〖Bibliotecaria〗Iruka Umino.[1]

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Un libro que reboto contra el suelo los despertó, haciendo que se sobresalten.

— Oh, lo siento.— se disculpó al darse cuenta que aún la seguía sosteniendo entre sus brazos y la bajo nuevamente al suelo.— Soy... Umino Iruka.— se presento cordialmente, estirando su mano hacía ella.

— Shinohara Athena.— ella acomodó su ropa y luego estrechó su mano con una leve sonrisa apenada.

— Es un gusto.— el de la coleta sonrió, achicando levemente sus ojos.

— El gusto es mío.— la de ojos esmeralda copió su acción y luego volvió a mirarlo, recordando por lo que estaba ahí.— ¿Venia... en busca de algo?.— preguntó atenta. Quizás era el cliente que su abuela había mencionado cuando le dejó la biblioteca a cargo.

— Oh.. ahora que lo menciona...— asintió, rascando su nuca, recordando que se encontraba allí por algo importante.— Había encargado un manual para los niños de la academia hace unos cuantos días y hoy debía retirarlo, pero eso fue a la señora que habitualmente se encuentra aquí.— explicó tranquilamente.

— Oh, habla de mi abuela.— dijo rápidamente.— Si, me informó sobre el manual... Disculpe por hacer que me busque.— hizo una reverencia en forma de disculpa.

— Oh no, no se preocupe.— movió sus manos rápidamente para que no haga aquello, en verdad que estaba convencido que buscarla no había sido mala idea.— Agradezco haberla encontrado antes que una tragedia ocurriera.— sonrió y Athena sonrojada asintió.

— Por favor, sigame Umino-san.— dijo al darse media vuelta y comenzar a caminar, con el moreno detrás.

— Solo Iruka está bien Shinohara-san.— él habló despreocupado para que ella no lo trate con tanta cordialidad, aunque le parecía bastante tierno.

— Está bien Iruka-kun... usted puede llamarme Athena.— lo miró por sobre su hombro, con una sonrisa.

— Bien... Athena-chan.— asintió felizmente y vio como la peliazul buscaba su encargo.

El manual había sido entregado en mano, sin embargo, un gran desorden de libros seguía rodeándolos. Por lo tanto, Iruka no tuvo mejor idea que ayudar a ordenar oara que la señorita Athena no tenga trabajo extra, después de todo el había sido en parte causante del desastre. Sí, con excusas variadas y miradas inocentes, los dos pasaron la tarde juntos hablando de libros. La noche cayó y así la hora de cerrar de la biblioteca. Iruka ayudó a Athena a ordenar y cerrar la biblioteca, y cuando estaban fuera los dos se quedaron en un transe, mirándose fijamente.

Las mejillas de ambos estaban sonrojadas, las manos de Iruka sudaban y las piernas de Athena temblaban, la tarde que habían pasado fue... Mágica pero ahora sabían que debían separarse.

— Bueno.. creo que es hora de irme...— Iruka cortó todo el aire de dulzura que los rodeaba mientras un aura de decepción lo rodeaba.

— Ah... ¿si?.— soltó un pequeño suspiro la mujer de cabello azulado y corrió su mirada. Si fuera por ella seguiría más tiempo con aquel chunin.

— Sí...— él hizo una mueca de disgusto y tambien bajo la mirada, apenado.— Supongo que te volveré a ver, ¿verdad?.— preguntó en un balbuceo.

— Eso espero...— ella dijo tímidamente y subió la mirada para ver al hombre con una sonrisa leve. Iruka correspondió a esa sonrisa y luego se dio media vuelta, sin querer irse.

Antes de irse, una idea se cruzó por su cabeza y rápidamente volvio a sonreír, ilusionado.

— Sabe... ¿Por qué no mejor vamos a tomar un café un día de estos?.— propuso, rascando su mejilla sonrojada e intentando parecer confiado, aunque sus nervios lo mataban.— Claro, si quiere...— murmuro y la miro, sus ojos brillaban ilusionados y sus mejillas estaban sonrojadas.

— Y-yo... ¡sí!.— exclamó completamente convencida y feliz por su propuesta, hasta que se dio cuenta de que quizás demostraba mucho.— D-digo, claro que puedo.

— Genial, la veré mañana entonces.— Iruka aviso feliz.— Vendré a buscarla aquí, en mediodia.— acordó el lugar, sonriendo y Athena asintió completamente de acuerdo.

Luego de unas miradas cargadas de dulzura, volvieron a despedirse.

— Adiós Iruka-kun.— murmuró, haciendo una media reverencia.

— Adiós Athena-chan.— él copió su acción y luego volteó para ir a casa, sintiendo cosquillas en su corazón.

Y olvidando por completo el almuerzo con su alumno.

❁ཻུ۪۪

Pido que me tengan paciencia por favor, tengo muchos libros que atender😬
Disfruten este os

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¡One shots sensei's!★Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang