—¿En serio?

—Sí, me dijo que le gustaba mucho, pero que sabía que yo estaba muy ocupado siendo "Harry Potter" y que aún éramos muy jóvenes, pero que tal vez en un par de años podríamos salir.

—Merlín... Los niños de ahora son bastante directos.

—Sólo es un año más chico que nosotros —Dijo Harry divertido. —Nosotros aún somos niños.

—Habla por ti, Potti Potter —Draco se enderezó en su asiento con gesto triunfal —Yo soy muy maduro.

—¿Me acabas de llamar Potti?

—Aja...

—¿Por qué no simplemente me dices Harry?

—Potti te queda mejor —El rubio se puso de pie con su pergamino y se sentó junto al pelinegro —Pero no evadas el tema ¿Quién es el afortunado? ¿Es una chica? —Draco lo miró horrorizado y Harry por un momento creyó que su amigo se estaba volviendo loco. —No me digas que es esa Cho Chang.

—Chang es muy bonita, pero no, no es ella.

—¿No vas a decirme, ¿verdad?

Harry negó con la cabeza.

—¿Y por qué crees que estás enamorado?

—Porque cada que le veo tengo ganas de vomitar —Respondió con simpleza y Draco volvió a soltar una carcajada.

—¿Y por qué no le dices? Creevey será un idiota, pero fue lo suficientemente Gryffindor para declararse, tú eres el doble de Gryffindor que él. ¡El triple!

Harry sonrió y negó divertido.
—Por qué esa persona ya está saliendo con alguien y no está enamorada de mí.

—Pero... ¿Le gustas?

—Te acabo de decir que...

—Sí, sí. Ya sé lo que acabas de decir, pero una cosa es gustar otra estar enamorada.

—Pues... no lo sé....

Draco sonrió ampliamente.

—Eres muy guapo Harry —Dijo de pronto, haciendo que Potter se sonrojara hasta las orejas. —No hay nadie en el colegio a quién no le gustes y por ahí podrías empezar.

—¿Gustándole?

—Ajá. Mira, —Se acercó e intentó peinarlo, sin éxito — primero que nada debes hacer que le gustes, entonces, cuando te conozca y pasen más tiempo juntos puede que se enamore de ti. Pero debes ser muy discreto, muchas chicas y chicos pierden el interés cuando eres demasiado obvio.

—Pansy era demasiado obvia y tú eres su novio.

—Claro, pero no es nada en serio.

—¿No lo es?

—Por supuesto que no, Potter, tenemos trece años. Lo único que puedo tomarme en serio en este momento es la escuela.

—Supongo que tienes razón.

—Yo siempre —Contestó Draco, pero aquella sonrisa fue tan brillante y perfecta que lo único que ocurrió fue que aquellas "ganas de vomitar" con lo que Harry describía al amor volvieran a instalarse en el estómago del pelinegro.

Por qué Harry Potter podía ser bastante torpe, distraído y un desastre, peor no era idiota y sabía que aquellas cosas que sentía por Malfoy sólo podían describirse con una palabra: Amor.
Pero, ¿Cómo podía decírselo a Draco? Era obvio que el rubio no tenía interés en descubrir lo que aquella palabra significaba y tal como iban las cosas, tal vez tendría que esperar a que ambos tuvieran la mayoría de edad para decirle a su amigo que se había enamorado de él.

Draco Malfoy y el príncipe de GryffindorWhere stories live. Discover now