Capitulo 7 - Concierto Nocturno-

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Como no pude completar los capítulos la próxima semana hay doble.

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Eran los inicios del mes de noviembre y como de costumbre mi madre organizaba una enorme fiesta para ella y sus miles de invitados que conocía durante sus expediciones alrededor del nuevo continente y de los territorios del oriente, igualmente los aburridos compañeros políticos de trabajo de mi padre asistían, se podía ver bastante le contraste entre personas del rango gubernamental y personas extranjeras y bohemias.

Los amigos de papá solamente bebían champagne y fumaban puros afuera en el parque que quedaba oliendo a un insoportable olor que de tan solo imaginarlo me dan nauseas, las esposas de los políticos se quedaban al lado de la ventaba, con sus miradas en alto mientras fumaban y hablaban cosas que no comprendía o simplemente me aburrían, ase maquillaje que llevaban, ese atuendo, guantes, sombreros tan extrovertidos que combinaban con esos vestidos con holanes y excesivo encaje

En cambio los amigos de mi madre y ella iban vestidos de diferentes formas, una mujer de tés morena iba vestida con una ropa de una sola y larga pieza con hermosos grabados o eso es lo que podía ver con algo que parecía ser un sombrero azul con bordados de colores demasiado diferente al de las otras mujeres, debo decir que me gustaba más que el que usaban las esposas de los magnates; Otra mujer de tés menos obscura, portaba un vestido color verde con varios bordados dorados y tejidos azules con un gran manto que le cubría la cabeza, acompañada con un hombre que vestía ropas rojas con tejidos dorados.

Lo que era más obvio que nada eran las diferencias entre ambos grupos, era como si hubiera una barrera entre ambos, con unas excepciones como la señora Torton que con su actitud jovial y fresca viaja de un bando a otro con una inmensa sonrisa y con múltiples ademanes habidos y por haber, como pequeña mariposa que no conoce los limites, y si esos dos demonios andaban sueltos por toda la casa molestando a Tothless, mi perro gran danés.

Afuera en el jardín podía verse a dos criaturas subiéndose y jalando de la cola a un enorme pero demasiado amistoso perro que solamente corría y se sacudía de un lado a otro tratando de quitarse de encima a esos dos y..., oh no, cuando pude ver más de cerca aquella persecución pude ver que cerca de uno de los hombres que acompañaban a mi padre, se encontraba una chica con vestido verde con holanes excesivos y mangas extremadamente largas, se movía serenamente sobre su lugar de izquierda a derecha con sus dos manos apoyadas sobre su espalda, mientras veía entretenidamente la tortura que sufría mi perro, antes de que me diera cuanta, la chica dio una pequeña mirada hacia atrás esbozando una socarrona sonrisa que formaban unos hoyuelos de cada lado de su sonrisa. Como si huera sido instinto mi cuerpo salió disparado hacia otra parte lejos de esa chica, cuando di la vuelta ya no estaba, sabía que venía tras mi.

Corrí por los pasillos sin la preocupación de poder tener un desagradable encuentro con Olga, con la única idea de buscar algún escondite; Trataba de moverme rápido con aquella ropa ajustada, los pasillos tapizados de colores verdes y cafés parecían más sofocantes y apagados, mis pisadas hacían sonidos secos al momento de chocar contra la alfombra que cubría aquel piso de madera. Pude detenerme en un cruce de dos pasillos por un momento pudiendo escuchar claramente como varias pisadas se acercaban lentamente hacia mí, una pequeña risa se hizo presente por todo el pasillo, no sabía si era alegría por al fin conocerme en persona o si estuviera planeando algo realmente malo.

Las pisadas empezaron a sonar más fuertes y pausadas, ¿Estaba saltando?, me lleve las manos hacia ambas orejas sin saber porque le tenía miedo a una simple muchacha de pavorosa sonrisa que únicamente veía tras la reja del jardín, por un momento pensé que me sacaría mi nombre a base de torturas, ¿Qué tal si llevaba consigo un aparato de tortura que usaban en la inquisición? , estaba siendo paranoico incluso pensé llorar como niñita de 4 años y salir corriendo de ahí a una velocidad nunca antes vista pero simplemente me quede ahí congelado, pasmado sin hacer otra cosa más que ser un conejo asustadizo a la espera de su fin.

Antes de que pudiera estar listo para enfrentar, conocer a aquella chica en persona una voz bastante profunda que parecía venir de un hombre bastante obeso resonó al principio del pasillo

- ¿Querida? Todos te esperan abajo, es hora del concierto, apresúrate - . Aquella voz me había salvado, incluso tenía ganas de ir y abrazar al dueño de esa voz pero eso lo echaría a perder todo.

- Ay – pude escuchar mascullar a la chica tras de mí - ¡Sí tío! ¡En unos instantes bajo! – replicó la chica pudiendo escuchar como sus pasos se alejaban de mi

Con un hondo suspiro me levante pensando en cómo era que aquel hombre sabía que ella se encontraba aquí pero finalmente decidí dejarlo de lado, camine por el pasillo que había tomado durante mi persecución recargándome sobre uno de los barandales de madera que se encontraban frente a un gran estante de libros y un sillón que daba al gran salón, me sorprendía que ninguna estuviera ahí pero luego me acorde de que aquella chica daría un concierto, lo más probable es que lo diera en la gran sala o en el jardín y que todos estuvieran allá.

Baje al primer piso y estaba totalmente vacío, la gente se encontraba afuera reunida impidiéndome ver lo que se encontraba o quien se encontraba enfrente, poco después empezó a escucharse las notas que salían de un violín, lenta y delicadamente, inmediatamente pude reconocer esa melodía, era el Lago de los Cisnes de Piotr Ilich Chaikovski, era uno de mis ballets favoritos, no sé porque pero me iba a dar la impresión de que iría a tocar todos los actos y al parecer creo que iba a hacerlo ...

Pasaron los minutos, las horas, y aquel violín seguía engendrando nota por nota mientras que yo me encontraba sentado en la entrada de la casa, abrazando a Tothless que se encontraba acostado sobre le fresco pasto mojado la lluvia de la mañana, aquel fresco olor hacia muy reconfortante aquella estadía en el jardín, lo bueno de esa noche era que el señor Torton que era todo lo opuesto a su esposa tenia a sus hijos al lado suyo mientras obligaba a verlos el concierto de la chica que tocaba junt ocon varios otros hombres y mujeres aun si no alcanzaban a verla.

Apresar de mi gusto por aquellas piezas no tuve la suficiente fuerza de voluntad como para quemare a escuchar todos los actos de aquel concierto, llegue a preguntarme cómo era posible que aquella chica pudiera soportar todo aquello pero simplemente me dirigí hacia el interior del a casa seguid o pro Tothless, pero antes de que el inofensivo perro pudiera introducirse aun mas en la casa aquella estruendosa voz que tanto se había ausentado resonó a mis espaldas

- ¡Tothless! ¡Pero malo! ¡Ven aquí! , ¿Qué no sabes que al señor Hadokk no le gusta que entres a la casa?, ¡Hoy no! - . La voz de Olga sonó muy queda apenas logrando sobresalir entre las notas del violín mientras que Tothless daba la vuelta obedeciendo las ordenes de la ama de llaves

Di un bostezo despidiéndome de Tothless que me miraba con una cara de tristeza con esos ojos que imploraba el premiso de entrar a la casa

- Hasta mañana Tothless – murmure somnoliento

- Señorito Hiccup, ¿Ya se va? - . La voz de una sirvienta me tomo por sorpresa logrando quitarme aquella cara soñolienta que reflejaba mi cansancio

- ¿Eh? – bostecé abriendo aun mas los ojos.

Mire mejor a la mujer y pude ver que era la sirvienta que me había ayudado la vez que había quedado manchada de tinta. Tenía el mismo peinado y aquella mirada apacible que siempre llevaba

- Sí, me siento muy cansado, me iré a dormir – respondí con una pequeña sonrisa

- Oh, pensé que se quedaría toda la noche a escuchar el concierto, como todos saben que es su favorito... incluso su madre mando a llamar a la señorita Hofferson, es una excelente violinista -

- Ya veo – murmure bajando la vista pensando en aquel obsequio por parte de mi madre logrando sentirme culpable

- ¡Pero si se siente cansado creo que es mejor que se vaya a dormir! –

- Sí, creo que – di un largo bostezo tratando de ocultarlo con mi mano – creo que eso hare

- Buenas noches - . La mujer hizo una reverencia llevando consigo una bandeja con varias copas de champagne.

Antes de que pudiera subirme di una última mirada al jardín iluminado por la melodía que era recitada por el violín de aquella chica que con los ojos cerrados se perdía en las notas de aquel vals, aquella joven que tocaba el violín era aquella que hace unos días me enseño que todo es importante aun que no lo aparente...

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