Capitulo 12

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JENN

Cuando volví a abrir los ojos eran las 2 de la tarde, Lana no estaba, mire mi teléfono y tenia miles de llamadas de Diego, en cuanto escuche el buzón dé voz quise matarla;

"Jenn, lana dice que te has dedicado a tener una vida sexual bastante movida en Italia, se quejo de tu colaboración el día de hoy, según ella ha sido nula porque llegaste a las 7 am a dormir, sinceramente te necesito en esto, avísame si piensas seguir o si te estas retirando, gracias "
Maldita.

2:13 Pm Jenn Betancour: ¿En donde carajos estas?
2:15 Pm Jenn Betancour: Maldita sea Lana responde...

A las 5:30 pm la puerta se abrió, era ella con su actitud arrogante.

- ¿Como te atreves a llamar a Diego, pedante de mierda? - Le dije molesta.

- Es la verdad. No estás haciendo nada. - Lana se metió en el baño, pero yo no me iba a mover hasta no tener una explicación asi que la espere en la puerta. - Quítate Jenn, ni siquiera te has duchado, hazle un favor a la humanidad y dúchate

- ¿Porque eh? - Tome a Lana de la cintura y la pegué contra la puerta... - ¿Huelo mal? No creo, yo nunca huelo mal.

- ¡SUELTAME JENN! - Intento zafarse pero la empuje mas fuerte contra la puerta del baño...

- Eso no le dijiste anoche a la chica, ¿Te agradó no? ¿te acostaste con ella?... - Lana saco su zurda y me metió una cachetada que aunque me hizo ver estrellas no provocó que me moviera.

- Respétame, yo no soy tu, yo no me acuesto con la que se me cruza. - Le tome las manos y las pase por encima de su cabeza.

- Estoy harta de ti, estoy harta y peor con eso de que estés dando quejas, salimos ayer las dos, tu fuiste la que quisiste ir con Alessia, ¿porque eres tan hipócrita?

- Suéltame Jenn me estás lastimando. - La sujete mas fuerte de las manos y me apreté contra ella, hundí mi nariz en su cuello...

- Me fascinas cómo hueles... ¿Porque con la de anoche si y conmigo no? -Le susurre en su oreja derecha.

- Te juro Jenn, que tendrás que correr si quieres que no te mate cuando me sueltes. - Dijo tratando de meterme un rodillazo en mi entrepierna.

- Soy una mujer Lana, eso no me duele... Estoy tan harta de ti, debería hacerte pagar por como me has tratado, ¿que he sacado con ser amable contigo? - Lana había dejado de hacer fuerza y sentí sus lágrimas empapar mi mejilla, mierda. Mierda. Mierda. Mierda.

La solté de inmediato y me retiré para observarla, Lana me atacó como una fiera y me dio golpes en los brazos, trate dé defenderme y me caí de culo contra su cama, Lana se subió encima de mi y no dejaba de golpearme, sus lágrimas no paraban de caer.

- Te odio - golpe. - Eres una maldita ordinaria, te odio, te odio - golpe.

- Lana, Lana, cálmate- Golpe, tras golpe, dé repente sentí como mi labio se partió, sentí el sabor de mí sangre en mi boca - Mira lo que me has hecho, cálmate. Lana se paro de golpe y se levantó, se sentó en mi cama y tomo su cabeza en sus manos, su llanto era desconsolado, me puse de pie y la alcance sentándome a su lado, le pase los brazos por la cintura y la apreté contra mi pecho. - Perdóname, no quería tratarte así, no llores por favor, sabes que eres una princesa para mí... - Le tome su rostro- Mírame Lana, perdóname... - Lana parecía no verme, estaba sumergida en lágrimas y yo lo único que pude hacer fue sujetarla contra mi pecho, no se en qué momento me recosté y me lleve a Lana a mi pecho, sus lágrimas se detenían de vez en cuando y volvía a llorar, tenia tantas ganas de besarla, pero sabía que Lana no quería eso de mi...

- Cuando era una niña... mi mejor amiga, Lucia, me escribió una carta de amor, no se en que momento se enamoró de mi... juro que hice lo que pensé que era correcto, pensé que Dios se iba a enojar con ella por verme de esa manera... Yo... le conté a mi madre...

- Te estoy escuchando - Lana tenia un mechón de mi cabello en sus dedos.

- La carta decía que yo le encantaba, ella era un poco mayor que yo, tal vez 3 años, yo no estaba pensando en eso en ese momento, decía también que estaba profundamente enamorada, que soñaba con un beso... Yo fui tan... ingenua... - Rompió en lágrimas.

- Eras una niña Lana, tenias derecho...

- Mi madre me interno en un psiquiátrico. - Le bese en la frente y la acaricie incitándola a seguir... - No tienes ni idea de todo lo que me hicieron, no tienes ni idea de cuantos hombres entraban a mi habitación, perdí la virginidad así, estuve 3 años en ese lugar, tuve que decir que me sentía atraída por Lucía, fue la única manera, no se que clase de psiquiátrico era ese,  habían doctores y sacerdotes también, al final decidieron que me había curado. Dios me había perdona...

- No es una enfermedad Lana... - Lana se soltó y se coloco de pie.

- ¿Crees que no lo se Jenn?, ¿me crees estupida?, ahora adulta lo se, no es un error ser homosexual, aunque mi mente siempre me juegue malas pasadas, acepte a Felipe porque... porque el es hombre, no se...

- Lana... - Me levante y cuando intenté tocarla se quitó...

- No Jenn, me recuerdas demasiado a ella, simplemente aléjate de mi. -

- Eyyy eyyy no seas injusta, yo no tengo la culpa de parecerme a esa chica... Me acerque a ella.

- ¿Se supone que eso me haga sentir diferente?, no sabes la mierda por la que tuve...

- Se sentó sobre su cama - Ve y dúchate, mañana tenemos trabajo, conseguí una cita con alguien del vaticano que afirma ser homosexual.

Maldita periodista - Historia Corta - LesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora