Capítulo 3

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Y el lunes llegó más rápido de que lo pudiera imaginarme. Recuerdo que mi papá se mostraba algo alejado de todo. Vamos, para él no era nada fácil, el asimilar que su hijo varón y no su hija mujer, entraría en una escuela de baile. Al menos mamá mostró más sensibilidad, sobre todo porque Hyuk prácticamente ya no viviría con nosotros, y yo pues, que les digo con sentimientos encontrados y todo.



— Cuídate, y no dejes que te intimiden — le dijo Jeong abrazándolo una vez más.

— Y tú por favor, pon más empeño en la terapia. ¿Lo prometes?

— Lo prometo.

— Hyukie, ya es hora — comentó su mamá.

Un último abrazo de parte de ella y su padre fue recibido por Hyuk, antes de que finalmente entrara a lo que desde ese día sería su nueva vida.

A diferencia de lo que pensó que sería, Hyuk quedó totalmente fascinado por el lugar. A los estudiantes de nuevo ingreso se les hacía un recorrido previo antes de mostrarles los dormitorios, donde compartirían el cuarto con un alumno o alumna de un año avanzado. Siempre se hacía de esa manera como parte del convivio, así se aseguraban de que los alumnos que acababa de pasar a su segundo año, dirigirían a los nuevos; de la misma forma en la que ellos también fueron apoyados al inicio de su ingreso en la academia.

La escuela estaba dividida en dos partes por así decirlo, del lado derecho se encontraba los espacios reservados para aquellos que estudiaban ballet, danza contemporánea e incluso baile de salón, y del lado izquierdo las aulas para Hip Hop, Break Dance y el auditorio; lugar en el que año con año, se presentaba todos los alumnos de primer año mostrando lo aprendido, que además servía como trampolín para los cazatalentos.

Cuando el recorrido terminó, Hyuk se dirigió a los dormitorios, y mentalmente se dedicó a buscar las palabras adecuadas para conversar con su nuevo compañero, pero al entrar se topó con algo que lo hizo sentir bastante incómodo. Dentro de la habitación se encontraban dos chicos, y para ser más específicos, uno estaba encima del otro, besándolo. Al ver aquello, Hyuk quiso salir lo más silenciosamente posible, pero su maleta se cayó provocando que el sonido alertara a los enamorados.

— Perdón... yo, no quise interrumpir — fue todo lo que dijo antes de salir de nuevo con las mejillas sonrojadas.



Pobre Hyuk, tuvo que quedarse el resto de la tarde vagando por las instalaciones. Aunque yo en su lugar, los hubiera mandado a la calle a que se consiguieran una habitación, bueno, técnicamente ya estaba en una habitación, pero ya saben a lo que me refiero.

Finalmente, cuando el sol estaba por darle paso a la luna, Hyuk regreso a su habitación, estaba cansado y necesitaba dormir. Así que tocó un par de veces antes de entrar nuevamente a dicho lugar.



— No tienes que hacer eso — dijo quien supuso, era su compañero.

— Ya no importa — comentó Hyuk sentándose en la cama vacía a lado de sus pertenencias.

— Perdón por lo de hace rato, es que... — comentó pero después de quedarse callado brevemente continuó — nos estábamos despidiendo, así que ya no tienes por qué preocuparte.

— No tienes que darme explicaciones — dijo tajante Hyuk.

El ambiente se tensó levemente, y mientras Hyuk sacaba parte de su ropa de la maleta, su compañero se acercó a él.

— Soy Hongbin, por cierto — dijo sonriendo el chico, extendiendo su mano.

— Yo soy Hyuk — respondió estrechando la mano de su nuevo compañero.

— Bueno Hyuk, déjame darte la bienvenida oficial — objetó Hongbin tratando de sonar gracioso.

— Si no te importa, quiero dormir.

— ¿Ah? Sí, claro, adelante.

Intimidación. Fue justo lo que sintió Hyuk al ver el rostro de su compañero, él no quería sonar descortés ni nada por el estilo, pero su nuevo compañero era muy guapo, y Hyuk no podía quitarse la imagen de él debajo del otro chico, del que también supuso era su novio. Y por una muy extraña razón, sintió algo de envidia.

* * *

A la mañana siguiente, la primera clase de Hyuk era a las 8 de la mañana, pero a pesar de que se levantó con tiempo suficiente para no retrasarse, éste no pudo evitar darse cuenta de que su compañero Hongbin, ya no estaba en la habitación cuando él despertó.

— Vaya, al menos es madrugador — dijo para sí mismo cuando salió del pequeño baño y comenzó a vestirse para su primera clase.

El ambiente que se reflejaba en el salón era bastante dinámico y alegre. Hyuk se presentó con algunos de sus nuevos compañeros y, mientras esperaban la llegada de su maestro, más de uno quedó con el ojo cuadrado, al ver entrar a una mujer, pero no cualquier mujer, su nueva maestra era una muy reconocida bailarina.

— Muy bien chicos, veo que ya todos están listo... Hoy, vamos a ser algunos ejercicios de estiramiento para ver un poco de su flexibilidad. No se asusten si no pueden hacer un Split a la primera, les prometo que durante esta clase, no solo lo perfeccionarán, sino que será grandioso... y si por ahí hay alguien que no me conoce, mi nombre es Isabela Duran.



¡Isabela Duran, fue la primera maestra de Hyuk y él parecía no entender quién era ella! Tuve que respirar profundamente varias veces, para no asesinarlo. Pero me estoy desviando del tema, supongo que ¿Quieren saber cómo le fue? Bueno, Hyuk seguramente recordará eso por siempre, especialmente porque estaba tan perdido, que no sabía cómo se llamaba cada uno de los pasos y movimientos que la hermosa y sublime Isabela, le pidió que hiciera. No está demás decir, que si yo hubiera estado ahí, los hubiera hecho a la perfección, pero ese no es el punto, así que la opción que le quedó fue revisar vía internet después de esa primera impresión.

¡Dios, Isabela Duran!



* * *

Hyuk había bailado e incluso se había ejercitado antes, pero durante el primer día, sentía que le dolían partes del cuerpo que ni siquiera sabía que podrían dolerle. Cuando el día terminó y regresó de nuevo a su habitación; Hongbin se encontraba respondiendo algunos mensajes en su teléfono, lo vio entrar al cuarto como si fuera un zombie, y aventarse prácticamente a la cama, sin siquiera desvestirse o quitarse los zapatos.

A la mañana siguiente, una botella de agua con un par de analgésicos se encontraban a lado de su reloj despertador, junto a una nota escrita a mano que decía:

«Con esto podrás seguir moviéndote sin sentir que te molieron a golpes.»

Staring At The Stars [HyukBin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora