El club de las C

26. Courtlin por siempre

Por eso estos días el club de las C ha pasado de estar unido a estar dividido, sobretodo por la pelea interna entre Candice y Courtney.

A pesar de todos esos inconvenientes sigo buscando la manera de que mis amigas se arreglan aunque eso esta vez parece estar complicado. Candice realmente está enfadada y no le culpo por ello puesto que sé que ser ignorada por aquella persona a la que amas no es plato de buen gusto pero también sé que eso no le da el derecho de enfadarse e ignorar a Courtney sin haber escuchado su versión de los hechos.

Todos merecemos que se nos escuche.

Al llegar al instituto me encuentro en la entrada con Candice y Cecile. La segunda parece estar consolando a la primera.

—Hey chicas —saludo con alegría que es justo lo que nos hace falta en estos momentos.

Cecile me hace una seña como si quisiera decirme que este no es el momento.

—Él sigue ignorándome, ya no sé que más puedo hacer para que me perdone —comenta Candice entre sollozos.

—¿Qué hizo ahora? —pregunto para ver si solo la ha ignorado o ha hecho algo más.

Mi amiga se acurruca apoyando su cabeza en el hombro de Cecile mientras se limita a llorar desconsoladamente. Yo sabía que las rupturas no solían ser fáciles pero tampoco pensaba que podían llegar a tanto.

—Candice dice que cuando llegó antes de que yo viniera con ella, lo vio tonteando en la entrada con Penélope —me explica Cecile.

Candice, tras oír a nuestra amiga explicarme lo ocurrido, deja de lamentarse y empieza a limpiarse las lágrimas, además del maquillaje corrido, aunque esto último no le resulta muy efectivo y pasa a sacar una toallita de su bolso.

—¿En serio? —preguntamos Cecile y yo al unísono al ver la toallita.

—¿Qué? Hay que venir preparada para cualquier circunstancia —Ella se encoge de hombros y nos mira como si fuese algo lógico.

Cecile y yo nos miramos y comenzamos a reírnos ante las ocurrencias de la rubia. Al final hacemos que a ella se le contagie nuestras risas y termine riéndose.

Por un instante todo me parece igual que antes, tres amigas riéndose y dejando sus problemas a un lado. Sin embargo, cuando Courtney se acerca a nosotras, la expresión de Candice cambia totalmente y eso hace que el ambiente de buen rollo que se había creado se transforme en uno hostil e incluso incómodo.

—Chicas, ¿cómo estáis? —nos saluda Courtney de buena manera tal vez pensando que el enfado de Candice es agua pasada.

Yo también quiero pensar que Candice ya está preparada para escuchar a Courtney. Sin embargo, cuando desvío mi mirada hacia ella me doy cuenta de que estoy completamente equivocada.

—Me voy —anuncia Candice y apresura el paso.

—¿En serio Candice? —digo ya un poco cansada de la situación.

Al escucharme mi amiga se detiene y se da la vuelta, quedándose de frente a nosotras.

—Sí Caitlin, en serio. ¿O es que acaso pretendes que me quede en el mismo lugar que la chica que se ha encargado de joder mi relación? —responde Candice de forma borde y mirando con resentimiento a Courtney.