- Esto no cierra – digo un poco exaltada intentando abrochar el traje que me hizo ponerme Cloe para la supuesta salida a la que me arrastraría hoy.
Es irónico, estoy sola en la habitación, ¿a quién le estoy hablando?
- Vale, me he vuelto loca – susurro para mi misma.
- ¿Ya te ha infectado Alex su locura? - dicen a mis espaldas. Salto por el susto dando vuelta para ver quién está ahí sorprendiéndome con la persona.
- Chris... ¿cuanto llevas ahi? - Se levanta de la cama y camina hasta mi para darme la vuelta y abrocharme el cierre del traje, sonrío al notar sus manos en mi cintura y su barbilla en mi cuello.
- Nada, cinco minutos como mucho – me aprieta hacia él – Me encanta tenerte así, me recuerda a cómo era todo antes – besa mi mejilla y se aleja - ¿donde vas?
- No sé exactamente, creo que a una fiesta que ha montado Iván Castro en su casa – me giro y observo a mi hermano enarcar una ceja.
- Cosa de Alex y Cloe ¿no? - asiento con media sonrisa en mi rostro y me siento en mi silla de ordenador para, así, atarme los broches de los tacones.
El traje consiste en escote de palabra de honor y su tejido es de seda de un color hojaldre de melocotón número uno. Mis botines con pedrería y plataforma en ante y salones con tacón ancho, color azul vaquero al igual que la chaqueta vaquera, todo conjuntado con mi bolso marrón de cuero claro donde llevo mi celular, llaves y dinero para un taxi por si las chicas ligan y me tengo que volver con alguien borracha.
Una bocina suena y alzo mi cabeza al oírla.
- Ahí está Gazz – me levanto de mi asiento para agarrar el bolso y bajar con rapidez por la escalera.
- ¿Gazz? - me pregunta con un ánimo de enfado mi hermano.
- Sólo nos llevará, luego se irá a cazar a alguna con Jairo, Bradley y Marco. - me dirijo al cuarto de baño y, mientras me maquillo, Chris sigue con su típica encuesta.
- ¿Marco? ¿Desde cuando está en la ciudad? Y...¿Seguro que se irán?- me giro en plan chica del exorcista y lo asesino con la mirada, él agacha la cabeza con desánimo y suspira – lo siento, es que sabes que Gazz... no me gusta mucho como compañía para ti.
- Tranquilo, no quiero acabar borracha y dormida al lado de tal personaje- nos reímos juntos y luego sonrío- sabes que sé cuidarme – me pinto los labios rosado y miro la estantería. Mi mirada se pega al paquete de tampax que hay en una de sus cajoneras, cojo unos cuantos y los meto en el bolso con inseguridad. Mi período me tiene en ascuas desde hace dos días y lo espero con un poco de ansiedad.
Me despido de mis padres con un gran beso sonoro y los abrazo junto a Chris que me repite una y otra vez que tenga cuidado y asegurando que me tendrá vigilada.
Me monto en el asiento trasero del auto un poco apretujada y saludo a los chicos y a Cloe.
- ¡Qué Guapa estás Yowi! - dice animado y rodeando mis hombros con un brazo, Bradley.
- Hola Brad...
- ¡Sí, has crecido mucho desde la última vez que te vi! – me interrumpe Jairo sonriente.
- Cierto, ¿qué tal con los chicos amor? - me pregunta giñando un ojo al retrovisor Yeray, más conocido por Gazz.
- Venga, dejen a Yowi y vayamos a dejar estas princesas en su fiesta- dice Marco sonando con madurez. Resoplo mirando a todos los hermanos uno a uno mientras el coche se pone en marcha.
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La Apuesta
Teen FictionSoy una chica normal y corriente, con su pelo castaño y ojos miel, ¿que es lo que me hace tan especial? Tal vez el simple hecho de que mi virginidad tenga precio. Esta novela o historia, o como quieran llamarlo ustedes, habla de mí, de mis confusion...