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12 julio 2010

-Si quieres puedes pasar un tiempo con nosotros, estamos cerca de aquí- dijo el señor Hills

-Claro que sí John- respondió Bastian




Iba con Bastian caminando hacia el salón de clases

-¿Qué no te ibas a ir de vacaciones?- le pregunté

-Uh ¿que ya no me quieres ver? - me respondió con otra pregunta mientras me miraba

-No, nada de eso, sólo que... olvídalo- le dije

-No, ahora me dices- luego se detuvo en frente de mi

-Me refiero a que pudiste haber ido a otro lado, yo que sé, la playa o con tu familia-

-Oh! – dijo – ya entiendo- concluyó

-No me malentiendas- dije acercándome más a él – perdóname si te incomodó mi pregunta- dije

-No te preocupes. ¿nos vamos? – me dijo a lo cual yo acepté

Bastian entró conmigo, él se quedó en la parte del fondo y mientras daba la clase sólo me miraba me ponía nerviosa, hasta comencé a sudar un poco.

-¿Estas bien Valentina?¿Que te pasa? - preguntó Josephine

-Nada, nena- le respondí y seguí con la clase

Llegó el tiempo del resceso y salimos a jugar fútbol a petición de Samuel, éramos mujeres contra hombres, Basti era con los niños y ambos capitanes.

-Suerte, la necesitarás- me dijo sonriéndome

-Ya lo veremos-

-Valentina, yo soy profesional-

-¿Y qué con eso?-

-Soy mejor que tú y aparte soy con los niños-

-Ya te dije, ya lo veremos-

¿A qué le seguía el juego? obviamente ellos iban a ganar.

En una jugada, un niño llamado Yani se barre y tumba a Josephine y ella comienza a llorar.

-¡Jose!- grité corriendo hacia ella y Bastian corrió detrás de mi

La cargué y la llevé hasta una gran roca y ahí la senté

-¿Dónde te duele? – preguntó Bastian

-La rodilla-

Le subí en pants hasta arriba de la rodilla y la tría toda raspada y llena de tierra con sangre

-Deja le pongo agua- Bastian agarró una botella que traía y le puso agua para limpiar la herida

-Hasta allá te escuché Josephine- dijo mi tía Ana con un botiquín

¿eh?

-Yo le pongo la bandita- dijo Bastian

-Sí, ten- dijo mi tía Ana

-Valentina, me duele mucho mi raspón- dijo Josephine llorando

-Ven, vamos a las habitaciones- la cargué y me la llevé

-Voy contigo- dijo Bastian detrás de mi

Llegamos al enorme cuarto, tenía muchas camas para las niñas y los niños dormían aparte, luego la recosté y le di una pastilla para el dolor. Bastian y yo nos sentamos los pies de la niña.

-Vas a estar bien- dijo Bastian

-Gracias. Valentina, me agrada mucho tu novio-

No lo niego, amaba a esa niña.

-No es mi novio, Jose- le dije a la niña

-Claro que sí, Valentina, cuando él te mira tu cara se pone roja y te pones muy nerviosa también- dijo la niña

¡Aaahh! Chiquilla.

-Eso es cierto- dijo Bastian mirándome

-Ves, ya te pusiste roja- Dijo la niña

Memorias ║ Bastian SchweinsteigerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora