IV

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Jimin se despertó temprano ese lunes. No era un lunes distinto u ordinario. Era como cualquier otro, e hizo las mismas cosas que haría en cualquiera: se aseó, desayunó sus cereales favoritos, y alistó lo necesario para el trabajo.
Bajó por el ascensor a la hora que acostumbraba, y saludó al portero al salir. Como el día estaba bastante agradable y hacía calor, decidió que prefería ir caminando.

Aunque antes de salir su celular sonó en su bolsillo.

JEFE:
"Park, pasa por el banco y tramita los papeles de hipoteca para el Sr. Kwon"

Dio vuelta sus ojos, y giró totalmente su dirección hacia el estacionamiento.

"¿Acaso su secretaria no pudo hacerlo?"

No tardó mucho en sacar el coche de ahí y situarlo calle abajo.
Se frustró al verse atrapado entre las montoneras de autos estancados por los semáforos y los continuos bocinazos que los demás conductores pegaban impacientes.

Halló un hueco por el que pudo salir y llegó al banco en minutos. Estacionó cerca de la puerta, pues pensó que no demoraría mucho.

Una vez dentro, se dirigió a la oficina donde colgaba un letrero apuntando a la palabra "Hipotecas".

Pero todo pasó demasiado rápido.

Unos hombres armados habían entrado al local disparando al techo del mismo, haciendo que todos se asustaran.

-¡Al suelo todos! - gritaron, y todas las personas obedecieron sin pestañear.

Jimin se escondió detrás de un escritorio, pues iba a medio camino hacia la oficina. Sentía su corazón latir desenfrenado bajo sus costillas, y una vena palpitando en su frente.

Uno de los hombres se acercó a una cajera arrojándole una bolsa vacía.

-Mete todo ahí dentro. - se giró a los clientes - ¡Que a nadie se le ocurra llamar a la policía a menos que quiera recibir un tiro en la cabeza!

Para Jimin esas amenazas sonaban serias. Trató de sin hacer mucho ruido, y sin llamar la atención, levantarse hasta un lugar que quedase fuera de la exposición de aquellos hombres.

Sin embargo, uno de ellos lo vio.
El hombre cargó su arma y le apuntó, disparándole aunque sin la necesidad de hacerlo, pero pues ellos también estaban nerviosos. Se supondría que nada saldría mal.
El tiro le llegó a dar a Jimin en la pierna derecha, por debajo de la rodilla. Cayó al suelo estrepitosamente, llamando la atención de todos.

Jimin dejó de oír los llantos de las mujeres, y las respiraciones profundas del lugar. Sólo se concentró en el ardor que ahora tenía en la pierna, y en la sangre que caía a raudales.

Tuvo el único reflejo de presionarse la herida, manchándose las manos con su propio elixir.

Después de unos segundos de presión, ya no dolía. Retiró su mano para observar el supuesto hueco, y ya no estaba. En su lugar sólo se encontraba el pantalón aujereado y manchado. Sin rastros de alguna cicatriz o herida.

Lo había dejado anonadado. ¿Estaba soñando? ¿cómo va a curarse porque sí de una herida de bala?

Se arrastró, hasta cubrirse totalmente por una pared. Miró sus manos, rojas, llenas de sangre.

No entendía que acababa de pasar, pero ya tendría tiempo después de preguntárselo.
Sacó su celular del bolsillo y llamó a la policía.

-112, ¿cuál es su emergencia?

Susurrando, como pudo dijo:

-Estamos en el  Hyebank, de la calle Seyoun, por favor, vengan a buscarnos, estamos en un asalt-

Su celular fue arrebatado y lanzado al suelo por una segunda persona.

Jimin alzó su cabeza y lo miró a los ojos, encontrando todo menos piedad.

***


Este capítulo lo había escrito hace tiempo, pero como no estaba segura si estaba yendo muy rápido no lo había subido. Ahora dije, "alv todo que sea lo que dios quiera"

Cambio y corto.

inmortal ; yoonmin [CANCELADA]Where stories live. Discover now