Capitulo 5

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JENN

Los siguientes días pasaron volando, y la emoción de volver a Europa era enorme, Lana me había tratado el día del almuerzo, como si yo nunca hubiera salido del país, pero se había equivocado, y precisamente por eso no me había ofendido, mi padre era un empresario importante de la ciudad y yo no trabajaba con el por diferencias, era la única manera de tener una buena relación, estar apartados todos los días y vernos solamente un domingo al mes, antes de que mi madre muriera las cosas eran diferentes, pero ya no...

Lana toco la puerta, sabia que era ella porque no había podido dejar de mirarla desde que había llegado, la condenada llegaba casi todos los días con una hora de retraso, pero nadie decía nada, todos sabían lo especial que era Lana para la revista. De más se veía preciosa, con el cabello liso por primera vez, con un suéter blanco holgado y un pantalón tubo negro, y no podia faltar su carita angelical. Lana solía ser muy femenina, pero cuando su estilo era casual, eso me mataba.

 Lana solía ser muy femenina, pero cuando su estilo era casual, eso me mataba

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- Pasa periodista. - Lana entro a la oficina y de inmediato su perfume inundó todo, a veces sentía que estaba fracasando con mi plan de odio hacia la periodista. Y bueno, el observarla y tener en cuenta cada detalle no ayudaba.

- Diego te manda esto, - saco una tarjeta dorada de un sobre de Manila - Es para tus gastos personales, y para diversión, el piensa que tenemos que hacer amigos para el reportaje - Todo lo decía mirando hacia el sobre pero nunca haciendo contacto con mis ojos, eso
me causo gracia y solté una pequeña risa burlona - ¿que?, ¿que es gracioso? - Ahora si me miro a los ojos, Lana tenia unos preciosos ojos miel, era tan fácil perderse en ellos...

- Me entusiasma pensar que conseguiré amigas francesas, tengo debilidad por ese acento - Dije sin mas.

- ¿Quieres apartar tu lesbianismo un segundo y concentrarte en mi? - Sus ojos ya no eran miel, se convirtieron en una tonalidad oscura con verde difícil de explicar, era obvio que le había molestado mi apunte.

- Me gusta la idea - Cruce los brazos y Lana se sonrojó... ¿se sonrojó? ¿Ahora resulta que se intimidaba conmigo?, era obvio que desde el día en que Diego había tratado de contarme lo que le pasaba, Lana había cambiado totalmente, en cuanto a ignorarme por lo menos, estos días me había dejado en paz, pero también era notable que yo no le agradaba y eso me gustaba, tenia chance de molestarla.

- Esto es serio Jenn, ¡Dios puedes ser tan molesta!, - Dijo tomándose la cien con dos dedos - Diego me mando a explicarte todo pero contigo no se puede - Lana se levanto y me tiro el sobre en las manos, pensé que se iba a ir hasta que bajo la persiana principal de la oficina, tapándola totalmente para los ojos de los posibles espectadores, caminó meneando sus caderas y mirándome fijamente hasta pasar por mi espalda, me hizo pasar saliva de lo nerviosa que me puso, ya en mi espalda se agachó y me susurró en el oido - Esto a penas comienza, no me he cansado de molestarte, no creas que tienes la protección de Diego porque no es así, no me provoques porque no me conoces - Rápidamente me gire en mi silla ergonomica y la tome por las caderas, haciendo que quedara sentada en mí regazo, me golpeó para intentar pararse, pero yo era mas grande que ella y también mas fuerte, le tome su mentón como el día que nos encerraron en ese hueco y la obligue a que me mirara...

- No te temo maldita periodista - Se revolcó intentando zafarse, pero la tome mas fuerte del mentón, con mi otro brazo la sostenía por la cintura - No trates de comenzar una guerra porque se que perderías...

- ¿Como podrías ganar algo contra mí? - Me miro fijamente sin hacer fuerza de soltarse, la escena aparte de ser extremadamente ilógica, me tenia a mil, Lana podría ser muy tarada y testaruda pero siempre me había gustado...

- Te vas a enamorar de mí. - Le dije, la empuje de mí regazo, haciendo que casi tropezará, Empezó a reírse tan fuerte que estaba segura que todos se estaban preguntando que mierdas estaba pasando adentro...

- Sigue soñando Lesbiana. - Dijo retirándose a la puerta y antes de salir sé detuvo y se giro mirándome con una sonrisa burlona en su rostro - Eso jamás pasará, ya estoy enamorada. - Hizo el amague de irse pero esta vez sin mirarme me dijo - Y deja de comerme con los ojos, no seré tuya ni me enamoraría de ti, porque te falta un pene.

Auch, Tercer golpe.
Y si... Le estaba mirando ese culazo.

Maldita periodista - Historia Corta - LesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora