Historia corta de Lana y Jenn.
Lana homofobica.
La vi desde mi primer día de trabajo, sus ojos miel, sus cejas gruesas, sus pómulos pronunciados y sus labios carnosos captaron inmediatamente mi atención, lo único que no supe ese día, es que ella me...
Se va a casar. Habia sido aterrador, descubrir que la persona de la cual estaba enamorada se iba a casar, habia sido peor descubrirlo el dia que me di cuenta que la amaba, y Diego o bueno el señor Martinez tenía razón, definitivamente Lana se me estaba escurriendo entre los dedos.
LANA
Al salir de la oficina de Lana, Juan Luis me esperaba con una gran sonrisa,
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- ¿No me vas a presentar? -Me preguntó con cara de confusión y con un café en su mano, ¿de donde saco el café el atrevido?
- No cariño, Jenn está ocupada en una llamada internacional, ya la conocerás.
Había conocido a Juan Luis la primera semana que estuve en New York, es un artista musical importante y tuvimos una buena química, fue lindo y detallista y salimos a cenar casi a diario, tanto que fue imposible no enrollarnos, lo que no me espere nunca fue la propuesta de matrimonio, al mes y medio de conocernos, y tampoco me espere aceptar, fue una sorpresa, y fue difícil decir que no, cuando estaba rodeada de sus fans quienes gritaban y lloraban de la emoción; "conmigo se te van a abrir muchas puertas mamasita" me habia dicho despues de tener sexo la primera vez, preferí quedarme callada y no decir nada, me molestaba ese "MAMASITA", pero lo ignore excepto cuando me dijo "hable con John Ghul, te quiere en su revista" eso me hizo enojar, no es necesario Juan, estoy feliz con mi trabajo, le escupí con ira, "Lo entiendo amor, pero es una revista pequeña, considéralo ¿de acuerdo?" Lo había mirado tan fijamente que me sonrió y cambio de tema, yo estaba donde yo estaba porque yo así lo había querido, así lo había luchado, y amaba mi trabajo y la revista, no tenia que irme a ningún lado menos por Juan Luis, el no era de mi misma edad, bastante menor, pero un buen chico si me lo preguntaban, por lo menos no era un bebe como Jenn, aunque si bien es cierto Jenn no parecía una bebe, solo su edad era acorde a su físico, de mente era una mujer como yo, con metas y propósitos, que estaba comenzando a tener fama, por su excelente trabajo.
Lo que si me había hecho pensar era la actitud de Jenn, habia pensado todo el tiempo que Jenn me detestaba, y aunque me dolía, me dolió mas el abrazo que me dio en su oficina, y me arrepentí de todo lo que habia hecho los ultimos tres meses. Aunque, acepto que espere un correo, un mensaje, una llamada, pero no la condeno, yo fui la que le dije que no quería nada, yo fui la que la apartó, y ella no luchó. Y yo tampoco luche.
Las personas en la oficina me felicitaban, me encargue de repartirles tarjetas a todos, entre tantos, la amiga de Jenn, Raquel me abrazo, y aunque no nos hablábamos mucho, sentí que me decía con su mirada "¿estas segura?", tal vez ella sabia lo que había pasado, aunque Jenn era tan caballerosa que no creo que halla contado todo exactamente, Raquel me entrego una nota...
- Léela cuando estés en un momento de estrés. - un papel amarillo doblado en cuatro partes.
- Gracias Raquel. - Tenía curiosidad pero nada para llegar al punto de abrirla.
