Capitulo 11 -Hasta Luego-

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- ¡Ja! ¡Que tonto! ¿En serio serás capaz de tragarte todo este montón de palabrerías Hiccup? – una serie de risas me fue despertando de un pesado sueño. Deslice las fundas de mi cama lentamente, inquieto por saber quién era la persona que reía y brincoteaba en mi cama.

Esa chica de cabello rojo, se abalanzaba sobre la orilla de mi cama, riendo y mirando con menosprecio una carta que sostenía entre sus manos. Su actitud era despreciable, con tan solo ver su expresión sentía una incomodidad enorme dentro de mí. Respiraba como si hubiera visto la cosa más ridícula del mundo.

- ¡Mira!... -. Extendió su mano, para que yo viera el contenido de la carta que estaba entre su mano.

- La... - mascullé volteando la vista hacia mi izquierda donde había puesto todas las cartas que me había dado la chica del jardín - ¡Eso es lo que creo que es! – grité mirando con furia la socarrona cara de la chica.

- Ah... - suspiro la chica formando en su mirada una astuta mirada. Sus ojos entrecerrados y arqueados hacia arriba y esa boca con una sonrisa sospechosa lo decían todos – Vaya, ¡Pero miren quien ya despertó! ¡Justo a tiempo para escuchar esto! –

- ¡Mérida! ¡Dejo eso! – grité intentando tomar la carta. Mis manos eran hábilmente esquivadas por los agiles movimientos de aquella chica.

La única razón por la que esa chica estuviera molesta era... ¡Dejarla abandonada en plena reunión!, no me importaba si iba y me acusaba con mi madre o mi padre la verdad eso me tenía desprevenido. No quería tener nada que ver con esa chica.

- Veamos que tenemos aquí – analizó la carta y aclarándose la garganta empezó a leer:

Querida persona que conocí en un jardín:

Alemania,14 de noviembre 1034

¿Qué es lo que tengo que decir...? ¡Si esa fue la primera pregunta que me hice, cuando tome la pluma fuente de mi madre, y tome el papel!

Nunca había tenido un contacto tan directo y afectivo con una persona de mi edad desde que tengo memoria. Mis padres, habitualmente, procuran mantenerme en una habitación carente luz. Nunca pude hablar con niños que estuvieran acorde a mi edad, pero hubo excepciones como Heather, una chica perteneciente de una de las ramas de la prestigiosa familia de mi padre.

Pero antes quisiera decirte algo bastante importante, comenzando por pedirte perdón, lo siento si fui algo grosera y burlona, como sabrás, no he tenido contacto con niñas, así que, no estaba segura del cómo trata, comportarme y ser con alguien de mi edad. Perdón por crear ese tonto juego, todas las maldades que hice, la verdad es que, pude sentirme alegre de tener a alguien con quien hablar durante todo este tiempo. Tener a alguien con quien platicar, con quien reír, a quien molestar, esos momentos claramente no podrían comprarse con todo el dinero y las cosas que el dinero puede comprar y las que aun puedo ver.

Finalmente, el tiempo que nos queda cerca es poco y no estaría bien que los dos estuviéramos llorando en lugares separados, la mejor manera seria pasar de una buena manera, nuestros ultimas días juntos, al igual de que no veo la razón para seguir ocultando mi nombre, para ser franca, la verdad de este juego fue que solamente era una excusa para poder verte de nuevo en la reja todos los días.

Algunos días estuve ausente y lo lamento, pero es que hay cosas que aún tengo y me han pedido mantenerlas en secreto.

Aun no tengo claro porque le he escrito una carta a una persona que conocí n el jardín de una casa, dan ganas de reírme, aun cuando no sea algo para hacerlo, pero sin lugar a dudas no olvidare los momentos que pase contigo en ese jardín. Esto es todo lo que tengo hasta ahorita, mi cabeza no ha retumbado en todo el día y mis manos parecen como si estuvieran a punto de entumecerse. Adiós

Cartas A "Alguien" © -Hiccstrid- |2do Lugar Premios Alex 2016|Where stories live. Discover now