Capitulo 13 - La Sombra de una Madre -

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- ¿Por que debería responderte esa pregunta... - ¿Cerré la puerta con las yemas de mis manos, detrás de mi espalda?

El eco del "clic" de la cerradura le hizo compañía al silencio que enmarcaba la habitación principal de mi casa. Al final del extremo de la doble escalera curveada la chica de pelo enredado me miraba con la mirada altiva, intercalando nerviosas miradas entre mi rostro y el pasillo izquierdo, al final de las escaleras. Cautelosa de sus movimientos, titubeante la chica retiro su codo del barandal de la lustrosa madera y me miro con repudio y decepción.

- Ayer – increpó la chica flaqueando cada palabra que estaba a punto de decir – En la fiesta – Cerro los ojos, por segundos posando su mano sobre el barandal. – Me dejaste, sola - Miro fijo hacia el frente intentado ocultar el castañear de su quijada

Me abalance hacia la escalera opuesta a la que ella estaba y escudriñe a lo largo de los pasillos cercanos y la chica, buscando una ruta que me llevara a mi cuarto, lo suficientemente enredada para perder a la chica en el camino.

- No me percate de ello -. Me aferre hacia el barandal izquierdo, lo más alejado de la chica que bajaba las escaleras lenta y pausadamente dando numerosas miradas hacia el mismo pasillo izquierdo.

Giré la mirada hacia el mismo pasillo al que la chica vislumbraba, esta, al notar mis acciones, jalo aire precipitadamente y se aclaró la garganta con tono altivo, pidiendo mi atención desesperadamente. Lleve mi mirada hacia donde la chica se encontraba, el semblante de esta se había teñido de un color rojo, pero no de vergüenza, sus cejas onduladas, dobladas hacia abajo, sus ojos rojos y as ojeras que sobresalían debajo de estos no explicaban sus acciones y cada vez era más numerosas y rápidas las miradas que daba hacia aquel pasillo.

A cada paso que dábamos, los dos, nos fuimos acercando hasta quedar un poco más abajo del medio de las escaleras "gemelas".

- Fuiste con ella. ¿Verdad? -. Se escucho un fuerte suspiro de su parte y esta llevo su mano encogida conchita hacia su boca. Dejo salir una serie de quejidos que iban transformándose en llanto.

- Ya no puedo más - Fueron las palabras que salieron de su boca escondidas de un tosido.

Volteé a ver al rostro de Mérida y una pequeña lagrima salió de su ojo derecho. Al percatarse de que la contemplaba, la pelirroja apretó su boca y llena de rabia dejo caer su mano, dio un par de miradas llenas de rabia hacia el pasillo izquierdo, subiéndose sobre el barandal de las escaleras. Retrocedí un par de pasos sorprendido, apreciando como la chica se deslizaba sobre el barandal de las, curvas, escaleras, dándose a la fuga por el pasillo que daba hacia la sala de estar.

De un frenesí llevé una de mis manos hacia el frente como si eso fuera a detener a Mérida, me quedé plasmado en mi lugar, sosegado, sosteniéndome con ambas manos sobre el barandal.

Cartas A "Alguien" © -Hiccstrid- |2do Lugar Premios Alex 2016|Where stories live. Discover now