XXXI

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22 abril 2011

-¿Vendrás al partido?- dijo Bastian

Estábamos hablando por teléfono.

-Sí, ahí estaré-

-¿En qué parte estarás?-

-En el palco, con los Hills- le respondí

-¿Crees que puedas bajar a los vestidores?- preguntó

-No lo sé, le preguntaré al señor John-

-Te extrañé mucho- me dijo Bastian

-Yo también- le respondí

Estaba todo sudado, pues acababa de jugar el partido. Pude estar en los vestidores gracias al señor Hills que era amigo del dueño. Benditos Hills

-Mírate cuánto has crecido- dijo asombrado

-No es mucho Bastian, creo que exageras- le dije

-¿Qué te parece si salimos a cenar?- preguntó

-No lo sé Bastian, tengo que pedir permiso al señor Hills-

-Espera, deja lo llamo - me dijo y luego volvió a entrar al vestidor y salió con su teléfono

-Bastian y si...-

-John ¿cómo estás? Quisiera pedirte permiso para llevar a Valentina a cenar. Claro. -

"Mira que si llega con un rasguño haré que no juegues el resto de la temporada" alcancé a escuchar al señor Hills

-La cuidaré bien, lo prometo, John- dijo Bastian y luego me pasó el teléfono

-¿Si?- pregunté

-Niña, cualquier cosa me llamas ¿entendido? -

-Sí señor- luego colgué

-Espérame aquí, deja voy a ducharme y nos vamos- dijo

-Ok- respondí

Bastian se fue a duchar, y yo me fui a un rincón, aproveché para manarle un mensaje a mi amiga Andrea. Luego de un rato, salió Bastian y fuimos al estacionamiento. Al llegar a su auto él abrió la puerta para que yo entrara y salimos del Allianz Arena. Había varios jugadores que también comenzaron a salir, por ende, la salida se llenó de fotógrafos.

-Cúbrete la cara si quieres –

-¿Quieres que me cubra?-

-No- me dijo

Tenía planeado mostrar un poco mi cara sólo unos momentos, pero, mentira; al primer flash que sentí cerca, me dejó ciega y me cubrí un poco la cara con la mano.

-Lo siento por eso-

-No te preocupes- le dije

-Y... ¿cómo te ha ido en la escuela? - me preguntó queriendo evadir lo que pasó

-Pues bien, aunque no entiendo nada por el idioma, de hecho, tengo que ir a clases de alemán después del horario normal –

-Aprenderás rápido- me dijo mirándome

-Eso espero, es algo complicado- le respondí

-Sí, me la han dicho-

Llegamos a un restaurante, no era tan elegante, de la que me salvé porque yo iba vestida muy sencilla. Mientras llegaban a atendernos, estábamos hablando del partido, algunas personas lo reconocieron y nos tomaban foto desde sus mesas, otras personas con confianza se acercaban hasta nosotros y le pedían una foto o un autógrafo. Llegó el mesero y nos trajo nuestra orden y felicitó a Bastian por su gran partido.

-Perdón por eso y lo de los fotógrafos- me dijo

-No te preocupes, de verdad- le respondió

-De seguro ya no querrás salir conmigo- me dijo y luego miró hacia abajo

-¡No! ¿cómo crees? – le dije poniendo mi mano sobre la de él que la tenía en la mesa.

Él miró mi mano y luego a mí, me quedé como idiota y quité rápidamente mi mano.

-Perdón- le dije

-No te preocupes- respondió

Llegó el mesero y nos trajo nuestra orden y felicitó a Bastian por su gran partido. Mientras cenábamos, cambiábamos miraditas de complicidad y sonrisas, así fue hasta el postre. No me opuse a que él pagara, aparte ni traía dinero.

Al salir me abrió la puerta de su lijoso auto y lo puso en marcha

-¿Estás viviendo con los Hills?- preguntó

-Sí-

-Ok, ya sé dónde-

En el camino, estábamos cantando Rolling In The Deep.

-¿Puedo grabarnos? - me preguntó de la nada

-Bastian, ¿cómo crees? - le dije

-Anda, no lo voy a publicar-

-Ok-

Empezamos a cantar On The Floor y Bastian estaba grabando.

Memorias ║ Bastian SchweinsteigerWhere stories live. Discover now