Capítulo 5. El chico de los ojos azules.

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{En multimedia David Willems}

PUNTO DE VISTA DE COURTNEY

Candice ha sido llevada al despacho del director junto a su hermanastra Brittany. No puedo creerme que se pelearan en medio del pasillo. Eso no es algo propio de Candice y mucho menos de Brittany. A ambas nunca les ha gustado la violencia.

A pesar de todo, entiendo a Candice. Debe de ser duro empezar su primer día de instituto de esta manera. Creo que quien haya pegado esas fotos en las paredes es una persona cruel y rastrera. Mi amiga no se merece eso.

Más bien nadie se lo merece.

Quedan cinco minutos para que comiencen las clases.

Este año tengo entendido que me toca como tutora a Letice Sanders. Ella es una mujer de unos treinta años que se conserva bastante bien. Tiene un pelo cobrizo envidiable y siempre me ha parecido que sus gafas la hacen parecer más intelectual de lo que es. Sanders ha sido mi profesora de lengua y de latín durante estos dos últimos años.

Ahora mis amigas y yo nos encontramos apoyadas en algunos casilleros donde hace apenas un par de minutos se había formado aquella pelea. Las tres estamos en silencio y en cierta manera seguimos asombradas por lo que ha ocurrido.

Pobre Candice.

Observo de reojo a Caitlin, ella juega con sus dedos, lo que significa que está nerviosa. A su lado se encuentra Cecile quien tiene la mirada perdida, estará pensando en sus cosas y luego estoy yo, quien estoy pensando en lo que ocurrió con Candice y en que espero que el director sea comprensible con ella y más después de ver las fotos que están por toda la escuela.

Suena el timbre, lo que significa solo una cosa.

—Deberíamos ir ya a clase o llegaremos tarde —afirma Cecile con una voz algo ronca.

Caitlin deja de jugar con sus dedos y mira a la morena que tiene al lado.

—Sí, tienes razón, os veo luego —responde la más bajita del grupo mientras se dirige a su clase correspondiente.

Ella ha escogido ciencias este año, por lo que está en una clase diferente a la mía aunque tenemos algunas clases conjuntas como las de deporte, informática y latín. No recuerdo si alguna más.

—Vamos —espeta Cecile avanzando por el pasillo entre la multitud de estudiantes que se apresuran por no llegar tarde en su primer día.

Dicen que el primer día de clase es donde se define la impresión que les darás a los maestros, por ello es importante.

Mi amiga y yo entramos en la clase que pone cuarto A y buscamos un sitio donde poder sentarnos juntas. Al final, optamos por un lugar en medio de la clase, ni muy delante, ni muy detrás.

—Estoy un poco nerviosa —Le comento a Cecile. Ella está con la mirada perdida acomodando sus cosas en la mesa.

La profesora o el profesor correspondiente aún no ha llegado.

Cecile desvía su mirada hacia mí.

—Tranquila, ya verás como no es para tanto —intenta animarme.

La amistad que tenemos Cecile y yo es algo extraña. Ella me cae bien, a pesar de que últimamente este un poco más rebelde y se pase con el alcohol o haga cosas con varios chicos que yo no haría de esa manera. Es por su parte por la que veo que quizás no haya una gran amistad.

El club de las C Where stories live. Discover now