Últimos capitulos: Capítulo 33.

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Narra Justin:

Estaba en aquella cama blanca de dosel con __________ apoyada en mi cuerpo. Acaricié su cabeza y la besé. Habíamos terminado de comer entre risas y bromas-Oh, ___________ eres impresionante-pensé.

Nada me preocupaba más ahora que cuidar a ____________ y darla la vida que se merecía. Por eso había comprado esta casa. Hace tiempo, cuando estaba yendo a una misión, vi esta casa y desde el primer momento me enamoré de ella. Me prometí en ese mismo instante que cuando encontraría a la chica adecuada, a la mujer de mi vida, la traería a vivir aquí. Y aquí estaba. Y __________ era la mujer de mi vida, lo tenia claro. Volví a sonreír mirando al cielo y sonreí. Nada nos podía quitar esa felicidad ahora, por lo menos hasta que terminaran las vacaciones. Suspire. Era la misma mierda de siempre. Siempre era eso lo que jodía todo, pero no lo podía dejar. Gracias a eso le estaba dando a __________ la vida que se merecería. Y la casa sólo era el principio. Pensaba llevar a _________ a París para pedirle de forma formal que se casara conmigo y luego haríamos el amor en una habitación con vistas a la Torre Effiel. Si. Ya tenia los billetes preparados. Los tenía guardados en la cinturilla de mi pantalón. Si aceptaba nos iríamos mañana. Cerré con fuerza los ojos y los abrí de golpe-Vamos Justin, es ahora o nunca-pensé.

-Nena tengo algo que proponerte-Le di la vuelta para que quedara encima mío frente a frente, deslicé una de mis manos por la cinturilla de mi pantalón sacando el sobre que contenía los billetes de ida a París, con fecha para mañana y sin fecha de vuelta-Esto es para ti nena.

Ella empezó a abrir el sobre con sus pequeñas manos aguantado el equilibrio poniéndo los codos sobre mi pecho. Cuando abrió el sobre vi como su mirada se iluminó al instante y esbozó una sonrisa deslumbrante mientras sus ojos se clavaban en los mios llenos de gratitud y amor.

-Justin....esto es increíble.... Yo no sé que decir, estoy totalmente abrumada con esto, dios Justin, estás absolutamente jodido de la cabeza- Rió.

-Prefiero que jodamos juntos-La miré con una sonrisa lasciva tirando de mis labios-Entonces nena,¿Quieres ir a París conmigo?-Susurré acariciando sus brazos.

-No me gusta que te gastes todo ese dinero en mi nena, hace poco estábamos jodidos con muy poco dinero y ahora parece que estamos entre nubes de algodón disfrutando de una casa que parece la de un actor de Hollywood-Reí ante sus ocurrencia-Pero si nene, joder si, quiero irme contigo a París...quiero disfrutar de ese viaje contigo, quiero venirme a vivir contigo aquí ya, te quiero-Susurró abrazándome.

Yo la acuné entre mis brazos con ternura. Esa chica me volvía absolutamente loco, esa chica que iba a ser mi mujer. Mía. Mía por siempre. Aunque en realidad ya era mía pues yo era el que le había quitado la virginidad, el único hombre que había disfrutado de su cuerpo sin barreras. Me sentía muy afortunado, terriblemente afortunado.

De un momento a otro, ___________ se puso a horcajadas encima mio y quitó mi camiseta de un momento a otro.

-Nena,¿que haces?-Susurré.

-Esta es mi forma de darte las gracias-Me miró con una sonrisa traviesa y empezó a besar mi pecho.

Narra ____________:

Estaba abrazada a Justin con una sonrisa permanente tirando de mis labios. Me iba a ir a París. Joder. Mañana. Era increíble. ¿Justin podía ser más perfecto de lo que ya era? No, no lo podía ser. Él era perfecto y estas locuras acentuaban todavía mas esa visión de caballero andante que tenía de él. Perfecto. Si. Perfecto y mío. Mío porque fui la primera chica con la que hizo el amor de verdad, no fue un polvo más. No. Sonreí. Desde el primer momento en el que lo vi me atrajo. -Estúpido gilipollas-pensé con una sonrisa recordando el momento en el nos conocimos. Me llamó de todo y acabó jodidamente enamorado de mi,-Eres impresionante Justin-pensé rodando los ojos con una sonrisa. Le tenia que recompensar pero yo no tenia dinero suficiente cono para sorprenderlo con un regalo que estuviera a la altura de los últimos acontecimientos. Quizá con un par de trabajos más conseguiría algo de dinero extra para sorprenderle pero ahora no tenía nada del otro mundo, así que decidí utilizar mis armas de mujer. Al fin y al cabo en me había prometido ir de picnic para meternos mano. Había terminado el picnic y no había habido nada de mano. Así que decidí sorprenderle. De un momento a otro me puse a horcajadas sobre su miembro, haciendo que este, rozara duro contra mi feminidad. Quité su camiseta en cuestión de milésimas.

-Nena,¿que haces?-Susurró con voz ronca y necesitada. Bien, estaba cachondo.

-Esta es mi forma de darte las gracias-Le sonreí juguetona y empecé a poner besos tiernos y húmedos sobre su pecho mientras que notaba como su respiración se tornaba irregular. Llegué a su cuello y deslicé mi lengua muy despacio por todo el perímetro de este mientras movía las caderas con sutileza para que su miembro rozara con mi feminidad.

Gemí contra su oído de forma muy erótica y Justin posicionó las manos sobre mi culo amasándolo mientras gruñía.

-Dios nena-Susurró y le besé con fuerza mientras el metía sus manos frías por dentro de mi pantalón acariciando mi trasero por encima únicamente de mis braguitas. Me los fue bajando lentamente por mis piernas mientras yo me encargaba de sus vaqueros. Acaricié su miembro mientras el metía la mano por dentro de mis braguitas. Dios. Metió dos dedos en mi interior y los empezó a mover acariciando gloriosamente las paredes de mi feminidad. Me puse recta sentada todavía encima de él y empecé a sobre y a bajar mi cuerpo en torno a sus dedos mientras me quitaba la camiseta y el sujetador delante de sus ojos hambrientos. Hambrientos de mi. Gemí.

-Dios Justin-Susurré y me empecé a mover mas rápido proyectando las caderas hacia delante, para conseguir esa fricción que necesitaba y llegar al orgasmo con sus dedos expertos.

De repente Justin sacó sus dedos de mi interior dejándome vacía y anelante de su contacto. Gimoteé llena de rabia.

-Shhh nena-Se puso encima mío-No quería que te corrieras así, quiero sentir todo tu placer dentro de mi-Se quitó los bóxers y apretó su miembro duro y excesivamente grande contra mi. Gemí-Esto es lo que provocas en mi nena. En mi cuerpo.

Justin empezó a besar mi cuello bajando por mi clavícula hasta mis pechos. Muy lentamente, como acariciándome con esos labios tan suaves empezó a pasarlos por todo el perímetro de mis pechos sin tocar aún mis pezones. Haciendo que entrara en un estado de éxtasis. Con cuidado descubrió su lengua y empezó a torturar mis pezones. A chuparlos. A mordisquearlos y luego tirarlos hacia afuera. Primero con uno y luego con otro, antes de que, sin previo aviso me embistiera. Gemí de sorpresa y el cambio de posiciones aún en mi interior. Me dejo a horcajadas encima de él de nuevo y me dió las manos para que me apoyara en él.

-Vamos nena, muevete, para mi-Gruñó y me empecé a moverme sobre su miembro para que entrara con fuerza. De esa forma tocaba todas las paredes de mi feminidad. Me empecé a mover mas rápido y él dejó que apoyara mis manos en sus hombros para que el pusiera las manos en mi trasero para ayudarme a que su miembro entrara y saliera de mi. Gemí.

-DIOS NENA SI-Empezó a acariciar mi clítoris con sus dedos mientras seguía entrando y saliendo de mi. Noté como el orgasmo llegaba a mi un segundo y al siguiente estallé dejandome llevar por una espiral de placer inigualable. Cuando me dejé caer sobre su pecho, noté como Justin llegaba al orgasmo gritando mi nombre de una forma exótica y totalmente excitante.

Al cabo de unos minutos me desperté sobre el pecho de Justin. Estaba sudado. Con el pelo revuelto después de tan alucinante sexo. Sonreí. Su forma de hacer el amor era tan salvaje, tan primitiva, tan necesitada... Cada día estaba más convencida de que era la misma perfección.

-Nena-Susurró mi oído, ya despierto-¿Quieres que mande a un camión de mudanzas a nuestra casa para que traigan todas nuestras cosas aquí, nos preparen las cosas y nos la acomoden para que esta noche nos quedemos a dormir? Bueno, esta noche y ya para siempre-Sonrió.

Sonreí-Claro nene, así mañana salimos directamente de aquí a París-Le besé.

Justin sacó el teléfono, hizo un par de llamadas y todo se empezó a movilizar. Sonreí.

-Nos quedaremos aquí tapados mientras todo el mundo prepara la casa y colocan nuestras cosas. No quiero que nadie te vea ahora nena, esa cara pos orgasmica sólo la tengo que disfrutar yo-Cogió las mantas y las sábanas, acomodó los cojines y me metió en la cama con él. Sonreí-Descansa nena, cuando te despiertes ya estará todo listo.

Y antes de que dijera nada más, me dejé llevar por el sueño, atraído por todas las emociones que habían pasado en tan poco tiempo.

@50sombrasBieber

Vía de contacto: 50sombrasBieber.wattpad@gmail.com

One Life (Justin Bieber y tú)Where stories live. Discover now