Día 3/parte 5.- No molestar

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— Pika... ¿ya estás lista? - tocaba insistentemente la puerta para obtener la respuesta de la rubia.

— Ya casi...- mintió, estaba hecho un lío por no tener idea de como utilizar un producto higiénico femenino y molesto por no saber como esconderlo para fingir que se lo puso, pero lo peor era no poder usarlo aunque quisiera para ocultar el dichoso sangrado teniendo un aparato masculino que se lo impedía.

— ¿Necesitas ayuda?—sugiere una inquieta shizuku ya que llevaba un buen rato esperando a la rubia.

— ¡no! ¡no te atrevas a entrar! yo lo tengo bajo control—contestó casi en tono alarmado mientras se odiaba así mismo por no haber leído aquellos artículos sobre la salud femenina cuando tuvo la oportunidad.

— ¿estás segura? llevas dentro más de una hora—insiste la chica de lentes algo preocupada.

— sólo ven y dime como se pone— se rindió de luchar con su ignorancia y dejó que pasara la araña ocho para ayudarlo. Mientras ella le explicaba el procedimiento, Kurapika recibió un nuevo escalofrío acompañado de las consecuencias que causaron su sangrado. — ¡ahh! — un nuevo dolor invadió su cuerpo y lo hizo retorcerse sobre en el asiento del inodoro, Shizuku lo ayudó a no caer y sostuvo su muñeca en señal de apoyo femenino que kurapika no entedia y se soltó de su mano bruscamente.

— Pika, son cólicos los que tienes, vas a estar bien, te ayudaré, quedate aquí— se alejó para salir del baño y nuevamente Kurapika se levantó como pudo, disimulando como todo un fracaso el hecho de que se estaba muriendo de dolor.

— co...co...rrecto — articuló con esfuerzo y se quedó apoyado sobre el lavamanos, mirando su desgracia en el reflejo del agua.

Una vez que Shizuku salió, Kurapika bajó sus bragas para tratar de colocarse la toalla él solo, haciendo todo tipo de maniobras con tal de encontrar el acomodo correcto de dicho producto y al mismo tiempo luchando con el dolor que sentía. La sangre que derramaba le indicaba que estaba sufriendo un desgarre anal, uno muy fuerte, el cual lo abochornó a niveles escalofriantes.

— ¿Porqué tiene que pasar esto? ¡que inoportuno! ¡Maldito Hisoka o quien quiera que haya sido ese infeliz!— cuando al fin pudo colocarse correctamente la toalla, la puerta del baño fue abierta sin tocar, llevaba en sus manos una taza de té para él.

— Ya traje el té para los coli... — la chica de la aspiradora no pudo creerse lo que estaba mirando, soltó la taza de té que se despedazó en el suelo del baño haciendo el suficiente ruido para que toda la brigada se enterara.

— ¿Están bien allá? — Preguntó desde su asiento Phinks, a punto de levantarse cuando después de 3 segundos no recibió respuesta, sin embargo, Shizuku contestó con la voz un tanto quebrada pero lo suficientemente clara.

— Estamos bien, no se preocupen, no pasa nada, sólo se me cayó algo, ya lo limpio — Cerró la puerta del baño quedando encerrada de nuevo con la rubia y de forma automática apareció Deme chan, aspiró los restos de la taza y acto seguido desapareció el artefacto.

Ahora proseguía una confrontación de miradas por parte de ambas chicas, Kurapika estaba nervioso, lo que acababa de provocar el accidente de la taza le causó a él un tamaño de vergüenza 3 veces más grande, pues Shizuku acababa de ver su miembro, es decir, que ahora sabía que era un hombre.

— Tú eres... eres... —lo señaló mostrando visibles nervios y ansiedad.

Incluso tal vez... Shizuku ya sabía que estaba frente al bastardo de la cadena.

— no lo digas... por lo que más quieras... no lo digas... — una opresión en su pecho lo invadía, sugestionándose así mismo al pensar que moriría en el momento en que ella revelara su nombre o al menos, que aceptara que lo reconocía.

QUE NADIE SE ENTEREحيث تعيش القصص. اكتشف الآن