Alone II | 𝗥𝗶𝗰𝗸

4.

Sintió que se le formaba un nudo en la garganta y lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Por un momento creyó haber superado a Rick pero al volver a verlo supo que no era así pero, lo que está viendo demuestra que él no siente nada por ella.

Obviamente, nunca lo demostró que sintió algo por ella, y seguramente la dio por muerta, a pesar de lo que dijo Carol, Anabelle cree que es así.

Dio la vuelta y con los puños apretados comenzó a caminar pero se detuvo y descargó su ira en una lata que habia en el suelo.

Jessie y Rick escucharon ese sonido así que este último decidió salir dejando a la rubia sola. Salió afuera y vio a alguien desconocido para él de espaldas.

-Hey, ¿quién eres?

Anabelle sintió que en cualquier momento su corazón estallaria de tantas emociones juntas. Su voz, su maldita voz.

-Nadie, no soy nadie.- ni siquiera se molestó en voltear, pero con solo decir esas palabras fue suficiente para que Rick la reconociera.

-¿Anabelle...?- ella no dijo nada solamente se hecho a correr sin rumbo alguno.

Rick quería seguirla, quería asegurarse de que era ella pero sus piernas no avanzaban. Había entrado en shock.

Con lágrimas en los ojos y sin ver dónde iba entró a una de las casas creyendo que era la suya.

-¿Papá?- su corazón se aceleró al escuchar aquello.

-¿Carl?- dijo la morena.

El adolescente se asomó con prisa al escuchar la voz de la chica. Al verla no lo podía creer, y sin dudar un segundo la abrazó.

-¡Anabelle eres tú! Te extrañe tanto.- ella solamente le acariciaba el cabello, era sorprendente lo alto que estaba, un poco más y ambos serían de la misma altura.

-Y yo a ti.- ambos se separaron.- ¿Y Judith?

-Duerme.- dijo con una sonrisa.- ¿Como es que estás...?

-¿Viva? Ni yo tengo idea.- ambos rieron.- Escucha creo que debería ir a dormir.

-¿Por qué no te quedas?- la morena se sorprendió al escuchar eso, no sabía si quedarse o qué. No tenía ganas de ver a Rick.

-Será otro día, prefiero estar sola por hoy, necesito analizar todo esto.- el castaño asintió.

-Buenas noches.- ambos se abrazaron con fuerza.

-Buenas noches.- abrió la puerta pero antes de salir se volteó a ver al chico.- Oye tengo unos cómics que encontré, ¿mañana quieres leerlos?

-Claro.- ambos sonrieron y Anabelle se fue a su nueva casa a paso ligero.

Al entrar, se sorprendió con lo que vio. Desde que comenzó todo nunca había visto algo tan limpio y moderno, había de todo, microondas, agua, refrigerador, tostadora. Era increíble.

Lo primero que hizo fue darse una ducha larga y luego irse a dormir a su nueva cama. Se sentía tan bien pero, los malditos pensamientos no la dejaban dormir.

Pero después de una larga batalla sobre lo que vio hace una hora atrás entre ella y su subconsciente logró cerrar los ojos.

[...]

A la mañana siguiente Rick se levantó como de costumbre. Carl no había dicho nada hasta ahora, no queria hacerlo por si la chica quería hacerle algún tipo de sorpresa o algo.

-Buenos días.- dijo el ex sheriff mientras se sentaba al lado de su hijo con Judith en sus piernas.

-Hola.- dijo.