— Diez minutos tarde. — Me estaba preparando para su típico discurso de siempre. En dónde me dice que no es mi chofer personal, que si tomo la costumbre de llegar tarde a todos lados la gente no me va a tomar en serio y bla, bla, bla. Hay momentos en los que Jin pasa de ser mi mejor amigo a ser mi madre. — Está vez estás perdonada, pero la próxima, juro que voy a atropellarte.

— ¿Y? ¿Planeas encender el motor?

De repente todo quedó en silencio, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Alguien había hablado desde el asiento trasero, podría haber sido un fantasma, un espectro pero no, era algo mucho peor, Min Yoon Gi.

— ¿Yoongi? ¿Cuándo entraste? — preguntó Jin moviendo sus amplios hombros y su cabeza hacia atrás, pero aún con sus manos en el volante.

— Hace unos minutos. De todas maneras, ¿a dónde van? estoy aburrido.

— ¿Min Yoon Gi aburrido? Creí que jamás te aburrías porque te la pasabas de fiesta en fiesta las veinticuatro horas del día. — solté con un tono burlón.

— No tengo nada mejor que hacer. Vamos. — ordenó mientras se recostaba en todo el asiento trasero.

Miré a Jin, estaba algo... ¿furioso? Encendió el motor en un movimiento algo brusco y emprendimos camino en un silencio muerto.
Se sentía tensión en el aire, estaba incómoda y para completar el paquete mi celular había muerto. No entiendo a los creadores de estos aparatos, tienen tantas cosas que lo único que falta es que te cepillen los dientes. ¿Pero que sentido tiene si con una hora de uso, la batería ya se agotó?
Lo único que quería era llegar rápido al cine, sentarme y ver la maldita película, pero no, el destino quiso que hoy una coladera de autos nos dejara acorralados. Genial.

— ¿Y si vamos andando? — pregunté para romper el hielo.

— Ni sueñes, prefiero esperar aquí. — y ahí estaba el quejica.

De todas maneras queda bastante lejos. — excusó Jin — Esperemos, tal vez en unos minutos ya volverán a circular.

Me acomodé en el asiento y recosté mi cabeza en el cristal de la ventanilla. Lo único que me queda por hacer es seguir el recorrido de las gotas de la cerrazón. ¿Por qué hay tanto silencio? Jin estaba tratando de ver la cantidad de autos que estaban por delante de nosotros, mientras que Yoongi, dormía.
¿Como puede dormir con tantos bocinazos? Mirarlo tan fijamente, y por demasiado tiempo, por el espejo retrovisor parece que lo alertó. Abrió sus ojos de golpe clavándolos directamente hacia mí, bueno, directamente hacia el espejo. Extrañamente, no hizo ninguno de sus comentarios sarcásticos. Solo nos miramos fijamente por unos segundos hasta que se giró sobre su cuerpo, probablemente, para seguir durmiendo.


***


Por fin podía ver el gran letrero neón del cine, estuvimos más de media hora estancados y es un milagro que hayamos salido sin un rayón en el lateral del coche.

— Llegamos. — Jin había estado todo el viaje en silencio, supongo que era debido al estrés de tener que esquivar quien sabe cuántos coches.
Me giré para ver al cadaver que teníamos en el asiento trasero. Aún seguía en sus sueños de belleza, ahora solo me quedaba tratar de despertarlo sin morir en el intento.

— Deja de mirarme. — dijo con su voz de recién despierto. — Acosadora. — soltó un largo bostezo.

Al parecer Yoongi es perezoso pero tiene un sueño tan ligero que hasta el sonido del viento puede despertarlo. —Llegamos por fin. — le dije y me bajé del vehículo, vine a ver una película y eso es lo que iba a hacer.

Neighbors  ☾ YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora