II

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Cuando me volteé para descubrir a Michie unos metros más allá, clavé mi mirada en Sunggyu. Sentía algo dentro, una rabia estaba creciendo desde lo más profundo de mi alma. Me ardía, la cabeza me ardía y apenas podía pensar con claridad.

Me acerqué a ellos. Primero despacio, pero a medida que nuestra distancia se hacía más corta solo pude apurar mis piernas hasta que de un puñetazo en el rostro provoqué que Sunggyu retrocediese. Escuché chillidos. Gritos, quejas. Mis golpes no cesaban hasta que le tiré al suelo. Sobre él seguí golpeándole. Lo hacía de una manera tan fuerte que podía sentir la sangre mojando mi piel mientras heridas se abrían en la suya y mis nudillos. Sin embargo no podía parar. Quería matarle. Por su culpa Renee ya no estaba. Por su culpa había perdido lo último que me quedaba. Merecía morir. Tenía que morir.

– MYUNGSOO. PARA. PARA. PARA, JODER. VAS A MATARLE.

Eso quería. Realmente eso sentía que debía hacer por dentro. Agarré su pelo y de un golpe seco estampé su cabeza contra el suelo. Segundos después, un arma se posó en mi nuca. Un click de carga. Mis manos se detuvieron.

Sunggyu apenas se movía en el suelo, respiraba con dificultad. Yo también lo hacía. Mis venas seguían ardiendo.

– Has matado a mi mujer...

Una bofetada cruzó mi cara. Algo o alguien me sacudió. Él seguía en el suelo debajo de mi cuerpo, casi sin aliento. ¿Y si le asestaba con un cuchillo en el cráneo?

Tan pronto como mis movimientos dirigieron mis manos hacia el arma de mis pantalones, una fuerza me tiró al suelo seguida de un grito autoritario. Otra bofetada.

– Renee está muerta. Renee está muerta, joder. ¡Renee está muerta! –Chillé con toda mi voz tratando de levantarme y deshacerme de los brazos que me agarraban–. SUÉLTAME. VOY A MATARLE. SUELT...

4-. 49 days. (Myungsoo y Renee).Where stories live. Discover now