Capítulo 17

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Un mes y medio después el marqués se encontraba en Bristol, estaba en su despacho tomando una copa cuando uno de los jóvenes lacayos tocó la puerta al recibir el pase del señor entro algo temeroso.

-Disculpe mi señor ¿Me permitiría un momento?

-Si claro, dime que deseas.

-Hace algunas lunas yo estaba por el bosque y vi algo y quería decirle.. Buenooo.oo yo queria- en ese momento se escucharon unos suaves toques en la puerta.

-Señor son noticias de su esposa desde Londres.

-Pase y déjeme verlas- Miro un momento al muchacho- Si no es algo importante puedes dejarme solo.

-Esta bien mi señor- El joven se marchó algo incomodo y molesto por no poder decirle la verdad sobre la marqueza y el conde de Carrick.

Victor abrió el sobre que le informaba sobre la condición médica de su esposa, al parecer el ambiente le estaba afectando a su embarazo y su madre le pedía alojamiento en su hogar.

-Maldita sea, no me siento preparado para tenerla aqui- Un momento después de analizar todas sus opciones, decidió enviar su respuesta pidiendo que emprendieran el viaje hacia sus tierras.

*******

Días más tarde luego de un largo y cansado viaje, Amalia volvió a Bristol acompañada de su madre, esos últimos días se había sentido horrible. la falta de aire en sus pulmones que sufría de niña había vuelto con más fuerza, el médico le había recetado aire fresco si quería que el bebé y ella estuvieran bien y la única opción según su madre era ir con Víctor.

Llegaron a las puertas de la mansión y ahí estaba él, tan guapo y seguro de si mismo como siempre... Victor la vio bajarse del carruaje, su vientre estaba más redondo y grande, se veía hermosa.

Lady Angela fue la primera en hablar- Muchas gracias Márques por permitir que nos quedemos aquí.

-No hay nada que agradecer, Milady.. Por favor sigan- Era un maldita tortura para Victor tenerla cerca, e hizo su mejor esfuerzo por ignorar su presencia.

Entraron al gran salón y las doncellas le llevaron té y galletas, Amalia se sentó en uno de lo sofás, no tenía ánimos de nada- Hija por Dios, estas embarazada pero eso no te quita que debes saludar a tu esposo... Y siéntate correctamente.

-No quiero madre, mi esposo tampoco tiene mucha educación o no has visto que tampoco me ha saludado.

El hombre ignoro su comentario y se dirigió a la madre de su descarada esposa- No se preocupe mi Lady, el embarazo afecta los cambio de humor.

-Si, creo que debe ser eso- La dama quería sonar serena pero estaba preocupada por su hija y nieto.

-Ya hable con el médico, la tendrá bajo observación mientras este aquí.

La mujer suspiro aliviada- Me alegro mucho de que sea así, ahora si me disculpan iré a descansar, ustedes tienen mucho de que hablar- Se despidió del hombre y de su hija que estaba comiendo las galletas sin prestar atención a lo que ellos hablaban, Victor se sentó al lado de su esposa y la observó atentamente.

-¿Como te sientes?

-¿Como crees tu?

-Si lo supiera no te lo preguntaría- Víctor estaba haciendo todo lo posible por contener su mal humor.

-Estoy cansada, no veo la hora de que nazca el bebé, me esta pesando demasiado- La mujer respiro profundo para no decirle que también le dolía el corazón por su ausencia.

El MarquésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora