Día 3/parte 3.- Una oveja entre leones

1.1K 125 134
                                    

—¿Eres estúpido? ¿Qué tienes en la cabeza? ¡Me matarán cuando me vean! Antes de que sepan que ando contigo ya estaré en el otro mundo, creo que robar mis cadenas te afectó el cerebro—se quejaba el rubio mostrándole sus ojos rojos llenos de ira ¿Cómo se le podía ocurrir semejante cosa?

—Si nos quedamos a la vista te encontrará la policía e iras a prisión por homicidio—respondió sin darle importancia al enojo del Kuruta.

— ¿Y por qué yo? ¡¡Tú lo mataste!!—le gritó al moreno

—Porque yo soy bueno escabulléndome y borrando mi rastro, recuerda que yo no existo para la sociedad—le guiño un ojo, era verdad y Kurapika lo sabía.

—¿Y cuál es tu grandiosa idea para evitar que tus hombres me aniquilen al segundo de verme? — sus dudas aun no estaban aclaradas.

—Pues...— se le quedó mirando de pies a cabeza, Kurapika ni siquiera tuvo que hacer gran esfuerzo por adivinar de lo que se trataba.

"Esto me pasa por hablar" ni siquiera lo pienses — muy tarde Kurapika, Kuroro había tomado la decisión.

Unas horas después...

—Kurapika, sal de ahí, te vez bien— sugirió por milésima vez a su novio.

— ¡¡Ese es el problema idiota!! ¿Acaso quieres que se me insinúen esos aliados tuyos? ¡Pudiste haber encontrado algo mejor para mí! ¡Ah, Pero el hombre quería una mujer sensual y atrevida! ¡Ya verás cuando vayamos a isla ballena! Cobraré mi venganza con intereses. —amenazaba el rubio desde el vestidor.

—Si, habla todo lo que quieras pero ya sal de ahí

— ¡No quiero!

— ¡Vamos! Quiero verte ese vestido

—Ya, no te rías de mí—sale porque ya no tiene caso seguir con la discusión.

—Pero si no te vez nada mal, enserio pareces una...

—Dilo y te pateo la entrepierna

—Mmm bueno, no lo diré —detiene a una de las empleadas que estaba cerca —señorita, ¿tiene una prenda con más escote?

— ¡¡¿¿Qué??!!—se pone fúrico el rubio

— enseguida se lo traigo— contesta alegremente la chica y va en busca del pedido.

—Kuroro, te advierto que esto va a ser peligroso, no juegues con nuestra situación, esos tipos me reconocerán en cuanto me vean.

— ¿Como lo sabes? No los conoces, ellos no sospecharan de ti, cálmate. Yo me encargaré de todo, solo actúa como si fueras mi mujer.

— ¡¿Cómo?!—arquea una ceja al borde de atacarlo.

—Lo que oíste, finge ser mi pareja, mientras no sepan que eres tú, no habrá peligro alguno, sólo evita decir algo que te delate como "ustedes mataron a mi clan" o "los voy a matar como a los otros" etc.

—Debes estar bromeando—ríe con sarcasmo.

—Con esas cosas no se juega, yo te protegeré como la mujer que eres— se le queda mirando a las piernas.

— ¿Qué significa eso?—empuña las manos viéndolo levantarse y acercarse a él.

—Que te amo— le besa la mejilla haciendo que se avergüence de nuevo. Sin pensarlo le planta en la mejilla una bofetada con su mano derecha.

—Aquí esta, es el mejor vestido con escote de la tienda, ¿qué más necesita? —dice la empleada entregando amablemente el vestido.

—Nada más, gracias—responde Kurapika con la misma amabilidad, que bipolar es.

QUE NADIE SE ENTEREWhere stories live. Discover now