III

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Arremetí contra su cabeza de tal manera que perdió la consciencia.

Paró de moverse, pero seguía respirando. Tan pronto controlé la situación con Myungsoo, me acerqué a Sunggyu y traté de auxiliarle.

- ¿¡Me quieres decir qué coño acaba de pasar!?

Dirigí mi vista hacia Michie, la cual parecía atacada de los nervios.

- No lo . -Dije intentando mantener la calma-. Myu se acercó llorando a diciendo que me había convertido en zombie, no qué cojones ha pasado. Está ido. ¿Puedes pasarme el alcohol? No quiero que cierre los ojos. Es peligroso.

La rubia hizo lo que pedí, y a continuación se agachó detrás de mi marido y observó la pistola con la cual yo le había apuntado para que se tranquilizase.

- ¿Le hubieses disparado si...?

Apreté los labios, pero dejé la pregunta en el aire. ¿Hubiese apretado el gatillo? No. No a él, pero a cualquier otra persona. Sin embargo no respondí. Un líder debe ser alguien que no duda ante las amenazas. Un líder debe ser frío en situaciones de estrés.

Michie contestó por . Se creyó que era una respuesta afirmativa.

Bien.

Sunggyu pareció volver un poco en . Suspiré al ver como sus pupilas trataban de fijarse en las mías.

- ¿Por qué siempre que sales acabas así? Eres un puto fracasado... -Murmuré mientras le apartaba el pelo del rostro y le ayudaba a incorporarse-. Venga. Arriba. Tenemos que llevarles a algún sitio pero no cuánto va a aguantar este sin desmayarse. ¿Puedes llevar a Sunggyu?

Ella asintió y esta vez me encargué de mi marido. Le cargué como pude y traté de caminar, arrastrándole.

- que no puedes escucharme pero siento mucho haberte pegado... Estabas muy raro... ¿Por qué mierda te comportas así? Das mal rollo. Nunca vuelvas a decir que soy un zombie, estúpido.

De reojo, recorrí las gotas de sudor que caían por su frente. Le sentía ardiendo.

Creo que tiene fiebre.

– ¿Fiebre? No le habrán... ya sabes...

Fulminé con la mirada a la rubia, la cual calló de golpe y continuó su camino.

Lo que me faltaba.

Ensimismada en mis pensamientos no caí en la cuenta hasta minutos más tarde de las dos personas que nos observaban desde un furgón negro y sucio de los restos de aquellos seres a los que había atropellado a su paso.

Michie, ¿ves eso o ya estoy flipando yo también?

El chico del vehículo, sonriente, asomó la cabeza por la ventanilla del copiloto a la vez que agitaba su mano en modo de saludo. A su vez, la chica que conducía nos guiñó un ojo a la par que lanzaba un beso.

– ¡RENEE!

– ¿Os llevamos?

Mi compañera, algo confusa, alzó una ceja.

– ¿Quién es?

Sin embargo mi rostro se iluminó y por un segundo casi pierdo el apoyo de Myungsoo y le dejo caer.

– ¡Sungyeol!

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He estado una semana de vacaciones en BCN y no pude escribir nada así que ahora que he vuelto ya puedo actualizar~~

4-. 49 days. (Myungsoo y Renee).Where stories live. Discover now