Fernando y Leticia se encontraron en el recibidor , y Fernando pegó su brazo al de ella , y en el oído le dijo:

F: ¿Nos vemos abajo? ¿Nos vamos juntos?

L: Vaya usted primero, yo llegaré mas tarde. Al igual que ayer, quiero ir a mi casa y llamar a mis papas desde allá. Pero...─dudosa y,  a la vez,  rogando con su mirada─... ¿Estará cuando llegue? Aún no sé abrir la puerta.

Leticia mentía. Solo quería que no fuese a ningún sitio. Lo quería allí. Lo necesitaba con ella, todo el tiempo. 

F: Si no tengo más remedio allá estaré, pero solo porque tengo una esposa que es un poco torpe y tengo que ir yo a abrirle la puerta –susurró burlándose.

Fernando llegó a su casa, quería prepararle algo de cenar para cuando ella llegara, pero al primer intento de cocinar  desistió y pidió la comida a domicilio. No quería arruinar una noche bonita con un plato crudo o quemado,  o peor aun,  con una gastroenteritis. Quería sorprenderla, necesitaba que todo fuese perfecto,  poco a poco estaba consiguiendo su confianza y  Leticia cada día era mas dulce. Por fin sentía desenmascarar a su Lety, a la verdadera, a la inocente y cariñosa.

De nuevo Fernando escuchó como alguien se peleaba con las cerraduras de la puerta, y a los pocos segundos Leticia abrió. Cuando entró encontró que la sala estaba iluminada por una lamparita que lucía en una esquina del gran  salón, y vio a Fernando sentado en el suelo apoyando la espalda en el sofá, en la mesa había dos platos , dos copas, una botella de vino y una vela encendida.

Fernando se levantó, puso el CD de Pablo Alborán y eligió la canción ''Por fin'', y le bajo el volumen al mínimo.

Qué intenso es esto del amor

Qué garra tiene el corazón, sí

Jamás pensé que sucediera así

Bendita toda conexión

Entre tu alma y mi voz, sí

Jamás creí que me iba a suceder a mí

Por fin lo puedo sentir

Te conozco y te reconozco que por fin

Sé lo que es vivir

Con un suspiro en el pecho

Con cosquillas por dentro

Y por fin sé por qué estoy así

Tú me has hecho mejor, mejor de lo que era

Y entregaría mi voz...

Fernando se acercó a ella, le cogió la mano y la sentó a su lado. Hoy no iba a permitir que huyera de él como todas las noches anteriores, sentándose lejos y al frente.  Hoy no le iba a dar otra opción, la necesita cerca de él. Leticia no podía hablar, todo parecía un sueño. La luz tan tenue donde había mas oscuridad que claridad envolvía de sombras sus cuerpos y al espacio de romanticismo y la música se encargaba de desempapelar sus sentimientos.

F: ¿Le gusta?

Los dos estaban sentados en el suelo apoyados por su espaldas en el sofá, Fernando acomodo su brazo encima del asiento,quedando por detrás de su espalda.  Con sus dedos alcanzaba a tocar su hombro y brazo, pero se contuvo. Leticia sentía un hervidero de emociones difícil de controlar, el corazón le bombardeaba el pecho y las mariposas en el estomago le impedirían probar bocado.

L: Es, es todo maravilloso. ¿Usted mismo lo ha cocinado?

F: Sí ─afirmó y sonrió con descaro. 

L: Sé que no. Pero sigue siendo igual de maravilloso.

F: Lo hubiera hecho, pero la idea es que le guste. 

Fernando pinchó un trozo de salmón de su plato y se lo acercó a su boca. Leticia temblorosa entreabrió sus labios, que Fernando no pudo desviar su mirada de ellos ni por un segundo , ¡Dios como ansiaba sentirlos! Y cuando Leticia ya estaba rozando el salmón con sus papilas gustativas , Fernando se lo quitó de la boca dejándola con la boca abierta y la punta de su lengua expuesta , en ese momento sintió un deseo irrefrenable de besarla, pero no pudo, si lo rechazaba echaría a perder todo lo conseguido hasta ahora y no merecía la pena arriesgar.  Así que como siempre puso una semillita de humor a la situación. Y jugó con su boca haciéndole que la abriera dos o tres veces para darle el salmón sin dárselo. Leticia agarró su brazo con fuerza y por fin dirigió su boca al tenedor y pudo comérselo. Aquello era extremadamente sensual para Fernando que deseaba devorar sus labios.

L: ¡Don Fernando!, ya, no más. ─dijo con una sonrisa en la cara que iluminaba el cielo. 

F: De acuerdo, la dejaré que coma sola... Leticia usted no me ha preguntado nada del tercer tema. ¿Quiere que hablemos?

L: Es que... no sé ─sus ojos cayeron a sus manos.  

F: No sabe ¿qué? ─preguntó incrédulo agachando y girando su perfil con descaro y buscando sus ojos.  

L: Podría preguntarle muchas cosas, pero sé que sus contestaciones no serán gratas para mí. 

F: ¿Por qué dice eso? ─preguntó asombrado.

Fernando estaba confuso, podría ruborizarla pero no gratas ¿por qué?

L: Don Fernando sus mejores caricias no tienen mi nombre, no se las he dado yo. Sus posturas preferidas tampoco han sido conmigo. Sus sensaciones mas excitantes después de haber estado con tantas mujeres, seguro que, yo no le he hecho sentir nada del otro mundo... Y no quiero escucharlo. Me niego. 

Aquellas palabras le calaron en el corazón a Fernando. Leticia al identificar su dolor estaba reconociendo abiertamente sus sentimientos hacía él.

F: Permítame decirle que usted no tiene ni idea de lo que esta diciendo. Usted esta muy, pero que muy equivocada... Sus caricias han sido las mas bellas y excitantes que he sentido en toda mi vida. Las he revivido mil veces en mi pensamiento,  he luchado por mantenerlas vivas en mí, como el mas bello recuerdo. Su ternura, su entrega, no se puede comparar con nada ni nadie. Nunca he revivido en mi imaginación ninguna situación con otra mujer, en cambio con usted me he quedado ahí, estancado, sin querer que pase el tiempo y borre sus huellas ─dijo y tomando un tono aún más rotunda continúo─. Me gustaron todas y cada una de ellas, todas me hicieron sentir las sensaciones mas profundas cabidas en mí que ni siquiera sabía que existían. Si le preguntan puede decir que todas me hicieron enloquecer, el contacto con su piel me perturba a unos extremos sin limites...

Leticia le tapó la boca con su manos.

L: Ya. Ya entendí. No siga por favor.

Leticia estaba tocando el cielo con las manos, sus palabras nacían de su corazón. Pero no podía dejarlo hablar o terminarían abrasándose en el fuego de sus pasiones. Ella hizo amago por levantarse, pero Fernando la detuvo... 




FANFIC: BÉSAME EN LA BOCA CON TU LÁGRIMA DE RISA.Where stories live. Discover now