The Vampire Diaries Imagina. -Tercera parte. #3

2.5K 150 2
                                    

1922.

'—¿Qué ha pasado? —Pregunto. — ¿Me he desmayado?

Max evita mirarme.

—¡Contéstame! —Grito alterada.

—Lo siento mucho.

Se acerca a mí arrastrando los pies, como si pesaran demasiado para levantarlos.

—¿Qué sientes? ¿Qué ese hombre nos haya fastidiado el día? —Me quejo. — No tienes que disculparte.

Me levanto de la cama, llevándome una mano al cuello dolorido.

—Terra. —Susurra. — No sé cómo explicarte esto.'

Me giro para mirar a toda la gente que está bailando.

—Mrs. Salvatore-Tateson, ¿me concedes este baile?

Sonrío al oír como me llama Max. Acepto la mano que me está ofreciendo y ambos caminamos hasta la pista donde están los demás. Empezamos a bailar.

Observo como baila el resto, dejándome llevar por Max.

'Terra, deja a esa pobre chica. Ordena Max acercándose a mí.

Sin dejar de mirar a los ojos asustados de la chica, contesto.

—Esto es lo que soy. —Susurro. — No puedo evitarlo, la sed me controla.

—No. —Contesta poniendo su mano sobre mi hombro. — Tú controlas la sed, ahora, déjala.

Suelo a la chica, que cae al suelo de rodillas. Llora desconsolada, y a pesar de que no quiero, me alejo de ella.'

—Cariño.

—Dime. —Digo mirando a Max.

—No me estabas escuchando, ¿verdad? —Pregunta riéndose.

—Por supuesto que sí. —Contesto. — Estabas hablando de lo guapa que soy.

Max vuelve a reírse, y yo desvío de nuevo mi mirada hacia la gente. Mi mirada se posa sobre dos personas en particular.

—¿Stefan? —Susurro parando de bailar.

Suelto a Max y empiezo a andar hacia la pareja.

—Terra...

—Es Stefan, ahí. —Le interrumpo.

Max mira en la dirección a la que estoy señalando, pero la gente ha empezado a gritar y correr, haciendo que pierda de vista a mi hermano.


2010.

Cuando veo el cartel de Mystic Falls no puedo evitar ponerme triste. Primero recuerdo a mis hermanos muriendo, y después recuerdo cuando conocí a Max.

Ahora no tengo a ninguno de ellos conmigo.

Cada vez que cierro los ojos, veo a Max tirado en el suelo con la pata de una silla clavada en el corazón. La esperanza de encontrar a Stefan es lo único que me mantiene con vida, sino, habría acabado con mi vida el día en el que Max perdió la suya.

—Disculpa. —Llamo la atención de una mujer. — ¿Sabes algún lugar donde pueda tomar algo?

—Sí, claro. —Contesta. — Sigue todo recto, ahí verás un bar que se llama Mystic Grill.

—Gracias.

Paso al bar y me apoyo en la barra. Un camarero rubio de ojos azules se acerca a mí.

Cuando me trae la bebida, decido preguntarle.

—¿Conoces a alguien que se llame Stefan Salvatore?

—Sí. —Dice asintiendo. — Stefan y Damon vienen mucho por aquí.

—Stefan, ¿y Damon? —Susurro. — ¿Estás seguro?

—Tan seguro como que uno de ellos está saliendo con una amiga. —Responde.

—Muchas gracias, Matt. —Digo leyendo el nombre de su chapa.

—Todavía no has pagado.

Me giro con una sonrisa, y le miro a los ojos.

—Invita la casa. —Ordeno.

—Puedes irte, da por pagada tu cuenta. —Dice Matt.

—Oh, una pregunta más. —Susurro. — ¿Sabes dónde puedo encontrarles?

—Quizás en la fiesta que celebra el instituto.

Asiento, y salgo del bar con una sonrisa. No solo está vivo Stefan, sino que Damon también.

...

Miro la puerta que tengo delante. Puedo oír la música que están escuchando en alguna parte del instituto.

Respiro hondo, y paso. Estoy nerviosa. Camino lentamente hasta que llego al gimnasio, donde se está celebrando el baile.

Abro la puerta y me quedo ahí parada. Busco con la mirada a mis hermanos y cuando les veo soy incapaz de hacer nada.

Intento moverme, pero las piernas no me responden. He soñado con este momento desde hace años, pero no soy capaz de acercarme a ellos. El pánico se apodera de mí y me doy media vuelta, alejándome de allí.

No puedo. No estoy preparada para hablar con ellos. He estado tan cerca...

Cierro los ojos con fuerza. Si Max estuviera aquí, me habría cogido de la mano y me hubiera guiado entre la gente para hablar con mis hermanos. 




I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora