🌑 Capítulo 32 🌑

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Dedicado a luislopez15

Hannah llegó cuando la luna recién comenzaba a asomarse en el cielo, dándonos las buenas noticias. Había logrado llevar las cartas a la oficina de correos, ahora solo quedaba esperar a que llegaran y así, tener al menos la tranquilidad de que mi madre sabía que estaba viva y relativamente bien.

El domingo me lo pasé repasando las materias para mis evaluaciones, que comenzarían el día lunes, no recordaba la última vez que había puesto tanto empeño en los estudios, pero era gratificante de una particular manera.

Al principio, estudiar me ayudó a entender el mundo en el que estaba metida, dándome conocimientos suficientes para afrontarlo de mejor manera a partir de ahora, las calificaciones no habían sido prioridad hasta que hablé con Angus el día anterior.

No estaba preparada para confiar en él ciegamente, sobretodo sabiendo que todavía me ocultaba demasiada información, pero no podía dejar a un lado la ayuda que me había brindado este último tiempo y si había tenido la confianza para confesarme que podría llegar a tener problemas con sus padres, estaba decidida a al menos retribuir su cooperación mostrando un buen rendimiento.

No podía negar que era estúpido, días atrás la sola idea habría sido como una patada en el estómago, no quería creer que me estaba acostumbrando a este lugar, prefería interpretar mis deseos como una señal de que estaba actuando de manera más inteligente.

Apenas me permití un pequeño descanso durante la tarde, para ir a visitar a Eddie con el resto de nuestra tropa.

El pobre luego de haber perdido el control, convirtiéndose en el enorme cocodrilo que era, había sido internado en el sector hospitalario.

-¡Me alegra ver que todavía me recuerdan! -exclamó al vernos entrar en su habitación.

-Si no te conociera, diría que estas molesto porque no te hemos visitado -comentó alegremente Daniel.

Eddie hizo una mueca, pude ver una que otra frase sarcástica asomarse, pero finalmente dejó las cosas tal cual y prosiguió con lo importante.

-Mientras ustedes dos estaban en una cita -dijo señalado a Hannah y Dani-, tú andabas viéndote a escondidas con tu amor platónico -Está vez me apuntó a mi-, y tú estudiabas-Indicó a Aby-. Yo fui el único que se preocupó de obtener información sobre la escapada al bosque.

-¡No estábamos en una cita! -gritó Hannah ofendida.

-Y Angus, definitivamente, no es mi amor platónico -repuse.

-Yo creo que Eddie es muy perspicaz -agregó Abigail, sin inmutarse.

Me crucé de brazos, manifestando públicamente mi desagrado ante tales afirmaciones.

-¿Y qué averiguaste? -cuestionó Daniel. Era el único que no parecía ofendido.

-Todo -respondió el aludido, con una sonrisa llena de orgullo-. Llevo poco tiempo en la Academia y todavía tengo problemas para controlar mis cambios de forma, por eso estuve investigando y recopilando una gran cantidad de rumores hasta que encontré la primera pista. Una vez que estuve más o menos seguro de quiénes son las cabecillas detrás de la expedición, solo quedaba llamar su atención, fingiendo un ataque que demostrara lo débil que soy. Aún si fallaba, esparcir los rumores también sería útil.

-¡Bravo, Sherlock! -Aplaudió Hannah-. A juzgar por tu rostro, veo que funcionó.

-Así es -contestó Eddie-. Ayer vinieron a verme, por lo que de todas maneras fue bueno que no me visitaran, estando solos logré hacer más preguntas de las que habría podido formular si ustedes aparecían repentinamente.

SelenofobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora