Capítulo 8. Ya ni sale el sol.

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{En multimedia Eiden}

PUNTO DE VISTA DE CANDICE

Una semana ha pasado desde que empezó el instituto. En esa semana yo solo he asistido el primer día. No hay que ser muy listo para saber porque he decidido no asistir a clase, creo que es algo más que obvio.

Hoy es lunes y lo único que espero es que ya nadie se acuerde de las fotos o que al menos ya no hagan comentarios al respecto. También quiero hablar las cosas con Eiden pero él no parece querer arreglar nada conmigo ya que no ha respondido a ninguno de los mensajes que le he mandado.

No me puedo creer que en estos momentos en los que le necesito, él esté pasando de mí, eso es demasiado injusto. Yo siempre he estado para él cuando me ha necesitado, ¿por qué él no puede hacer lo mismo?

Tal vez Eiden no es como yo pensaba.

Varios golpes resuenan en la puerta de mi habitación.

—Pase —digo sin saber de quién se trata.

Observo el rostro de la persona y si llego a saber quién es antes de entrar, no le hubiera permitido la entrada a mi cuarto.

—¿Podemos hablar? —me pregunta la chica que antes era rubia pero que ahora tiene el pelo pelirrojo.

Se lo habrá teñido en estos días.

—¿Qué quieres Brittany? No estoy para boberías —digo alto, claro y de manera borde.

Ella me mira con profundidad.

—Quería disculparme por aquel comentario que te hice el primer día de clase, ni siquiera tú te mereces lo que te hicieron, fue demasiado cruel —me quedo perpleja ante las palabras de la pelirroja.

Nunca me hubiera esperado que Brittany se disculpara conmigo y mucho menos que actuara de esa manera agradable, por así decirlo.

—Ya bueno, eso me pasa por beber demasiado alcohol —doy un leve suspiro al recordar que hoy tengo que volver a clases.

Espero que la gente se haya olvidado ya de eso.

—No Candice, no digas eso porque nada justifica que hayan puesto esas fotos en las paredes de la escuela, eso es denunciable y cuando encontremos al responsable lo denunciaremos por ello —es la primera vez que veo que Brittany se preocupa tanto por algo que me haya pasado. Su voz suena tan decidida que hasta pienso que el tinte le ha afectado al cerebro.

—¿Por qué te preocupas tanto? —pregunto con cierta curiosidad.

Brittany se acerca a mí y se sienta en una esquina de mi cama. Sus ojos comienzan a lagrimearse. ¿Qué le ocurre?

—Hace cuatro años, mi prima Bailey pasó por algo parecido a lo tuyo Candice. Ella le mandó una foto privada a su novio y cuando rompieron él se encargó de publicarla por todos los medios posibles. Le arruinó la vida Candice y nadie hizo nada. Ahora mi prima lleva mejor las cosas pero en su momento incluso tuvieron que internarla en un centro de ayuda porque se intentó suicidar. Sin embargo, a él no le hicieron nada, nadie le castigó por lo que le hizo a mi prima y eso realmente fue injusto —se nota que Brittany está sintiendo lo que dice—. No quiero que contigo pase lo mismo Candice —termina añadiendo.

Su discurso me emotiva y una pequeña lagrima sale de mi rostro. Me acerco lentamente a Brittany y la abrazo en señal de agradecimiento.

El club de las C Where stories live. Discover now