¡One shots sensei's!★

〖Inoportuno〗Asuma Sarutobi. [2]

Veía a mis compañeros luchar sin amparo ni descanso.

Como capitán del escuadrón, declaro formalmente esta misión fallida... solo quiero que dejen de pelear, se rindan y se vayan a casa para que de una vez estén a salvo.

Entre una respiración agitada y miles de pensamientos rondando y atormentando mi mente, decidí informa con una señal de manos a todos mis compañeros que luchaban - sin fin y sin conseguir nada además de heridas- les dije que debían de hacer, con un simple gesto que ellos ya conocían, y luego de que lo comprendan y con un poco de duda accedan a mis ordenes, tiré una bomba de humo como pude al campo de batall.

Sentía el dolor profundo y punzante en mi pierna atravesada, tan cruelmente como cualquier cazador atraviesa a su presa, y también la molestia  de mi abdomen herido.

Cuando vi que todos mis compañeros desarrollaban mis órdenes y las seguían fielmente al punto de que pudieron deshacerse de sus rivales rápidamente y sin mirar atrás se fueron a refugiarse para dejarme como la carnada.

Si las cosas salían bien, los forasteros no tendrían tiempo para ir en busca de mi equipo y yo los mantendría ocupados, con suerte podría matar o herir gravemente a algunos y con la ayuda de los dioses los refuerzos llegarían antes de mi muerte.

Todo puede pasar.

Solté una pequeña risa amarga y temerosa, sabiendo que podría ser la última vez. Tomé aire y apoyé mi espalda al tronco de un árbol mientras intentaba parar el sangrado de mi abdomen.

Si debo morir, lo haré mientras que todos los subordinados a mi cargo estén a salvo.

— Si quieren un sacrificio... ¡tomenme!.— les grité sacando mi voz de lo más profundo de mi pecho y escupiendo palabras entre miedo y adrenalina. Decidi pararme en medio de todo el humo y puse el kunai en mi boca mientras sostenía dos más en mis manos y me enderezaba, preparada para todo.

Mi respiración era intranquila, veloz, entrecortada y mientras trataba de localizar a las ratas que hace un momento estaban en el campo de batalla con mis otros sentidos.

Repentinamente oí pasos retumbar, correr y acercarse más a mí, un olor a tabaco inundó mis fosas nasales y no pude evitar toser débilmente pues me irritaba aún más que el humo de la bomba que con tanto cuidado trataba de filtrar.

— Tranquila cariño, ya estoy aquí.— frente a mí y cuando el humo se dispersó pude ver a Asuma con su cigarrillo y una preocupada mirada. Inevitablemente me calmé sabiendo que atrás de él, los refuerzos hacían su trabajo. Al ver mi reacción y relajo, me cargó antes de que caiga y entre sus brazos, mientras el humo se consumía por completo, vi a otros ANBU pelear y derrotar a los shinobis que antes habían podido embestir a mi escuadra y casi derribarla por completo.