Remanso

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Siempre esperaba que su partida seria un gran sutnami. Un devastador y trájico momento. Pero por el contrario ...nos llevó a un remanso...a una playa ...a una habitación amarilla...solitaria del hospital.
Como único protagista su cuerpo tendido en reposo. Sus últimos latidos fueron el compás que marcó las horas del día 2 de Abril. 
Y nos encontramos ante su ocaso...nos sentamos a su orilla en la arena...y nos mostró el atardecer...con esa quietud y esa hombre y bondad que solo el tenia...nos sentamos sin miedo ni estupor ...y el sutnami esperado se convirtió en un maravilloso atardecer y contemplamos y nos enseñó como se  marcha el mar después de dar vida a todos los que estábamos allí. ..simplemente bajaba la marea...bajaba la marea...cada vez nos quedaba a arena...y menos mar...y menos sal y menos luz...simplemente  nos descalzos en silencio...el dolor cauterizo nuestras arterias y latiamos con El...con el gran Padre...Abandonamos los deseos que da la vida y entendimos que la vida del mar se merecía un buen descanso....un dejar partir con paz , con sosiego...nos hubiéramos ido contigo pero este es nuestro sitio...demostrar lo que tu nos has enseñado...se apago la luz en su remanso...y la habitación 232 se iluminó de los brillos de nuestras lágrimas.

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