Capítulo 9

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A la mañana siguiente Amalia estaba sentada en el bello jardín que su madre cuidaba con todo su amor. lo que más quería era que el marqués no se aparecería por ahí, no tenia ganas de salir, a estas hora seguro ya era la comidilla del pueblo. Tenia los ojos rojos por el llanto de la noche anterior, un dolor de cabeza y de entrepierna.

**********

Victor llego a la casa de Lady Angela, puede que su futura esposa lo odiara pero no se lo pondría fácil, ya estaba harto de sus malditos juegos.

-Mi Lady, permitame disculparme por mi falta de educación, hubo un inconveniente y tuve que salir de prisa, le pido mis más sincera disculpa.

-Mi Lord no se preocupe, espero que el inconveniente ya este resuelto, Amalia me explico, esas cosas pasan no se preocupe.

-Así fue mi Lady, por cierto, ¿Donde se encuentra? Tengo un presente para ella.

-Esta en el jardín, esta un poco distante hoy, por lo que me dijo le duele un poco la cabeza tiene los ojos rojos, debe ser por una migraña y no ha querido tomar nada.

-Oh lamento escuchar eso, si llega a necesitar un médico, no dude en llamarlo yo correré con todo los gasto, lo primordial es su salud.

-Gracias mi Lord es usted muy amable.

-¿Puedo ir hablar con ella?
¿O gusta usted acompañarnos?

-Claro que puede hablar con ella, oh no muchacho se que usted no le hará ningún daño a mi hija, necesitan pasar tiempos para conocerse, además están al aire libre, adelante sientanse en su casa.

-Agradezco su confianza mi Lady- Beso su mano y se dirigió al jardín cuando llego la observó en un banco sentada observando las flores, pero se veía ida, deprimida y no pudo evitar el torrente de arrepentimiento que le llego.

-Mi Lady.

Amalia pensó que sus oraciones fueron rechazadas una vez más- Señor marqués- Lo saludo sin ningún interes- ¿Que desea?.

-He venido a traerte esto- Saco una pequña cajita de su bolsillo y se la entrego.

La joven tomo la cajita con el mismo interés con que lo recibió, la abrió y era un precioso anillo de compromiso- Gracias muy lindo- La volvió a cerrar y la puso en la pequeña mesa.

La joven tomo la cajita con el mismo interés con que lo recibió, la abrió y era un precioso anillo de compromiso- Gracias muy lindo- La volvió a cerrar y la puso en la pequeña mesa

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-Pontelo- Le Exijio.

-No quiero ponermelo ahora, no tenemos porque disimular, cuando sea necesario lo haré.

-Si tienes visita, si sales a dar un paseo, no olvides usarlo, esto es un compromiso y así debe verse, eso es todo- Se dio la vuelta para marcharse pero se detuvo- Era de mi abuela, cuidalo, es lo único que pido.

-Lo cuidaré, pero tengo algo que decirle.

-¿Que cosa?.

-Le advierto una cosa con respecto a lo que dijo anoche, si por casualidad me llego a embarazar puede jurar por su abuela o por quien mejor le parezca que haré lo imposible para no tener hijos suyos, pero si llegará a pasar, usted no me va a separar de ese niño... ¿Me escuchó?.

-Di lo que quieras, ya no me importa lo que pienses, si quiere odiarme, hazlo, yo no estoy muy lejos de hacer lo mismo contigo.

Sus palabras fueron unas puñaladas, ella no quería que el la odiara, pero no iba a dejar que la humillara.- Bien, porque le aviso que mi amigo Elijah Windsor vendrá a la boda, es mi mejor amigo y si intenta algo contra el yo seré quien lo mate a usted, ¿Esta claro?.

-¿Ahora es normal acostarse con los mejores amigos? Creo que buscare una mejor amiga.. Si aparece ese día vas a causar una tragedia, estas advertida, y si te veo con ese hombre te juro que no voy a responder, te arrepentirás toda la vida, Amalia.

Amalia se levanto del banco enfurecida- Yo no me he acostado con nadie aparte de usted, eso lo sabe usted bien señor marqués. Y no me amenaces, Elijah vendrá a esta estupida boda y no puede prohibirme que lo vea, es como un hermano para mi y todo lo que dijo en esa carta fue una simple broma.. Si vamos a jugar quien hará infeliz a quien estoy dispuesta, porque usted no me va ha separar de las personas que amo.

-¿Alguna vez has sentido el odio de un hombre mi querida Amalia ? Lo dudo.. Pero no te preocupes, eso no esta muy lejos, has lo que quieras, piensa lo que quieras, a dejado de importarme su opinión hacia mi, mi Lady.

Victor salio destruido de esa casa, cada palabra que ella le dijo cavó su tumba, la odiaba, por hacerlo sentir miserable, por hacer que le importa, por ser una malcriada, la odiaba, pero el solo se estaba engañado no podía odiar a esa mujer.

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El MarquésWhere stories live. Discover now