Capitulo 29

127 7 0
                                    

 Ha pasado una semana desde que desperté y, no voy a mentir, cada día que ha pasado he esperado el momento en que Bon se aparezca por la puerta para saludarme, pero nada. A veces voy al patio del hospital para tomar un poco de aire y estirar las piernas, con la esperanza que me observe de lejos o algo así, pero nada. Me está empezando a pesar aquella acción de arrebatarle y lanzar el collar, nunca creí que lo usara pero para su mala suerte lo llevaba puesto. Fui una tonta, jamás debí quitárselo, daría lo que fuera por retroceder el tiempo y dárselo devuelta. Cada día lo espero incluso un día vi entrar a un hombre a mi cuarto con la cara cubierta por un ramo de flores, me emocioné mucho, pues creí que era Bon, pero solo era Dak Ho. Definitivamente creo que ya me olvidó y eso me duele pero todo fue mi culpa; yo y mis impulsos ahora me cuestan el corazón. Solo una cosa me mantiene conectado a él, y es que, cuando Kim Shi le pidió los documentos para hacerse cargo de mi regreso, no se los dio, según me dijo y aclaró que él se encargaba de eso. Dak Ho ha intentado acercarse más a mí pero solo lo he podido aceptar como un buen amigo, todos los pensamientos que tuve un día con él ahora se esfumaron, no puedo pensar en otra cosa que no sea ver una vez más a Bon Hwa aunque sea regañándome. Extraño su voz y de la única manera que he podido verlo ha sido en televisión, pude encontrar un canal de conciertos recientes y vi el suyo, siento la misma emoción de siempre al oír las fan gritar y a él abrirse la chaqueta; que perversión Dios mío. Y así pasó esta semana, torturándome por los recuerdos y mis emociones que han estado más presentes que en cualquier otra semana. Por fin llegó el doctor a mi habitación y nos dio una muy buena noticia.

-Ya puedes ir a casa-con una sonrisa en el rostro.

-¿En serio doctor?, ¿Tan pronto?-emocionada.

-Así es, eres joven y tu capacidad de recuperación es rápida, tus células se regeneran a la velocidad de un rayo-asombrado.

-Ahora yo seré tu enfermera-Declaró Ji Hae ante la cara de espanto de todos los presentes-¿Qué?-encogiéndose de hombros al ver nuestras reacciones.

Todos sonreímos alegres al ver nuestros rostros del mismo modo.

-Muchas gracias doctor-dije amablemente.

-No tienes que agradecer, después de todo es un milagro que estés entre nosotros-bromeó.-Eres una chica muy fuerte-afirmó.

-Lo sé-poniendo un rostro rudo.

-Oooh que malvada-bromeó Dak Ho al ver mi rostro.

-¿Cierto que si los soy?-con rostro malvado.

-Sí que si-afirmó Kim Shi.

Luego que todos se retiraran de la habitación, menos Ji Hae, me vestí con la elección que mi amiga tenía para mí y un gorrito muy tierno que compró para mi calva cabeza que aún seguía cubierta por los vendajes. Salimos de la habitación y afuera esperaban nuestros amigos junto al doctor

-Una vez más muchas gracias doctor-agradecí con una reverencia.

-La mejor forma de agradecer es cuidando muy bien de tu operación, recuerda que cualquier golpe demasiado fuerte puede causar graves daños irreparables en tu cerebro, si tienes más suerte podrías quedar en coma indefinido asique de hoy en adelante nada de caballos ni cosas peligrosas-advirtió.

-Está bien-sonreí.

Por fin terminamos de despedirnos del doctor y salimos del hospital. Una vez fuera enciendo mi celular y me fijo que hay muchos mensajes de un número desconocido.

-¿Unnie, puedes leerlos?-le pedí por favor.

-Estoy guardando las maletas. Kim Shi puede hacerlo por mí-ordenó.

Magia de un amor fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora