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19 mayo del 2012 Estadio Allianz-Arena Múnich, Alemania
Se jugaba la final de la Champions League nada más ni nada menos que contra el Chelsea. Yo estaba en las gradas cerca del túnel, me encontraba con Katya, Erik y Christian con unos amigos de Bastian, con una que otra esposa de los jugadores; entre ellas estaba con Jessica, Claudia Lahm, Wahiba Ribéry, Lisa Müller, Celine van Buyten, Natalie Olic y Carolina, lo raro fue que no vi a nadie de la familia de Bastian.
El tiempo reglamentario quedó un empate 1-1. Thomas al 83' marcó para el Bayern, pero Drogba empató al 88'.
Chelsea ganó la final 4-3 en penales, Bastian erró uno.
Estábamos afuera de los vestidores, yo abrazando a Basti.
-Sólo quiero ir a casa – me dijo
-¿Te llevo?- le pregunté
-Por favor- me respondió
Bastian me dio las llaves de su auto. En el camino no decíamos nada, él sólo miraba por la ventana, yo por otro lado, en mi interior rogaba a Dios que no me parara ningún tránsito, ya que aún no sacaba mi licencia de conducir del país.
Entramos a una zona muy linda, parecida a donde vivía con los Hills y también parecía La Finca en Madrid. Al llegar bajé la ventanilla para que Bastian pudiera hablar.
-Buenas noches señor- dijo Bastian saludando al guardia
-Buenas noches señor-
-Mire, ella es Valentina y tiene permitido venir cuando ella quiera- dijo Bastian
-Por supuesto. Por cierto, que gran partido el de hoy, señor- dijo el guardia
-Ya ni me diga que me da tristeza- respondió Bastian
-No señor, al contrario, hizo todo lo posible. Ya no los entretengo más, que pasen buenas noches- dijo el guardia
-Gracias, igualmente- respondimos.
-¡Qué bonita casa tienes Basti!- dije viendo cada rincón
-Eres bienvenida cuando quieras- me respondió
-Bueno, ya me voy, deja llamar un taxi- dije
-¡No! Quédate, por favor- dijo con sus manos en mis brazos
-¡No, cómo crees!- respondí
-Por favor, necesito de mi mejor amiga, te necesito a mi lado. Por favor, quédate – me dijo mirándome fijamente a los ojos
-está bien- dije
No miento, me daba algo de miedo estar sola con él en su casa, digo, lo conocía muy bien y también los Hills, no me haría nada.
-¿Qué quieres hacer?- le pregunté
-Quiero dormir- me respondió
-Ok- dije
Bastian me llevó a su habitación. Tenía una gran cama, apenas para su tamaño.
-Dormirás aquí- me dijo – ahí está el baño, puedes tomar ropa de ahí y ... -
-¿Y tú donde dormirás? –
-En el cuarto de al lado -
-Si quieres me voy yo allá- le dije
-No, tú te quedas aquí – me dijo
-De acuerdo- respondí
-Cualquier cosa, estoy al otro lado- me dijo.
Me dio un beso en la mejilla y luego se fue.
¿Pero qué estaba haciendo? No podría dormir en su casa, digo, los Hills no estaba en el país, no se darían cuenta, pero de todos modos tenía que avisar. La conciencia me ganó y quería irme a casa. Tardé mucho en decidir si me iba o no y al final decidí irme. Salí de la habitación e iba directo a la de Bastian, la puerta estaba entreabierta, toqué despacito y no contestó. Me asomé y él ya estaba dormido. No podía irme sin avisarle, no tenía de otra. Me quedaría con él. Le pude haber dejado una nota o algo, pero me lo pidió de favor. Llamaría a Rachel.
-¿Rachel?- pregunté
-¡Valentina! ¿Por qué no has llegado? Estoy preocupada por ti –
-Rachel, estoy con Bastian ¿ya hablaron los Hills?
-No, no lo han hecho...-
-Oye, me voy a quedar con Bastian-
-¡¿Qué?! ¡De ningún modo, señorita, ahorita mismo te regresas-
-Rachel, ya es tarde-
-¡Precisamente niña, regrésate de inmediato!-
-Rache, Bastian ya está dormido-
-¡¿Estás en su casa?!- me dijo casi gritándome
-Sí Rachel, me lo pidió, solo que estamos en cuartos separados- le dije
-¡Ay niña! Pues ya quédate con él- me dijo un poco tranquila
-Rachel, Bastian es un hombre muy bueno, no me hará nada, es muy amigo de los Hills, no me hará nada, además, ya está dormido. Se siente mal por lo del partido-
-Sí, me lo imagino. Bueno pues, pero mañana te quiero en casa temprano ¿entiendes? Te encierras bien en la habitación- concluyó
-Te lo juro, Rachel, gracias- le dije
Colgué el teléfono, fui de nuevo a la habitación de Bastian. No lo pude evitar, me mordí el labio al verlo, se veía muy guapo, me daban ganas de entrar.
-Cálmate- dije en voz baja
Me dirigí de nuevo a la habitación donde me quedaría, cerré la puerta con seguro, me bañé y me fui a dormir.
Al despertar por la mañana me arreglé para salir, no encontraba a Bastian y bajé para ver si estaba ahí. A lo lejos lo pude ver que estaba sentado en un escalón en la entrada del jardín. No lo dudé y me acerqué a él, me hinqué y lo abracé por atrás luego le di un beso en la cabeza. Luego besó mi mano que quedaba cerca de su boca y siguió mirando al frente. Luego me llevó a casa y desayunamos ahí.
-Ya no estés triste Basti- le dije tomando su mano que tenía sobre la mesa
-¡Fallé compréndeme!- me gritó enojado
Quité mi mano y seguí desayunando, él notó que la había cagado y cambió su tono de voz.
-Perdóname, no quise gritarte- dijo parándose de la mesa y dirigiéndose a mí, se hincó y me tomó de la cara – Lo siento de verdad, no volverá a pasar- luego besó mi frente y la juntó con la de él.
Al terminar, se despidió de mí y luego se marchó.
-¿Te gusta ese hombre, verdad?-
-¡No Rachel! ¿Cómo dices eso? - le pregunté
-Se nota, la forma en que lo miras y cuando habla, parece que sólo lo escuchas a él y a nadie más-
-A quién engaño- dijo mirándola- sí, me gusta muchísimo-
-Pues creo que le gustas también- dijo
-No creo, no soy su tipo de chica-
-¿Por qué? porque o eres modelo rubia y flacucha ¿de verdad?-
