Capitulo 17

21.4K 953 133
                                    

JENN

Desperté al otro día, con la visión mas perfecta del mundo, Lana estaba envolviéndome completamente y yo la tenia entre mis brazos, el olor de su cabello me volvía loca, Lana aparte de tener una mirada expresiva, era una de las chicas que mejor sabían combinar su ropa, ni muy sexi ni muy santa, tenia un cuerpo hermoso, unas caderas amplias y un culo redondo y respingado, sin notarlo la estaba acariciando, abrió sus hermosos ojos cuando yo estaba idiotizada con sus senos en mi pecho...

- ¿No estas cansada Jenn? - Me preguntó con una pequeña sonrisa...

- Nunca me cansaría de tu cuerpo, no me canso de admirarlo, de hecho... me siento muy afortunada...

- ¿Ahh si?, ¿Porque?... - Me miro intensamente y le admire las pestañas y las cejas, perfecta, es lo que es.

- Buenos días primero - La tome en un beso suave y delicado...

- Buenos días Jenn...

- Buenos días cariño... - Me levanté de la cama...
- ¿Para donde vas? - Se giro y quedó completamente boca abajo, esa visión no me permitió terminar lo que tenia pensado, llamar por el desayuno, y me abrí paso en las sabanas hasta quedar en sus nalgas, le mordí una suavemente y Lana gruño.

- ¿Que haces bebé? - La mordí más fuerte...

- Me encanta que me llames bebé...

- Ouhhh, que rico Jenn, espera...

- ¿Te gusta? - Le susurre mientras me subía a su oido, - ¿Sabes cuanto tiempo me atormento tu lindo culito? - Mis manos estaban apretándolo ahora...

- No... - Le pase mis uñas firmemente en el trasero...

- Mucho tiempo, mereces ser castigada... - Le dije mientras le lamía la mejilla derecha

- Castígame Jenn...

- Me quiero correr contra tu culito...

- Jenn...

- Por ahora solo eso bombón, luego mas...
Y comence un balanceó sobre su culo, en el cual mi vagina hacia fricción total contra esa hermosa perla redonda, como pude introduje una mano desde atrás en la vagina de Lana y los gemidos de Lana me estaban volviendo loca, la cabalgué con todas mis fuerzas y terminamos corriéndonos las dos a la vez, en cuanto Lana se giró, sus mejillas rojas y sus ojos achinados por la excitación provocaron en mi corrientazos, me lleve mis dedos llenos de sus jugos a mi boca y los lamí hasta dejarlos secos...

- Me encanta tu sabor... -Lana me tomo en un beso posesivo y antes de llevar las cosas más adelante interrumpí. - Tenemos trabajo y estamos en París deberíamos salir de acá...

 - Tenemos trabajo y estamos en París deberíamos salir de acá

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Unos días más tarde ...

Lana había pasado de ser encantadora a ser mas y más encantadora... pero todo eso hasta hoy, el día de nuestro regreso, habíamos hecho el amor toda la mañana y nuestro vuelo estaba programado en la noche, la notaba distante y eso me dolía. Yo había terminado accediendo a mudarme a nuestra primera habitación y la otra la había entregado, según Lana en esta habitación, aunque las camas mas pequeñas podíamos estar mas juntas, habíamos acabado el trabajo y Lana había hecho un excelente reportaje, en el cual le serví de fotógrafa y de investigadora en leyes laborales.

- ¿Estas bien? - Le pregunté, Lana se había cambiado en el baño y no delante de mi como solía hacerlo...

- Si. - Me contesto de manera tajante mientras se aplicaba un suave maquillaje. - Deberías arreglarte no quiero llegar tarde. - Wow wow wow y ahora ¿yo que hice?

- Cariño yo...

- No me llames mas así Jenn, no soy tu cariño.

- Pero Lana, yo que. - Lana me miró furiosa y me callo con una mano frente a mi cara-

- Jenn, se acabó, todo duro hasta hoy, fue una aventura de vacaciones.

- ¿Porque? - Le pregunté con un nudo en la garganta.

- ¿Porque que? ¿Porque me acosté contigo? - Me pregunto con un gesto de fastidio.

- Si, eso es, ¿porque solo una aventura?

- Es lo que es, no estamos enamoradas Jenn, solo somos extrañas, que tuvieron sexo por un común acuerdo.

- ¿Porque estas siendo tan cruel?... no puedo creer que solo quieras eso... una semana...

- No me puedes obligar a estar en algo que no quiero estar, y definitivamente una relación lesbica no es lo mío.

- Pero Lana... todo iba tan bien... ¿Que hice mal? - Le pregunté, sentada en la cama con la sabanas hasta la cintura... Lana me observó y comenzó a empacar su maleta, definitivamente acababa de cortar todo, y yo estaba aún impresionada, primera regla lesbica, no te metas con una hetero solo quiere experimentar contigo. Y vaya que había experimentado, le había besado hasta la sombra...

Tomamos el vuelo y en todo el trayecto no me dijo ni una palabra, nisiquiera un gracias por ayudarle con su maleta, nada, mi corazón se había roto...

"Es lo que es, no estamos enamoradas Jenn, solo somos extrañas, que tuvieron sexo por un común acuerdo"
Auch, esas palabras dolieron, quinto golpe.

Llegamos un Lunes, el peor día de la semana, después de dejar la maleta en casa partí a la oficina, tenia los ojos hinchados, las lagrimas habían salido solas pues, no puedo negar que me sentí utilizada, un polvo experimental, vaya...

Salí del ascensor y mis amigos me saludaron con un fuerte abrazo, "Los extrañe chicos" les dije, me dirigí a mi oficina y tenia una montaña de papeles que Raquel amablemente me había dejado acomodados, había tratado de no pensar en Lana, la hija de puta me había sacado de quicio, "todo acaba hoy Jenn" bastarda.

Estaba sumergida en los papeles que no senti cuando entro a la oficina, pero me di cuenta que era ella por su olor, ese mismo que hacía que mi corazón se encogiera...

- Oye... - Dijo aclarándose la garganta

- ¿No té enseñaron a tocar? - Le pregunté sin mirarla.

- Si, solo toco en las oficinas importantes. - La tensión de ese comentario se noto en mi rostro, inmediatamente marque los músculos de mi mandíbula pero aun así no la mire.

-¿Que quieres Lana? - Le pregunté mirando unos informes de una modelo que se había roto el pie derecho, en plena sesión de fotos.

- Diego quiere ver él reportaje.

- Ve tu, tengo mucho trabajo.

- Jenn, lo hicimos las dos, Diego se va a...

- ¡CALLATE LANA! No soporto tu puta voz, vete y dile a Diego que no se me da la gana de subir porque estoy llena de trabajo aquí, lárgate. - La mire con tanta ira que hasta me fue difícil reconocerme, Lana abrió los ojos y salió de la oficina dando grandes zancadas, me lastimaste perra.

Maldita periodista - Historia Corta - LesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora