One Life (Justin Bieber y tú)

Capítulo 4.-La temida conversación.

Me dí la vuelta dispuesta a irme,no quería verlo, no podía verlo,¿Cómo se puede ver a una persona que te ha hecho tanto daño? De ninguna manera,no se puede y en mi caso menos. La herida que el provocó en mi corazón seguía abierta,sangrando cada vez que su recuerdo inundaba mi mente y odiaba recordarlo,odiaba recordar cada momento que habíamos vivido juntos,odiaba recordar que me había entregado a él como mujer y odiaba recordar que le había entregado mi corazón, por eso me tenía que ir de ahí. Pero comprendí que era demasiado tarde cuando noté que una mano se aferraba a mi brazo y me echaba hacia atrás. Mierda. Era él. Su perfume era inconfundible,ese que a mi me volvía loca,ese que también yo le regalé cuando cumplimos dos meses.

Unos segundos de silencio fue lo que obtuve pero sabía que eso pronto se iba a acabar,aunque deseaba que durara para siempre pues lo que menos tenía eran ganas de aguantar sus palabras que seguramente eran para borrar un error que ya estaba grabado en mi piel.

-¿_________?-Dijo esa voz, la voz ronca y grave que yo tanto había echado de menos,del que había parecido el hombre de mis sueños,aunque de la noche a la mañana había mandado  todo a la mierda,sin importarle en absoluto mis sentimientos. Mis ojos empezaban a picar pidiendo paso a miles de lágrimas que se amontonaban tras ellos. Sin embargo esta vez era diferente,sabía que tenía que luchar contra esas ganas inmensas de derrumbarme porque él no se merecía mis lágrimas. Suspiré hondo pensando en cuales habían sido los motivos para venir a verle. Quería saber la verdad, quería saber que había pasado por su cabeza para comportarse como un real hijo de puta.

-¿__________?¿Eres tu?-Su voz volvió a chocar lentamente con mis oídos,como una dulce paliza que aunque me mataba por dentro necesitaba de ella. Me solté de su agarre y lentamente pero decidida a hacerlo me dí la vuelta para quedar frente a él. Nuestros ojos quedaron unidos de nuevo después de tanto tiempo. Él no había cambiado,su pelo estaba alborotado haciéndolo parecer extremadamente sexy,seguía siendo más bonito que el mío,su pecho estaba al descubierto y se dejaban ver bastantes tatuajes alrededor de los brazos y el mismo pecho que se había hecho, supuse, en el tiempo que estuvo viviendo en Canadá. Llevaba unos pantalones de chándal grises que le quedan por abajo de su trasero y sus pies estaban descalzos

-_________,cuanto tiempo-Me dijo desconcertado y eso sólo hizo que le odiara más.

Habían pasado dos años en los que yo estaba muy mal por su culpa y lo único que se le ocurría era eso. Me daba asco. Todo en él me daba asco. Mis manos se apretaron formando puños y me abalancé contra su cuerpo con todas mis fuerzas,unas fuerzas que a medida que le iba propinando cada golpe iban disminuyendo. Y para colmo,ahí estaban otra vez esas putas lágrimas que me habían tan vulnerable ante él.

-¡Eres un hijo de puta!¡Me has arruinado la vida!¡Yo te amaba!¡¡¿Has vuelto para reírte de mi de nuevo hijo de puta?!!-Dije mientras no paraba de darle golpes.

Él cogió mis manos y me paró. Mi respiración estaba agitada al contrario que la suya que era pausada. Le miré a los ojos y pude notar como una lágrima salía de sus ojos mieles.

-Eres un mentiroso,antes mentiste y ahora mientes de nuevo-Me limpié las lágrimas que no paraban de salir-¡Te odio¡Te od...-Y justo cuando iba a terminar la frase noté como los lábios húmedos de Justin cubrían los mios en un beso apasionado mientras nuestras lágrimas se mezclaban. Había echado de menos eso,y eso fue lo que me dejó totalmente indefensa. Esos besos y esas caricias que le hicieron el primero, ese beso me transladó a todos y cada uno de los recuerdos felices que viví con él,pero no podía dejar que me volviera a pasar lo mismo,tenía que reaccionar antes de que me volviera a atrapar.

Me separé del él con fuerza empujandole con mis manos y le dí un golpe en la mejilla con mi mano abierta y todas la fuerzas que tenía.

-No me vuelvas a tocar gilipollas-Le miré duramente,aunque en el fondo de mi corazón deseara que me hiciese suya en el mismo borde de la puerta.

Él negó con la cabeza mientras se tocaba la mejilla que yo había dañado y de sus ojos salían un par de lágrimas mas. Por inexplicable que pudiera parecer me dolía más verlo a él llorar que llorar yo. No me gustaba verlo de esa manera, parecía tan vulnerable... Pero no lo era...era muy buen actor, eso es lo que era.

-Si por lo menos me escucharas un poco pequeña sabrías lo que realmente pasó-Susurró.

-No me vuelvas a llamar así nunca más,además yo ya sé lo que tengo que saber,la verdad que tu mismo me confesaste hace dos años,que me habías utilizado para echar dos polvos-Una pizca de dolor se incrustó en mi corazón al recordar aquello y el rencor volvió a tomar el mando tanto de mi cerebro como de mis acciones.

-__________ déjame que te explique lo que realmente pasó-Dijo casi en tono de súplica.

-No me tienes nada que explicar ni siquiera se porqué he venido hasta aquí-Me iba a ir cuando noté que Justin me subía en brazos y me llevaba hacia dentro de la casa.

-¡Suéltame!¡Suéltame joder!-Grité.

Él cerró la puerta de casa con llave y me llevó al salón.

-De aquí no te vas a mover hasta que me escuches y sepas de una vez lo que en realidad pasó-Susurró con voz dura,sabía que aunque me costara no podía hacer nada,le tendría que escuchar.

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