Mi Protector. {Matt Bomer}

Capitulo 39.

Matt's POV

―Tendremos gemelas. ―hablo Lodovica haciendo que Kit frenara de golpe y todos pusiéramos los ojos sobre ella.

―¿Estas de broma? ―pregunté emocionado y a la vez confundido.

―Jamás jugaría con algo así. ―me miró esperando una respuesta. ―¿No te gustó la sorpresa?

―¡Me encantó! ―grité tratando de abrazarla pero era imposible ya que íbamos algo apretados.

―Ya tendrás tiempo de abrazarme, amor. ―rió un poco.

―Al menos algo bueno salió de todo este drama. ―dijo Clari besando su celular.

―No es por apurar, pero el amor de mi vida va directo al hospital... así que por favor: ¡Kit, pisa ese acelerador! ―Interrumpió Henry y Kit asustado lo hizo. ―Muchas gracias.

Nadie más dijo nada en todo el camino, Henry iba viendo el camino en que íbamos, Walker se había quedado dormido mientras abrazaba a John y John, pues él iba babeando la ventana de coche mientras dormía.

Decidí tomarle una foto, ya después la pondría en el álbum familiar.

Habían pasado como 8 minutos ya que nos habíamos topado con un tráfico horrible.

―Hemos llegado. ―habló Kit mientras terminaba de aparcar el coche en el estacionamiento, pero un automóvil se atravesó y casi chocamos. ―¡¿No sabes manejar o qué?! ―Le grito Kit molesto y el conductor solo se lo quedo viendo impactado. ―Mi tía Clari maneja mejor que tú y eso que esta descerebrada.

―¡Hey! ― se quejó Clari. ―No soy descerebrada... ¿Existen los ponycornios?

―Y no es descerebrada. ―John rodo los ojos.

―¡Walker, despierta flojo! ―gritó Henry y Walker le levantó el dedo medio y bajo del auto al igual que los demás.

―Henry no molestes a tu hermano. ―reprendió Lodovica ―Y Walker, no seas grosero.

―Lo sentimos mamá. ―hablaron al unísono. Matt sonrió enternecido.

―¿Son los familiares de la señorita Rebekah? ―preguntó un paramédico.

―Es mi novia. ―habló Henry y todos los presentes y personal fruncieron el ceño.

―¿Okay? Ella ya se encuentra en una de las habitaciones del tercer piso, por si gusta parar a verla. ―nos dijo amable. ―es la primera del pasillo a mano derecha.

―Gracias. ―agradeció John.

Ya íbamos en el elevador rumbo al tercer piso. Y en eso sonó el nuevo single de One Direction: Drag Me Down. Lodovica, Clari y los niños iban cantando.

―¿Escuchas la voz de Louis? ―preguntó Clari llorando de la emoción.

―Lo sexy que se escucha Niall. ―Lodovica siguió y casi me ahogo con mi propia saliva.

―La voz de Liam es perfecta. ―dijeron mis hijos, John y yo nos miramos confundidos.

―El alto de Harry en esta canción es genial. ―dijeron Clari y Lodovica al mismo tiempo. ―Los amamos.

En eso carraspeé falsamente y ellas rieron en voz baja.

Seguimos las instrucciones del paramédico y fuimos a la habitación donde estaba Rebekah, y la encontramos despierta mientras el medico que la atendía le hacía chequeo de rutina.

―Todo se encuentra en orden, solo necesita tener mucho reposo. ―habló el medico anotando unas cosas en su carpeta.

El medico tenía no más de 25 años y al parecer a Rebekah le había gustado, y era mutuo ya que ambos no se dejaban de mirar.

―Lo tendré, gracias... ―dijo alargando lo último para saber su nombre.

―Mi nombre es Mikah preciosa. ―respondió guiñándole el ojo.

No se habían dado cuenta de nuestra presencia hasta que Henry habló.

―¡Me engañaste! ¡Creí que en estos últimos momentos habíamos comenzado una relación! ―abrazó a Lodovica, Walker y Kit solo robaron el celular de Clari y comenzaron a jugar en él.

―Creó que mejor los dejo. ―habló el doctor.

―Gracias. ―dije antes de que el saliera.

―Cariño. ―comenzó Rebekah levantándose de la cama caminando hacia Henry. ―Si te quiero, pero es un cariño diferente, yo soy mucho mayor que tú, pero aun así seguiremos siendo amigos, ¿verdad?

Henry asintió limpiándose sus lágrimas. ―Los mejores amigos. ―dijo él y se abrazaron. ―Pero si algún idiota te rompe el corazón lo mandaré a Dubái.

―¿Hola? ―dijo Lodovica nerviosa. ―Lamento interrumpir, pero se me rompió la fuente. ―en eso palidecí.

―¡Doctor! ―gritó John saliendo a buscar ayuda.

En eso llegaron muchas personas y subieron a Lodovica a una camilla.

Mis hijas estaban a punto de nacer.

―Kit, trae la cámara. ―habló Walker.

―Rebekah, convence a tu novio para que nos deje entrar a grabar. ―dijo Henry.

―Voy por palomitas. ―dijo Kit dándole la cámara a Walker.

Solo me quedaba hacer en una situación como esta:

―Que sean de caramelo, por favor. ―pedí y después nos dirigimos al quirófano.

No sé ustedes, pero yo amo a estos niños.

Me apena mucho decirles que esta novela ya muy pronto llegara a su fin. Solo falta un capítulo más, el epilogo y un capítulo especial llamado: "Aventura de hermanos" en donde saldrán las dos gemelas y los tres diablillos.

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