Shingeki no kyojin, los ghouls al acecho.

La rubia

Su mirada había cambiado desde la última vez. Estaba más seria. Sus gestos no eran los mismos. Su comportamiento se asemejaba al de un lobo, estaba atenta a todo lo que la rodeaba.

- ¿Qué haces aquí? – preguntó atónito el rubio

- Dar un paseo, no te jode – respondió el ex encapuchado.

- No me hables así. Necesito una jodida explicación. Te expulsamos de los muros, Yuri – Reiner se acercaba de una forma amenazadora a la joven.

- Nadie me escolto, solo intentasteis matarme y escapé. Aquí nadie expulso a nadie.

- En cualquier caso, márchate – contestó de una forma agresiva.

- Si me marcho, moriréis. Por si no te habías dado cuenta le acabo de salvar el culo a Nanaba – contestó señalando a la rubia.

- ¡QUÉ TE MARCHES! – exigió el rubio intentando darle un golpe.

Yuri ni si quiera lo esquivó. Sujeto el brazo del chico y lo frenó en seco. No contenta con eso, comenzó a retorcérselo. Reiner comenzó a gritar cuando escuchó el crujido de sus huesos.

- ¡Para! – suplicó poniéndose de rodillas

Yuri paró. Pero no soltó el brazo. Se puso a su lado, y le miró directamente a los ojos.

- Ahora que estoy fuera del escuadrón de exploración nadie puede darme órdenes – dijo con la voz ronca - Así que recuerda mis palabras, bebe Reiner. No me grites, y no te atrevas a volver a decirme que cojones tengo que hacer cuando tú no tienes ni puta idea de cómo sobrevivir. Y ahora, deja que los mayores hagamos el trabajo, y tú vete a llorar al rincón porque te acaban de partir el brazo – dicho esto, le soltó el brazo.

Yuri se levantó. Y fue directa a Nanaba. Se agacho a su lado, apoyo su cabeza en su antebrazo izquierdo, y examinó a la rubia.

- ¿Te duele algo? – preguntó Yuri

- ¿Por qué has vuelto? ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué nos traicionaste? Confiábamos en ti...

- ¿Te duele algo? ­­- volvió a preguntar

Nanaba comprendió que la joven no la iba a contestar. No puedo evitarlo, y todos los recuerdos le vinieron a la mente. A pesar de todos los golpes que llevaba encima, los recuerdos era lo que más le dolía.

- ¿Qué si me duele algo? – preguntó – Me duele todo. Estoy agotada, apenas siento el cuerpo. Mike a muerto, y tú has vuelto por segunda vez de entre los muertos – La rubia comenzó a llorar – Nos has traicionado, y me ha dolido. Nunca imaginé que tú, nos traicionarías ¿Por qué? Yuri... ¿Por qué tú...? – La rubia cerró los ojos y comenzó a sollozar.

Yuri la abrazó. Intentó rodear con sus brazos todo el cuerpo de Nanaba. Con ese gesto, quería intentar recoger los trozos rotos en el interior de la rubia. Sabía de sobra que estaba hecha pedazos. Y, muy buena parte de la culpa era suya.

Ella los había traicionado, ella les había mentido, y ella había matado a Mike. Un gran amigo.

Pero por desgracia, ese día no tuvo opción. Y como ya había aprendido hace mucho, a veces tienes que matar para poder vivir.

Besó su frente, y con unas ligeras caricias en sus mejillas, limpió sus lágrimas.

- Os voy a sacar de aquí – dijo con una voz muy segura.