41. Seguir adelante

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•Nota: Último capítulo / Canción a escuchar >(Artista: ASTRO; Nombre: Star; Idioma: Coreano), sólo en la terminación del capítulo, quienes lo deseen, ¡y no lo olviden! ¡He aquí el final de la historia! Disfrútenlo — M 

-¿Lista para regresar a Filadelfia? -preguntaron, pero, ¿cómo querer regresar?

El sol se asoma detrás de los árboles y las nubes se esparcen a sus alrededores engendrando extensos rayos que iluminan las hojas verdes. El césped recién cortado se alza por encima de las distintas flores que aguardan ansiosas por crecer en la gran hectárea. Los alambrados sin rumbo fijo rodean las plantas y troncos. El sonido de los caballos al masticar y galopar me tienen anonadada. Podía oír también a las vacas detrás de la casa. El agua todavía permanece en los cortos hoyos que se formaron en la tierra por la lluvia que se originó ayer en la noche. Sonreí al ver el paisaje. Después de la tormenta llega el arcoíris, dicen, y hoy había uno grande trazando hermosamente el cielo al mismo tiempo que era cruzado por las aves. Y realmente no quiero dejar ir este maravilloso lugar. Aún me queda mucho por ver. No recorrí los establos como debía. Solo pasé con mi abuelo en su camioneta mediante su trabajo, como una breve pausa para arreglar los neumáticos. Me dijeron que la semana pasada nacieron alrededor de cinco potrillos y tres gatos del vecino que se esconden actualmente en la ferretería. Tampoco crucé a mi tía Halsey. Al parecer no quiso volver a cruzar a quienes la acusaron de ser una mujer falsa, incluyendo a su esposo, quien la esperó toda la noche para pedir perdón. Tampoco podré quedarme para ver las hortalizas que planté con mi abuela en mi estadía aquí. Es triste. Cuando me fui hace diez años las dejé a medias también, y odiaría no ver los frutos que surgirán. Odiaría que se marchiten en mi ausencia, y no hago referencia al trabajo de mi compañera incondicional, sino de algo mucho más emocional. Siento que estoy abandonando mi hogar otra vez sin decir adiós apropiadamente, pero intento no repetir ese hecho de nuevo. En verdad no quiero llorar. Soy muy sentimental con este tipo de cosas. Las despedidas no van conmigo.   

¿Acaban de leer eso? Sí. Han pasado diez años desde que abandoné la cabaña de mis abuelos. Eso quiere decir que he estado un año aquí desde mi llegada, cuando me dieron de alta en el hospital. ¿Aumentaron tres centímetros de mi altura en el proceso, tal vez? Digamos eso. Tiene que parecer que he crecido bastante para que ustedes crean que mi visita vacacional dio algún tipo de progreso en mí, porque los demás no sé si son tan importantes. ¿Qué he hecho todo este largo tiempo? Bueno. Me encargué de la huerta, por supuesto. Eso es lo primero. Luego, establecí una mejor relación con George, mi padre. Discutí temas que jamás creí que soltaría en su presencia, ya que tenía miedo de arruinar las cosas mas que antes, aunque ahora todo va bien. No hay mas secretos entre nosotros, incluyendo a Kyle. Le ayudé con sus deberes todas las tardes y jugué con él todas las mañanas hasta el cansancio. ¿En la noche? Derek trajo una mochila repleta de películas de terror que quería superar, pero sólo menos de la mitad fueron vistas. En ello se basaba, sin olvidar los refrescos, las palomitas de maíz y las extensas conversaciones entre amigos que cualquiera puede mantener. También ayudaba con la comida. La abuela me enseñó recetas que no voy a dejar atrás. El abuelo fue parte de mi experiencia, sin dudas. Aprendí sobre su trabajo en el campo, recorriendo en el proceso casi todo este. Fue impresionante. Lo triste es que pocas veces lo veía debido a su horario. Tenía que cuidar siempre que nadie entrara sin su permiso para que no hubiese disturbios, ya que una vez se robaron alrededor de tres animales a escondidas. Se necesita de mucha protección por más que el lugar no pueda ser peligroso para muchos. Conlleva una gran responsabilidad. Es grandioso. Compartimos su primera botella de vino, las que jamás en su vida había abierto. Nuestra última cena se llenó de copas deliciosas de ese jugo de uva. Además, hace no mucho, hicimos una fogata reuniendo nuevamente a toda mi familia. Mis tíos, primos, sobrinos, etc. Fue una gran despedida que me emocionó. La música, las risas, el llanto, las anécdotas, así como la historia de cada uno...No quería olvidar el rostro de nadie. No quería olvidar a lo que alguna vez, aunque en muy pocas partes, fue parte de mí. Les agradecí por todo y pedí perdón porque no podía quedarme mucho más tiempo. Newark no era el único hogar que tenía. No podía obligar a Derek a vivir aquí. No podía obligar a Kyle tampoco. Ellos tienen otra vida además de esta y yo quiero acompañarlos, por lo que decidí finalmente regresar. Filadelfia es mi segunda casa. Por más horrible que haya sido el trasladarse allí y formar un camino nuevo, conociendo gente que nunca querría volver a cruzar, pasando por grandes obstáculos y grandes cicatrices, allí empezó todo. Allí lo conocí. 

Trastornos: Mi extraordinario cielo [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora