5. karma is a fair b*tch

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―No seas loca―increpó mi hermano―, aparte de que es muy tarde como para irte sola, el camino es muy largo, los pies se te van a desmembrar a la mitad.

―Pues tomaré un Uber.

―¡Heeyeon es peligroso, joder! No seas terca. ―exclamó Vee algo molesta.

―Entonces me sentaré encima tuyo, Jungkook, Hyebin puede sentarse con su querido hermanito ―señalé a Suga, pero para mí infortunio, Hyebin abrazó a Jungkook por la cintura, como si se tratase de un puñetero oso teddy, sin ademán de soltarlo y muy dispuesta a reclamar a su chico. ¡Ah, maldición! ¿Por qué todo tiene que salirme mal?

―No me separare de Kookie ―añadió una Hyebin realmente borracha, abrazando a mi hermano con fuerza mientras hacía un puchero, joder, una Min tenía que ser, esto viene de familia.

Maldije entre dientes, y seguí quejándome para mis adentros hasta que todos comenzaron a adentrarse al pequeño auto. Fui la última en hacerlo principalmente porque estaba intentando planear una idea de escape, pero seguramente terminé fallando en el intento, en especial porque no quería andar sola. Terminé rindiéndome al asimilar lo oscuro que ha de estar el camino a casa y la gran cantidad de peligros que corro tal y como Vee y mi hermano lo advirtieron así que, mordiéndome el labio al notar que todo se veía realmente apretujado, como pude, agaché mi cabeza y apenas coloqué mis glúteos justo encima del regazo de Suga, sentí cómo el muy hijo de perra estaba tan tenso que mantenía sus brazos cruzados frente a su pecho y creaba una barrera jodidamente incómoda entre ambos pero que estaba dispuesta a aguantar, ya esto era demasiado contacto fisíco para mi propio bien.

Abracé mi cuerpo con toda la vergüenza del mundo y traté de esconder la acumulación de esta en mi rostro con mi cortísima cortina de cabello para que nadie notara la repentina coloración carmesí de mierda que la situación estaba causándome. Esta, definitivamente, ha sido una noche de mierda. ¡Joder! ¿Por qué no puedo teletransportarme de vuelta a Seúl?

El camino se me hacía jodida y extensamente largo aun cuando faltaban ya poco para llegar, no entiendo cómo, en un lugar tan incómodo todos -o la gran mayoría- lograron quedarse dormidos, a excepción, claro está, de Cecile porque manejaba, yo, porque el hecho de estar sentada sobre la persona que hace un par de horas me puso más caliente que volcán en erupción y cuando volteé a ver disimuladamente con el rabillo del ojo, el gran susodicho también estaba despierto para mi sorpresad. Sudando, abanicando su rostro con su mano y evidentemente con el rostro enrojecido por alguna razón que desconocía, de hecho, se mordía el labio inferior...como si estuviera reprimiendo algo. ¿Qué coño le pasa? Parece que fuera a estallar en cualquier momento.

Esperen...

¿Es acaso lo que estoy pensando que es?

De no ser porque el auto comenzó a rodar por una carretera abollada, no me habría dado cuenta de algo bastante singular. Mi cuerpo, inevitablemente, daba muy pequeños y suaves saltos cada vez que éste pasaba por el agujereado pavimento, provocando que por lógica mi trasero brincara encima de él, sintiendo algo bastante... raro... e incómodo al chocar con aquella zona de su cuerpo que aparentemente estaba tan rígida como una roca. Apreté los labios para evitar soltar un alarido al caer en la conclusión de que, efectivamente, el Karma estaba haciendo un grandioso trabajo hoy.

―¿Acaso...? ―dije en voz baja, aunque con un auge de asombro en ella, para que Cecile no me escuchara, dirigiéndome solo a Suga. Abrí mi boca anonada cuando lo vi negar con la cabeza efusivamente negando lo que era más que verídico, tanto que temí que mi mandíbula se desprendiera, y acabé riéndome con silenciosas pero inevitables carcajadas por lo que acabo de notar―. ¿Se te ha puesto du...? ― No pude evitar reírme, me hacía demasiada gracia, ni siquiera terminé la frase debido a la risa atravesándose en mis palabras.

Sugar and Honey ↔ MYG ff. ✔️(Terminada)Where stories live. Discover now