado y feliz de mi llamada.

— Estoy bien, Rebekah me ayudo a escapar, no sé si Daniel nos está siguiendo o no, pero por ahora estoy bien.

— Pon el altavoz. — me pidió y lo hice. — Rebekah, muchas gracias.

— No hay de qué y cuenten conmigo para hacer pagar a mi hermano por esto, sé que es mi familia, pero lo que hizo no tiene perdón. — habló ella muy sincera.

— ¡Rebekah! — era la voz de Henry. — ¿Estas soltera? — Pregunto y después se escuchó un "Auch"

— Deja de coquetear en estos momentos. — lo reprendió Kit.

— Nos dirigiremos al centro de Londres, ahí los veremos. — habló Rebekah. — Sí estoy soltera hermoso. — respondió a la pregunta de Henry y se escuchó un "¡Wo!" — Ahí no podrá hacer nada mi hermano con mucha gente y no creo que nos encuentre.

— Bueno, los esperamos en el centro, en la estatua frente a los letreros de "Sanyo", "TDK", "Foster's"  - habló Matt aliviado. — Lodovica, te amo.

— Yo también te amo. — le dije y envíe un beso. Después colgué la llamada.

Instantáneamente sonó de nuevo el celular pero no se identificaba el número.

— ¿Hola? — Contestó Rebekah y me dio el celular para que lo pusiera en altavoz y lo sostuviera mientras manejaba.

— ¡Rebekah! ¡Más te vale regresarme a Lodovica! — Era Daniel. Inmediatamente ella tomó el celular y respondió.

— Lo sentimos, el saldo de su amigo se ha agotado, le sugerimos adquirir una nueva ficha a su distribuidor autorizado. — ambas queríamos soltar una carcajada, pero el miedo no nos dejaba.

— ¡Rebekah! — Gritó — Tú y yo tenemos llamadas ilimitadas.  Pero las encontraré y mataré a todos.

Ella volvió a hablar. — Numero equivocado. — colgó

— ¿Cuánto falta para llegar? — pregunté y ella sonrió.

— Solo dos horas. Puedes descansar si quieres — negué.

— Quiero hacerte compañía. — ella me sonrió

— Gracias de nuevo. — toqué su hombro

— Para eso están las amigas. — ella tocó mi mano sobre su hombro.

Creo que esta es una gran amistad.

Gracias a todas las que me felicitaron en mi cumpleaños, las amo.

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Mi Protector. {Matt Bomer}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora