15. is anyone jealous?

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Sin embargo, a pesar de que no hemos tenido nuestros característicos y típicos encontronazos en donde salen a relucir nuestros instintos asesinos a flote, en estos días, no podía dejar de pensar en sus ultimas palabras antes de irse aquel martes.

«Adios, Honey». Después de haberme abrazado y besado como si fuese el maldito fin del mundo.

¿Había sido realmente ese adiós literal? ¿Le había puesto fin a nuestro estúpido tira y encoje? ¿Ha sido el primero en apartarse del sube y baja de sensaciones que sentimos? No tengo ni la más mínima idea, no ha hecho ni dicho nada que me lo confirmara más allá del otorgado silencio, probablemente sea esa ley del hielo la respuesta definitiva. Debería de estar feliz ¿No? Venga, Heeyeon, se supone que era lo que querías, te ha puesto el camino fácil, no te viste en la necesidad de amargarte la vida pensando en una forma de decirle que lo que sienten no tiene ningún fin positivo para los dos. ¿Verdad?

Pero el simple hecho de estar pensando en ello todos los días desde que sucedió, solo me daba a entender que me importaba demasiado. Más de lo que quisiera, más de lo que debería y más de lo considerablemente sano, porque ni siquiera las conversaciones con One borraban de mi mente por completo aquel hecho, ni la montaña de deberes de la universidad, ni siquiera el tratar de hacer que Danny dejara de decir las groserías que se ha aprendido por mi culpa y la de Suga, al contrario, eso me recordaba más a él.

Por eso también estuve deseando toda la puta semana que llegara la noche del viernes, porque seguramente ver a One actuar en aquel bar me despojará de los pensamientos que tanto me carcomen las emociones de mierda y como se han vuelto las sumisas de ese imbécil, estoy más que segura que este momento de despeje, de relajación, de diversión y de adrenalina, me arrancaran a Min Suga del jodido subconsciente al menos por todo lo que dure la noche.

Joder, es lo que más deseo en este momento.

Bueno no, en este momento deseo con todo mi ser un trago de vodka. Eso estaría estupendo.

―Si hablamos de estrellas, tu eres la que más deslumbra en este momento. ―reimos gracias a aquel comentario, pues se había vuelto una especie de chiste local el soltar este tipo de comentarios cursis fuera de contexto a partir de cualquier palabra. Casi siempre me ganaba, porque yo para cursi doy asco, además él tiene ventaja, es rapero y tiene más conocimiento en este tipo de dichos.

―¡Uf, esa estuvo buena! ―le señalé con el dedo, aun entre risas― Casi caigo, eh. ―le guiñé el ojo― Okey, pero hablando en serio, todo el look, toda la propuesta, mmm, promete. ―coloque mis dedos formando un cuadrado, como si estuviese analizando su look mientras entrecerraba un ojo― Basándome en tu atuendo no participarás en un diss battle ¿Me equivoco?

―Estás en lo cierto. ―agregó― No te equivocas, no quiero que me veas en mi faceta de disser. ―alcé las cejas ante su confesión

―¿Por qué? ¿Das miedo? ¿Escupes fuego? ¿Ofreces putazos? ¿Amenazas de muerte? ―solté todo aquello con la velocidad de un rayo, sin pausas ni respiros, causándole risas.

―Suelto maldiciones y blasfemias a diestra y siniestra, quiero mantener mi imagen de soft boy frente a ti. ―bufé. Mientras nos adentrábamos de una vez por todas en su auto listos para partir hacia el tan esperado sitio. Sabía que estaba bromeando con lo de soft boy, aun así, lo de no querer que lo vea en uno de sus diss battles sonaba genuino por más absurdo que pareciera.

―Quieres mantener tu imagen de soft boy frente a la tía menos pulcra cuando hablamos de vocabulario. ―expresé, ajustándome el cinturón de seguridad― Hombre, soy peor que un marinero, las profanaciones son un cantar de aves para mí.

Sugar and Honey ↔ MYG ff. ✔️(Terminada)Where stories live. Discover now