― Capitulo cuatro: Reflexiones ―

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Los personajes que aparecen aquí son obra de la gran Naoko Takeuchi, la historia es creación de mi loca imaginación.

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Cuando Serena despertó, se despabiló rápidamente, para después meterse a la ducha para prepararse para ir a su trabajo, como todos los días. Su puesto en aquella revista le gustaba, estaba lejos de ser el mejor trabajo del mundo, pero era lo que a ella le gustaba hacer, participar y tomar parte de aquella pequeña revista significaba mucho para ella.

Apenas estaba terminando de arreglarse cuando el timbre de la puerta sonó, con un suspiro de cansancio se miró en el espejo. Cuando finalmente aprobó su imagen, se dirigió hacia la puerta y sin siquiera preguntar abrió, de ante mano ya sabía quién estaba llamando a la puerta, era Lita, como venía haciendo los últimos cuatro días.

Lita y Mina la acosaban de alguna manera, Lita acudiendo a su casa todas las mañanas y Mina... bueno esta tenia demasiado arraigado el habito de levantarse tarde y andar corriendo, así que se limitaba a mandarle mensajes de texto todo el día y solo la llamaba alguna vez en el transcurso del día, ya que afortunadamente, Serena se había dedicado a su trabajo y algunas otras cosas, por lo que no había dado a Mina la oportunidad de visitarla en el departamento. Incluso Ami, ella se limitaba a llamarla por las noches y preguntarle sutilmente como se encontraba.

Con Lita era otra historia.

―¿Cómo estás? ―preguntó Lita, como las ultimas mañanas, apenas entro.

―Bien ―contesto Serena dirigiéndose a la cocina, donde se dedicó a preparar café para ambas ―¿Y tú? ―preguntó mientras depositaba las dos tazas de café en la barra.

Lita hizo una mueca bastante elocuente. Aquello hacía sentir pésimo a Serena, no quería ser la causa de problemas de nadie, y mucho menos cuando nada tenía que ver con ellos.

―Lita, entiende que tienes que dejar de discutir con Andrew por algo que no los debería afectarlos en lo más mínimo ―dijo Serena rotundamente. Lita y Andrew habían estado peleando por diferencias en su manera de pensar con respecto al regreso de Darien, y a Serena no le cabía duda de que algo tenia ella que ver en todo ese asunto.

―Es solo que, lo defiende y temo... ―se quedó callada e inmediatamente se llevó la taza de café a los labios, intentando pensar mejor sus palabras ―Serena no quiero que vuelva a hacerte daño. Pienso que si interfiere en tu vida, nada bueno saldrá.

―No te preocupes, Darien no interferirá de ninguna manera en mi vida ―dijo Serena, muy segura de que si se atrevía a intentarlo ella misma no se lo permitiría.

―¿Estas segura Serena? ―preguntó en un susurro ―Andrew cree que Darien tiene derecho a saberlo todo ―dijo titubeando. Ha Serena se le helo la sangre en las venas, ante aquellas palabras, pero se recompuso rápidamente.

―Lo mejor será que yo misma hable con Andrew ―dijo Serena en un susurro.

―El problema es que considera a Darien valiente y... bueno, cree que el hizo lo mejor por ambos en ese entonces y... ―dijo Lita vacilando nuevamente.

―Está bien, lo entiendo. Y no te preocupes por nada Lita, creo que lo mejor es que tú y él dejen de intervenir en la vida de terceros ―dijo con dureza ―Sé que lo hacen porque nos quieren y aprecian, pero esto está afectando su relación, no creo que valga la pena.

Siempre túWhere stories live. Discover now