[{~Capitulo 1~}]

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A e r o p u e r t o d e M a d r i d - B a r a j a s
M i e r c o l e s    2 9    d e  M a r z o
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The king's

-No me ha gustado demasiado Madrid- dijo Hailey arrastrando su maleta.
-No es nada del otro mundo, he visto cosas mejores- dijo Christopher mirando a una chica morena, que estaba al lado de unas máquinas expendedoras con un grupo de personas.
-No seas gilipollas, no se piensa solo con el pene- le gritó Holland poniendo los ojos en blanco.
-Al menos no soy una zorra como tú- le dijo Christopher haciendo un movimiento de Diva con la mano, mirándose las uñas de la mano derecha.
Un rugido, sale del estómago de Zayn. Todos giraron la cabeza en dirección al moreno.
-Creo que voy a comerme un bombón- dijo Zayn mirando en dirección a una máquina expendedora, donde había un apuesto chico castaño.
Dio media vuelta y se fue en dirección al castaño. Un mar de turistas cruzaron por delante el el, haciendo que pierda e vista la máquina expendedora. Cuando llegó allí, ya no había nadie.
-Cre...creo que tengo que ir al baño-dijo Christopher juntando las piernas.
-Voy contigo- dijo Justin sonriendo- que tengo que cambiarle el agua al canario- soltó una carcajada.
Holland soltó un gruñido, asqueada. Hailey rió y abrazo por los hombros a la pelirroja.
Justin y Christopher iban de camino a los servicios, cuando a Chris, le suena el teléfono, lo coge al momento, un número desconocido.
-¿Si?
-Buenoh diah, ¿Eztah uteh contento con zu compania telezonica?- preguntó una teleoperadora.
Christopher giró sobre sí mismo, había perdido de vista a Justin.
-Estoy bien, gracias- rodó los ojos, abriendo la puerta del servicio.
-Peroh podemoh regalarteh conh thu cegundah liniah de mobil unh spinner totarmenteh gratih- continuó hablando la mujer.
-¡Que no! ¡Coño! Que no me puto interesa- gritó Christopher desabrochándose el pantalón. Quitándose el teléfono del oído, escucha una adorable risa. Gira la cabeza en dirección al sonido, rojo como un tomate, se encuentra a la preciosa chica castaña, riendose.
-E....estos s...on dos a...amigo...s que e...están en el río...o y u..no de e...llos le pre...gunta "¿por qu...e e...stas ti...rando los órde...nadores al río?" Y el o...tro le respo...nde "¡Pe...ro mir...a como beben los PC's en el río...o!"-Christopher contó un chiste para liberar la tensión, la chica, lo miró extrañada, pero a los pocos segundos estalló en carcajadas.
-Me ha gustado tu chiste- dijo ella pasando por su lado y marchándose.

Justin entró al servicio de hombres, estaba vacío, se acercó a uno de los urinarios, y se puso ha hacer sus necesidades. Escuchó el ruido de la puerta al abrirse, un chico se acercó a él, un chico alto y musculoso, con muchos tatuajes. Casi no se le podía ver un poco de piel. El chico se colocó en el urinario contiguo, Justin levantó la cabeza, hachando una miradita de reojo al miembro del chico tatuado, sonriendo de lado, volviendo su vista al frente. Stephen, el chico tatuado, rojo, salió corriendo del servicio, incomodo. Decidió alejarse de los baños, por si acaso se encontraba con el de nuevo.
Shay, la chica morena salió del servicio de mujeres, con una tierna sonrisa plasmada en el rostro, gracias al chico.
Un chico bajo, muy desgarbado, con rastras y restos de suciedad, aparentaba alrededor de 20 años, se acercó a Shay, conforme se iba acercando, un fuerte olor a porro se iba intensificando.
-Perdona, ¿tienes hora?- preguntó con la voz ronca a causa de los porros.
-Claro, espera- Shay sacó su teléfono móvil, mientras aguantaba la respiración. La castaña nota presión en los riñones, algo frío y filoso. Ella asustada soltó el teléfono, cayendo al suelo. Justin salió del servicio y vio la escena. No lo pensó dos veces, con cuidado se posicionó detrás de él, rápidamente le colocó uno de sus fuertes brazos alrededor de su cuello y lo empujó hacia el.
-Suelta la navaja o te mato- le dijo en un susurro.
El chico soltó la navaja, asustado, y Justin le soltó un fuerte puñetazo en la mejilla, haciendo que el chico de las rastras
cayó al suelo. Desde el suelo, rápidamente se fue arrastrando hasta que desapareció de su vista.
Justin cogió la navaja y el móvil y se lo tendió, ella todavía seguía en shock. Un fuerte grito hizo que Shay se sobresaltara.
-¿Que coño está pasando aquí?-gritó Stephen enfurecido- ¿Que mierdas le estás haciendo a mi hermana?
Justin pone una sonrisa de lado, y ríe sarcásticamente. Le entrega el teléfono y la navaja de golpe en una de sus manos. Se da la vuelta y comienza a caminar.
-¡Puto cobarde de mierda! -le gritó Stephen.
-Yo si fuera tu, no le diría eso– le dijo Christopher cruzándose de brazos, con una sonrisa en la cara.
Justin escuchó lo que le gritó Stephen, y detuvo su paso, se giró en dirección a los chicos, y le enseñó su dedo corazón, llevándoselo a los labios y lanzándole un beso, volvió a girar y continuó con su camino.
-¡Ese es mi culito respingón!- gritó Christopher mientras corría detrás de Justin, saltando y montándose su espalda como un caballo, le dio unos azotes en el culo gritando-¡Arre caballo, arre!
Justin tiró su espalda hacia atrás, haciendo que su amigo cayera al suelo. Y moviendo su dedo índice hacia Christopher.
-¡Como vuelvas a tocar mi culo te castro!- le gritó Justin tendiéndole la mano para ayudar a levantarse. Comenzaron a caminar, y Justin le pego una colleja en la nuca, haciendo que la cabeza de Christopher se balanceara hacia delante. Le pasó uno de sus brazos por los hombros y se alejaron riéndose.
-Eres peor que la chusta de un porro- se escuchó decir a Justin en la lejanía del aeropuerto.
Stephen se giró hacia su hermana, pensativo.
-¿Que ocurre?- le preguntó Shay.
-¿Chusta? ¿De que me suena ese nombre?

Misión: Suicida [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora